Sergio Martínez Dunstan
En recientes días, a través de una videoconferencia, mencioné diez cuestiones irresueltas por la Secretaría de Educación Pública (SEP). En esta colaboración abordaré una de ellas: un nuevo modelo educativo. Le corresponderá a su próxima titular sacarlo a la luz e implementarlo. Es una asignatura pendiente y prioritario de atender. En el curso de capacitación “Hacia una Nueva Escuela Mexicana”[1], impartido los días previos a la realización de la Fase Intensiva del Consejo Técnico correspondiente Ciclo Escolar 2019-2020 se anunció la ruta para la renovación curricular[2] en educación básica. Las autoridades educativas se comprometieron dar a conocer en junio del dos mil veinte el nuevo modelo educativo e implementarlo de manera gradual a partir del ciclo escolar 2021-2022 con la expectativa de generalizarlo en el subsecuente. Mientras tanto, ordenaron continuar con la aplicación de los dos anteriores, el del 2011 y el 2017. Se les incorporó a éstos algunas asignaturas y temáticas “novedosas” las cuales serán parte de los próximos planes y programas de estudio. Vida Saludable, activación física (llamadas pausas activas) civismo. Entraré en detalle en los siguientes párrafos y al final señalaré algunas complejidades y complicaciones[3] productos de su instrumentación.
Modelo 1
La Reforma Integral a la Educación Básica (RIEB) articuló diversas modificaciones curriculares introducidas en preescolar 2004, secundaria 2006 y primaria 2008. Se oficializó mediante el Acuerdo Número 592 publicado el diecinueve de agosto del dos mil once y en complemento el Acuerdo Número 593 para la asignatura de tecnología en secundaria. Aunque no se le nombró modelo educativo sí se le puede considerar como tal por su contenido. Se partió del supuesto que los estudiantes desarrollarían cinco competencias en los tres niveles educativos y a lo largo de toda su vida. Sobre esa base, se definió el perfil de egreso bajo estándares en función de los aprendizajes esperados organizados éstos en los espacios curriculares denominados campos de formación. De igual manera, se establecieron los marcos y parámetros curriculares para la educación indígena. Se sustentó desde una óptica teórica categorizada por principios pedagógicos. Uno de ellos, evaluar para aprender, expone la concepción asumida sobre la evaluación de los aprendizajes. Desde esta perspectiva se establecieron normas generales para la evaluación, acreditación, promoción y certificación conocido como Acuerdo Número 696.
Modelo 2
En el 2017, la SEP presentó otro modelo educativo, este sí fue considerado como tal, nombrado “Aprendizajes claves para la educación integral” mediante el Acuerdo Número 12/10/17. Su elaboración se justificó bajo el argumento que los aprendizajes de los estudiantes eran deficientes y sus prácticas se desapegaban de las necesidades de formación que demanda la sociedad actual, la sociedad del conocimiento. Fue un proceso de elaboración menos extenso en comparación con la RIEB. Sucedió entre el 2014 al 2017. El perfil de egreso se concibió como un conjunto de rasgos deseables al término de cada nivel educativo. El enfoque de este modelo educativo es competencial al igual que el anterior. Coincide también que en ambas reformas curriculares, la del 2011 y la del 2017, toman como base las competencias para la vida sólo que eso esta última se aglutina en torno a la categoría conceptual “aprendizajes clave”. El curriculum obligatorio se estructura por campos de formación académica así como áreas de desarrollo personal y social. Aunado a lo anterior, un currículum flexible organizado por ámbitos de autonomía curricular e instrumentado a través de clubes escolares. También se determinaron principios pedagógicos que buscaba facilitar su comprensión y concreción en el aula. Uno de ellos, alude a la evaluación vinculada a la planeación del aprendizaje. Se consideraron 4 variables: las situaciones y secuencias didácticas[4], las actividades y contenidos de aprendizaje y, por último, la reflexión sobre la práctica docente. En torno a ellas, establecieron las normas generales para la evaluación de los aprendizajes esperados plasmadas en el Acuerdo Número12/05/18 que sustituyó al Acuerdo Número 696.
Modelo 3
La administración gubernamental en curso, 2018 – 2024, proclamó la elaboración de un nuevo modelo modelo educativo[5]. La SEP difundió la hoja de ruta o ruta crítica para los procesos de elaboración, divulgación e implementación. Se desconocen los avances pero se han incumplido los plazos previstos. De facto, se han introducido ciertas modificaciones que resultan de facto un modelo educativo, si no tan claramente explícito si de manera implícita. Se puede constatar un currículum oculto propio de la política educativa actual. Para empezar, interrumpieron la generalización de los aprendizajes claves contemplada para el ciclo escolar 2019-2020 y se retomó la RIEB. De igual manera, establecieron normas generales para la evaluación del aprendizaje, acreditación, promoción, regularización y certificación de los educandos mediante el Acuerdo Número 11/03/19. Según se dijo, el anterior, Acuerdo Número12/05/18, se había abrogado porque se detectó que el procedimiento previsto en el mismo implicó registro complejos que generaban una carga administrativa a los docentes. Destaco tres novedades con respecto al anterior:
- Establecieron 3 periodos de evaluación.
- Eliminaron la no promoción, conocida coloquialmente como reprobación, en preescolar así como en primero y segundo de primaria. Se acreditan con solo cursar el grado correspondiente.
- Los clubes escolares dejaron se considerarse para fines de acreditación, promoción, regularización y certificación. Desaparecieron de las boletas.
- El porcentaje de asistencia dejó de considerase como criterio de calificación.
Modelo Emergente
Y ya iban encarrerados como caballo de hacienda, me refiero a la autoridad educativa federal, hasta que la pandemia los paró en seco[6]. La crisis sanitaria obligó el cierre de las escuelas, la implantación del programa Aprende en Casa y orilló llevar a cabo la enseñanza de manera remota y emergente. Se tuvo la necesidad de regular acciones específicas y extraordinarias relativas a la conclusión del ciclo escolar 2019-2020 a fin de cumplir con los planes y programas de estudio mediante Acuerdo Número 12/06/20[7] a fin de conminar a los docentes a:
- Calificar el tercer periodo de calificación promediando las obtenidas en los dos periodos previos.
- Procurar la continuidad al siguiente grado o nivel educativo. Una manera velada de indicarle al maestro que evitara la no promoción.
- Eliminar el criterio de asistencia para la acreditación y la promoción de grado o nivel educativo[8].
También se emitieron orientaciones pedagógicas mediante oficio circular número DGDC/DGDIP/001/2020 a fin de sugerirle al maestro:
- Darle prioridad a la función formativa de la evaluación.
- Considerar el uso de la autoevaluación.
- Asignar calificaciones a los alumnos sólo cuando se cuente con la información suficiente y en concordancia con el aludido acuerdo 11/03/19.
- En caso contrario, asentar la leyenda sin información suficiente o simplemente sin información en la boleta de calificaciones.
Estas recomendaciones se formalizaron mediante Acuerdo Número 26/12/20 en el cual.
- Se destaca el uso de la evaluación para mejorar el aprendizaje.
- Se le pide a los maestros que indaguen en diversas fuentes para obtener información sobre el aprendizaje y emplear estrategias complementarias como la opinión de las alumnas y los alumnos, entre otros.
- Dejar de considerar el criterio de asistencia para la acreditación y promoción .
- La comunicación de resultados y entrega de las boletas de calificaciones conforme al calendario escolar que bien pudiera realizarse a distancia o de manera presencial.
En síntesis
El impacto de la pandemia es incuestionable. Escribí sobre las afectaciones sociales, al sector económico y particularmente sus consecuencias en educación[9] y [10]. Y al trabajo docente, como lo acabo de documentar, particularmente en la implementación del currículum en lo general así como la planeación didáctica y la evaluación del aprendizaje en lo particular, entre otras. Sobre este último aspecto, es conveniente señalar la vigencia del Acuerdo Número 11/03/19, normas de evaluación. Se emitieron dos acuerdos sobre tan relevante asunto, Acuerdo Número 12/06/20 y Acuerdo Número 26/12/20, expedidos en el contexto de la emergencia sanitaria. Son obsoletas las normas de evaluación propias de los curriculum del 2011 y del 2017 aunque ambos continúen aplicándose.A cada modelo educativo le corresponden sus propias normas para la evaluación de los aprendizajes en el caso de currículos únicos. Las convivencia de varios impiden que sea así. Los modelos siguen vigentes, sus normas de evaluación, no. Y, en contraparte, las normas de evaluación mas recientes intentan regular los modelos educativos. Se tenido que imponer estas reglas porque está inconcluso el anunciado e incumplido modelo educativo del 2020. Eso dificulta la tarea docente y confunde. De tal manera, que el maestro tiene que armonizar las posturas conceptuales en las que se sustentan. Surge pues, la necesaria actualización en la fundamentación teórica metodológica e instrumental de un modelo inacabado. La Nueva Escuela Mexicana es más un eslogan político que un concepto pedagógico como nos lo han querido vender.
Carpe diem quam minimun credula postero
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[1] Recomiendo la lectura Martínez, S. “Cómo se capacitaría a los maestros sobre la Nueva Escuela Mexicana”. Educación Futura 29/07/2019. http://bit.ly/2SO8on6 consultado el 20 de enero del 2021.
[2] Recomiendo la lectura Martínez, S. “El enfoque pedagógico de la Nueva Escuela Mexicana”. Educación Futura. 09/09/2019. (http://bit.ly/2lFpVBM) consultado el 20 de enero del 2021.
[3] Recomiendo la lectura Martínez, S. “La complejidad del currículum y sus complicaciones”. Educación Futura. 26/08/2019 http://bit.ly/2MBw7Hf consultado el 20 de enero del 2021.
[4] Recomiendo la lectura Martínez, S. “La importancia del diseño de las situaciones didácticas”. Educación Futura. 04/03/2019 http://bit.ly/2XHoOAd consultado el 20 de enero del 2021.
[5] Recomiendo la lectura Martínez, S. “El Modelo Educativo de la Nueva Escuela Mexicana”. Educación Futura. 04/09/2019 http://bit.ly/2ZwIb3p.
[6] Recomiendo la lectura Martínez S. “El COVID 19 cimbra al Sistema Educativo Nacional”. Educación Futura. 16/03/2020 http://bit.ly/2QmzHoF consultado el 20 de enero del 2021.
[7] Recomiendo leer los textos de Martínez, S. “La evaluación de los aprendizajes en educación básica frente a la emergencia sanitaria” y “Regularizar, nivelar, remedias. ¡Que la SEP lo explique! publicados en Educación Futura y Profelandia. https://bit.ly/3dCXbj6, https://bit.ly/3crrfwB, https://bit.ly/2YtX8Qn, https://bit.ly/2UpvX7Q consulados el 20 de enero del 2021.
[8] Recomiendo la lectura Martínez, S. “Un dilema de promoción en la educación a distancia. Aprobar por decreto o reprobar por ‘faltista’”. Educación Futura y Profelandia. https://bit.ly/2M4X9EF, https://bit.ly/3cwzxDA consultados el 20 de enero del 2021.
[9] Recomiendo la lectura Martínez, S. “Lo que la pandemia nos dejó”. Educación Futura https://bit.ly/2RzgVuB consultado el 20 de enero del 2021.
[10] Recomiendo la lectura Martínez, S. “Consecuencias y soluciones sobre el impacto en la educación de la pandemia SARS-COV2”. Educación Futura. 08/04/2020. https://bit.ly/2UVT8rk consultado el 20 de enero del 2021