Sergio Martínez Dunstan
A las 15:30 horas del veintiocho de julio del año en curso recibí una copia del correo electrónico enviado por un alto funcionario de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Fue filtrado desde las propias oficinas de algunos gobiernos locales. No tuve tiempo de confirmar su veracidad por eso me abstuve de circularlo. Lo constaté al leer en Educación Futura: “Cancelan actividades educativas en el país”. Durante el lapso que la noticia causó revuelo en las redes sociales me encontraba asesorando a un grupo de directores de educación secundaria. A ellos les confié el asunto. Por lo mismo, estuve desconectado de la avalancha que se veía venir. Los pormenores de la noticia se divulgaron en la transmisión en vivo desde la página de Erick Juárez. El también Director Editorial de Educación Futura compartió con su auditorio la postura que le comenté previamente en una plática informal. A propósito, escribí un comentario en su facebook: “No creo que la SEP se haga el harakiri. Paralizar el sistema educativo no es opción. La SEP lo ha evitado hasta el momento. Es comprensible, dada la emergencia sanitaria, suspender las actividades programadas a realizarse de manera presencial. Se decidirá al interior del CONAEDU (Consejo Nacional de Autoridades Educativas) las vías alternas. Está en riesgo el ciclo escolar, se pondría en duda el derecho a la educación.” Le ratifiqué mi punto de vista en la conversación telefónica que sostuve durante la transmisión especial.
Coincidí con él que el silencio de la SEP alimentaba la incertidumbre. Resulta conveniente aclarar el asunto. Dije que preveía dos escenarios. El primero, que se suspendan las actividades educativas hasta que se “dome la pandemia” verdaderamente. Si fuese así, el Secretario de Educación convenció al Presidente de la gravedad del asunto o el Presidente le ordenó al Secretario hacer lo conducente. En cualquier caso, se podría leer que el sistema educativo, al igual que el de salud, estuviesen rebasados, colapsados. Y no creo que el actual gobierno reconozca tal situación incluso aunque fuese cierto. Posponer la Fase Intensiva de los Consejos Técnicos tiene repercusiones menores para la operación del servicio educativo. La Jornada de Limpieza en Centros Educativos deja de ser imprescindible mientras permanezcan cerradas las escuelas y en tanto no regresen a clases los estudiantes. Pero que los Trámites de inscripción y reinscripción al ciclo escolar 2020-2021 se suspendan hasta una mejor ocasión, cualquiera que ésta sea, significaría la paralización del sistema educativo nacional en la educación obligatoria (preescolar, primaria, secundaria y media superior). Lo cual resultaría tan catastrófico como las crisis sanitaria y económica. El país se encontraría al borde del abismo. El segundo escenario, la suspensión temporal en tanto se pongan de acuerdo al interior del CONAEDU. En este caso, se interrumpirían sólo las actividades presenciales y se buscarían vías alternas para llevarlas a cabo. Quizá se sumen algunas a las que se han venido realizando a distancia. Y, se reanudarían todas ellas en los próximos días.
¿En qué baso la deducción? El actual gobierno defenderá a muerte el derecho humano y constitucional a la educación. Mal haría si no lo hiciera. Y eso es, nada más y nada menos, el principio fundamental en la cual se sostiene la actual reforma educativa. De igual manera resulta ser el argumento central del rechazo a la anterior, la del 2013, la mal llamada, la malquerida, la punitiva peñanietista.
Hay que estar atentos también al tweet de la Secretaría de Educación de Puebla: “A toda la comunidad educativa, la dependencia informa que se suma a la Convocatoria Nacional para posponer las actividades relacionadas con la Fase Intensiva del Consejo Técnico Escolar. El presidente @lopezobrador_ hará un anuncio de suma importancia el lunes 3 de agosto.” Profelandia.com lo citó también.
¿Es un asunto de fondo o de forma el próximo anuncio presidencial? ¿El mensaje será el mensaje presidencial? ¿qué dirá el Presidente que bien valga la pena paralizar el sistema educativo nacional? ¿O es que acaso el mensaje será la forma o la forma es fondo como decían los clásicos? La política nacional sólo sucede si lo instruye el Presidente. El Presidente es el garante de la educación en México. Y él es el indicado para dar a conocer la Ruta Estratégica para el inicio del ciclo escolar 2020 -2021. Recordemos el desconocimiento al acuerdo, por parte de los gobernadores de 16 ó más entidades federativas, tomado en el seno del CONAEDU de “adelantar las vacaciones” a partir del veinte cuando realmente decidieron hacerlo desde el dieciséis de marzo, al fin y al cabo les asistía la razón jurídica, sin importarles la posición incómoda en que dejaron a la autoridad educativa federal. Probablemente se quiera evitar que le hagan el feo, de nueva cuenta, al mandato del gobierno federal. A lo mejor se quiera evitar otro desaire al Secretario de Educación o al propio Presidente de la República. Tal vez sea un amarre político con rumbo hacia las elecciones del próximo año. Quizá se alineen los astro, quizá se alineen los políticos, quizá sea un acto de equilibrio de fuerzas. De ser así, ¿sería iniciativa del Secretario de Educación o sería resultado de su propia incapacidad? Estos juegos de poder que dejan pendiente de un hilo el derecho a la educación de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Cabría esperar a ver lo que sucede. Total, la patria es primero dijo uno de nuestros próceres o ¿de cuándo acá la política es primero?
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