Sofía Gutiérrez Larios
La cuaresma se transformó en cuarentena. Incluso definitiva en varios países. Entre las medidas de México se encuentran la suspensión de clases y de varios servicios públicos hasta el 20 de abril.
Es importante tomarlo con seriedad. Limitar las salidas es imperativo. La OMS reveló que los países más afectados son en los que la población siguió su rutina normal. Por eso, en naciones como Rusia, Francia y Argentina, hay multas para los ciudadanos que salgan de casa. No esperemos a que en nuestro país pase lo mismo: cada ciudadano debe ser ejemplo.
Las recomendaciones oficiales, -y los mitos-, podemos encontrarlos en el sitio web de la Organización Mundial de la Salud, que en estos momentos debe ser nuestro principal y más frecuente referente: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public .
De la suspensión de clases se ha dicho mucho, pero un tema que se debe analizar es la Tecnología.
Una vez más es evidente la necesidad tecnológica, y principalmente, del Internet. Ello permite que los profesores se mantengan en contacto con los padres de familia, y difundan recomendaciones de salud que frenen el contagio. Además, con el Internet se pueden compartir materiales educativos y estrategias para que los niños y adolescentes sigan aprendiendo en casa.
Actualmente, abundan los materiales didácticos en línea, para todos los grados y niveles educativos. Es muy sencillo encontrarlos y compartirlos. Si un docente cuenta con un grupo de WhatsApp o de otra red social con los alumnos o padres de familia, según corresponda, basta con que los envíe. Y si usted es padre o madre de familia, también los puede encontrar por sí mismo.
Ciertamente, los docentes no pueden esperar que todo el alumnado realice tareas y trabajos como normalmente se hace, pero sí se puede tener una cantidad significativa de interesados, que al final incrementarán sus propios conocimientos, y ayudarán a que todo el grupo progrese.
¿Se asigna suficiente importancia al Internet en la enseñanza? Es tiempo de cuestionarlo, porque puede hacer la diferencia entre avance o estancamiento. Tanto en emergencias, como en la rutina.
En otra cara tecnológica, aparecen también los peligros. Los padres y madres de familia deben limitar el uso del Internet en los menores de edad, porque abundan contenidos inapropiados para ellos, y porque puede generarles adicción, privándolos del contacto humano y de habilidades prácticas y valores.
Este receso escolar puede aprovecharse para que la infancia y juventud siga aprendiendo, y para que se diviertan en casa. Sobran las opciones positivas para el tiempo libre, como los juegos de mesa, los rompecabezas, y el ejercicio físico. La lectura se puede y debe potenciar, creando así mentes más poderosas e inteligentes. ¿Y por qué no? La convivencia y lazos familiares se pueden fortalecer.
Lo importante es actuar de manera responsable. No salir de casa y seguir las indicaciones correspondientes. Saber aprovechar el tiempo, y encausar a niños y jóvenes para que sepan hacerlo.
Esta cuarentena, como cualquier tiempo de crisis, es también un tiempo de oportunidad.
Docente en primaria pública. Licenciada en Educación Primaria por el Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima (ISENCO). sofiglarios@hotmail.com