Durante esta semana todas escuelas de educación básica del país vivieron una jornada de trabajo, al interior del Consejo Técnico Escolar, la cual tuvo como finalidad el conformar esto que le han dado en llamar el “diseño de la ruta de mejora”. Haciendo un símil con el futbol, esta semana fue la fase previa, la charla técnica en el vestidor, el partido verdadero inicia el próximo lunes 21 y concluye hasta el mes de julio del próximo año. En esta semana los técnicos (directores de escuela y supervisores de zona) no tuvieron oportunidad de decirle a sus jugadores (docentes frente a grupo): “salgan a la cancha (entren al aula), hagan lo que les gusta (enseñar, educar) diviértanse y disfruten el juego (actúen libremente y disfruten la fascinante tarea de educar). No, el ambiente se siente tenso, las voces son de reclamo, de inconformidad, de desasosiego, de incertidumbre colectiva.
La instalación y funcionamiento de los consejos técnicos escolares es un espacio plural y colectivo muy valioso, conforma a los docentes de escuela, de zona, por nivel educativo, el problema está en que no hay autonomía en el trabajo, ni tampoco condiciones para hacerla valer. La SEP desde el centro dicta los lineamientos, la agenda a revisarse, hasta la dinámica de trabajo. Las maestras y maestros bailan al son que la SEP va tocando y la música es un sonsonete que se repite cada año.
La ruta de mejora por otro lado inicia con los mismos viejos problemas: rezago educativo, problemas de lectura y de comprensión de lo que se lee, problemas en el aprendizaje de las matemáticas, es la misma agenda que se maneja desde hace 30 o 40 años la cual no modifica los indicadores, seguimos a la baja, con déficits, en los aprendizajes, en los estándares nacionales e internacionales. Un problema más es la falta de apoyo y de involucramiento de los padres de familia en el compromiso y las tareas educativas de sus hijos. Los padres de familia han sido fuertemente golpeados y zarandeados por la crisis económica y social, crisis de la cual no son culpables, ni responsables pero si son a ellos y ellas quienes han tenido que pagar los platos rotos de un mal gobierno que se prolonga por muchos años de esta larga noche oscura mexicana. Los padres y madres han antepuesto sus intereses de sobrevivencia y seguridad, no es que sus hijos no les importen, les importa y mucho pero no saben cómo ayudarles, ni tampoco saben en la mayoría de los casos, cómo pueden hacerlo. Una madre de familia que sólo llego a tercero de primaria le dice a su hija que ya llegó a quinto. “Mariana, fíjate bien lo que te explican en la escuela, porque yo no te puedo ayudar en la casa”.
Así las cosas el espacio del consejo técnico es un espacio fugaz que se vive más por el compromiso burocrático, que por la convicción de construir desde abajo verdaderas propuestas de mejora.
Los maestros y maestras deberían de aprovechar estos espacios, para intensificar la cultura del diálogo, del intercambio verdadero de experiencias, a partir de la cultura dialógica de participación. Aquí cabe muy bien el concepto de Jorge Larrosa acerca del valor de la experiencia. Cada escuela, cada consejo, cada colectivo escolar debería de comprometerse en recuperar las voces de los actores, en generar la sistematización de su propia narrativa desde dentro de la escuela y al final del ciclo poder sacar un libro en donde se plasme y se haga circular todo lo dicho a partir de lo hecho, y hacer un balance de lo bueno y lo no tan bueno y cerrar con nuevos compromisos para una siguiente etapa de trabajo escolar.
Es necesario que los consejos técnicos se desmarquen de las prescripciones y persecuciones dela SEP y de las secretarias de educación en los estados, que hagan valer la verdadera autonomía docente y construyan un nuevo imaginario de encuentro colectivo, en donde todos los sujetos son importantes y todas las propuestas quepan en un ambicioso y a la vez modesto proyecto de mejora. Esa es la verdadera escuela al centro la cual había que hace valer desde abajo.
*Doctor en educación. Profesor – investigador de la Universidad Pedagógica Nacional. Campus Guadalajara. Correo electrónico: mipreynoso@yahoo.com.mx