Un acuerdo central de los diálogos entre las autoridades federales y los representantes de la Asamblea General Politécnica, celebrados durante noviembre de 2014, consiste en la celebración de un Congreso Nacional Politécnico (CNP) en el cual se habrán de dirimir las reformas de orden normativo, organizativo y académico que requiere la institución para fortalecer y renovar su misión histórica y hacer frente a los retos del siglo XXI. El CNP, se anticipa, será la instancia clave para propiciar un cambio profundo en los procesos de toma de decisiones que atañen al desarrollo del Politécnico, así como el espacio en que se debatirán y buscarán soluciones para resolver las problemáticas de orden general y local que prevalecen.
Es muy alta la expectativa que se ha colocado en dicha instancia. En el CNP se habrá de discutir y resolver, entre otros temas, la opción de la autonomía institucional, las formas de representación, gobierno interior y toma de decisiones, los principios y fórmulas concernientes a las prácticas académicas y la evaluación, entre otros aspectos cruciales. Es por ello que el CNP se define como un congreso resolutivo y refundacional. En el acuerdo emanado de los diálogos se indica que del congreso puede derivar la reforma a la Ley Orgánica de la institución y de la normativa secundaria.
El acuerdo que perfila las características y condiciones del CNP fue suscrito, en su redacción definitiva el lunes 24 de noviembre de 2014. En la misma sesión, la sexta mesa de diálogo, fue presentado Enrique Fernández Fassnacht como nuevo director del IPN. Hasta ese momento, Fernández había participado en los diálogos en calidad de representante de ANUIES, invitado por el titular de la SEP. La designación allanó el camino del diálogo por dos razones. La primera es que los “pre-acuerdos” que se habían perfilado hasta ese momento requerían el compromiso de la máxima autoridad del Politécnico para su eventual implementación. La segunda fue que la AGP no vetó tal designación, sino que reconoció la facultad del Ejecutivo Federal al respecto.
Ese día, en sus palabras de toma de posesión, Fernández señaló: “aquí se están conciliando los supremos intereses de la comunidad politécnica y de la nación, por lo cual asumo y suscribo cada uno de los acuerdos, con el firme compromiso y convicción de honrarlos y cumplirlos en sus términos”.
Los términos del acuerdo sobre el CNP incluyen compromisos de enfoque, organización y temporalidad. En materia de enfoque, se indica, en primer lugar, que el Congreso debe tener un “carácter democrático, representativo, resolutivo e incluyente”. En consecuencia, que “los resolutivos del CNP se orientarán a contribuir a la democratización y al proyecto educativo: gestión, docencia, investigación, vinculación y extensión del conocimiento, la cultura y el deporte.”
Con respecto a la organización del CNP se prevé la creación de una Comisión Organizadora del CNP, cuya conformación debe emanar de un consenso entre la AGP y la dirección del IPN. En el acuerdo se puntualizan una salvaguarda y un plazo: en caso de no llegar al consenso, procede someter a referéndum las propuestas de la AGP y la dirección, y el acuerdo para la conformación de la COCNP debe cumplirse en un máximo de ochenta días hábiles tras la reanudación de las clases. Ese plazo se cumplió ayer, 13 de mayo.
Y no hubo acuerdo sobre la conformación de la COCNP. Desde enero de 2015 la AGP preparó la interlocución con las autoridades para negociar las características de la comisión organizadora del Congreso. Se definió como línea de acción política la configuración de una Comisión Especial para la organización del Congreso (CECNP) cuyas tareas, además de representar a la AGP en el diálogo con las autoridades politécnicas, ha sido activar el debate sobre el Congreso en las asambleas locales, así como sostener la organización y participación estudiantil al respecto.
Tras cuatro rondas de negociación con las autoridades las posturas respectivas no lograron conciliación. Los estudiantes proponían dos representantes alumnos, uno docente y otro del personal de servicios por cada entidad académica del Politécnico: aproximadamente 180 representantes. Las autoridades iniciaron con una propuesta de 17 representantes, que posteriormente se incrementó hasta 51. En la última sesión de diálogo, la del pasado 11 de mayo se abrió una última posibilidad con la fórmula 1+1+1 propuesta por la AGP, la que daba una representación total de poco más de 130 representantes. Tal propuesta tampoco prosperó y las autoridades se manifestaron en favor del referéndum contemplado en el acuerdo original.
Así están las cosas. Está programada una reunión entre la AGP y la dirección del IPN para pactar los términos del referéndum el próximo 28 de mayo. El tema es delicado porque el acuerdo básico no prevé una salida en caso de no llegar a un consenso al respecto. La conciliación resulta, por lo tanto, indispensable en el horizonte del Congreso.
¿Existe alternativa a la opción del referéndum? Sí, que aun forzando la letra del acuerdo emanado del diálogo en cuanto a formas y tiempos, la AGP y la dirección del IPN pacten una fórmula mutuamente satisfactoria para la conformación de la COCNP. Ello podría ocurrir antes del plazo fatal del 28 de mayo. Ojalá así suceda porque el referéndum, mal que bien, es un volado.