“… ¿Cuántos años tengo?
Eso… ¿a quién le importa”.
Tengo los años necesarios
para perder ya el miedo,
y hacer lo que quiero y siento.
Qué importa cuántos años tengo
o cuántos espero,
sí con los años que tengo,
aprendí a querer lo necesario
y a tomar solo lo bueno”.
José Saramago
En la vida establecemos relaciones muy importantes con los demás y muchas veces, nos olvidamos de una relación trascendental: el amor propio, el amor a uno mismo. Para reforzarlo, siempre debemos de tomar en cuenta el orientar nuestras acciones hacia todo lo que nos genere bienestar físico y mental, que nos permita ser conscientes de la importancia del autocuidado, validar y responsabilizarnos con el objetivo de lograr el bienestar y atender nuestras necesidades, pensamientos y sentimientos.
En la última etapa de la vida, el propósito de los adultos mayores deberá ser el de alcanzar un estado de bienestar y comprender los factores que benefician o afectan el logro de esta meta, de ahí la importancia del autocuidado. El significado del autocuidado está originado por influencias situacionales internas o externas, ligadas al proceso de salud-enfermedad, donde son determinantes los conocimientos que cada uno tiene sobre la concepción sobre el autocuidado.
En el “Diplomado en Envejecimiento. Activo y Saludable”, que se esta llevando a cabo en la Dirección de Innovación y Transferencia del Conocimiento DITCo de la BUAP, se abre la posibilidad de acercarse a las múltiples experiencias del adulto mayor donde es posible identificar cómo el entorno juega un papel muy importante en la construcción del significado del autocuidado, donde el contexto del medio que lo rodea: familia, amigos, vecinos y comunidad, es fundamental.
El autocuidado es percibido como la capacidad de hacer cosas que originen satisfacción en su vivir diario (Velasco-Yanez et al., 2023), lo que es sustantivo durante el envejecimiento y si bien, bajo la perspectiva social dominante se le considere un problema de salud pública, ofrece también la posibilidad de ahondar en el conocimiento de este fenómeno desde múltiples perspectivas, especialmente cuando ser anciano está estigmatizado socialmente y ya no se le considera como aquel sabio comunitario que encarnan en sus haceres, decires y vivires, valores positivos que resultan fundamentales para consolidar los entramados socio naturales comunitarios que abonan al buen vivir de la colectividad.
Fomentar el autocuidado en el adulto mayor implica dar importancia a las cosas relativas a las que las personas dan cierto valor en su vida de manera individual, es decir, buscando siempre la valoración propia relacionada con lo qué tan bien viven o como lo mencionan algunos investigadores, como una evaluación de su vida desde el bienestar objetivo y subjetivo (Nava,2012). Lo anterior, ha requerido acercarse a las investigaciones gerontológicas como un enfoque interdisciplinario que aborde el proceso del envejecimiento y la vejez. Entre los elementos que se consideran se encuentran: el bienestar material, la salud objetivamente considerada, las relaciones armónicas con el ambiente y la comunidad, mientras que en los elementos subjetivos es posible mencionar: la intimidad, la expresión emocional, la seguridad percibida, la productividad personal y la salud percibida (Nava, 2012).
El bienestar subjetivo hace referencia a los pensamientos y sentimientos de las personas acerca de su vida y a las conclusiones cognitivas y afectivas que ellos alcanzan cuando evalúan su existencia (Villatoro, 2012), lo que permite la realización de un juicio global retrospectivo, que en la mayoría de los casos es construido solo cuando se pregunta y es determinado en parte por el estado de ánimo, la memoria y por el contexto inmediato,
Este juicio retrospectivo fue el propósito general en la planeación que realicé para el taller participativo del pasado 9 de febrero con el tema del autocuidado, donde a partir de la realización de distintas actividades como el análisis reflexivo de sus saberes previos en interacción con los demás; la participación de actividades recreativas como el baile y el juego en trabajo colaborativo; la motivación personal para pintar un colibrí acompañados de música relajante; la lectura en voz alta de una poesía de José Saramago denominada “Poema sobre la vejez” y finalizando las actividades invitándolos a escribir en un diario su día a día con sus saberes, decires, haceres, vivires y sentires.
Busqué durante toda la sesión que fueran expresando su juicio global retrospectivo sobre cómo evalúan su existencia y lo que necesitan hacer para fortalecer el autocuidado personal de cada uno bajo la metodología del taller participativo, que buscó deconstruir el significado del autocuidado en cada uno de ellos acorde con la ética del desarrollo para fortalecer el bienestar humano a través del diálogo.
Esto da pie para realizar una investigación participativa dentro de este Diplomado interdisciplinario con impacto social, investigación que con mucho entusiasmo estoy iniciando, especialmente cuando el autocuidado nos permite conocer y reconocer nuestras capacidades, creencias y preferencias como individuos, así como el entorno social y familiar donde nos desenvolvemos, lo cual es de suma importancia no solamente en la vejez.
Si bien, este concepto de autocuidado tiene que ver con las personas mayores, eso no exime que todos los demás fomentemos el amor propio, el amor a uno mismo y para reforzarlo, no debemos de dejar de lado el orientar nuestras acciones hacia todo lo que nos genere bienestar físico y mental. En los adultos mayores implica la práctica de actividades que inician y llevan a cabo en determinados periodos de tiempo, por sus propios medios y con el interés de mantener un funcionamiento vivo y sano para continuar con su desarrollo personal y su bienestar (Nava, 2012).
Cuando el amor, aunque exaltado por la publicidad y la mercadotecnia está en el aire, un buen detalle será propiciar en cada uno de nosotros y en los adultos mayores el autocuidado y valorar siempre el papel que tienen ellos en nuestra vida, porque si bien, poseen la edad en que las cosas se miran con más calma, seguramente, tienen todo el interés para seguir creciendo.
Referencias
Velasco-Yanez, R, Cajape-Quimis, J, Cunalema-Fernández, J, y Vargas-Aguilar, G. (2022). Significado del autocuidado en el adulto mayor desde el modelo de promoción de salud. Gerokomos, 33(3), 145-149. Epub 31 de julio de 2023.
https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1134928X2022000300003&script=sci_abstract
Nava, G. M. G. (2012) “La calidad de vida: análisis multidimensional” Enf Neurol (Mex). 11(3), 129-137
https://www.medigraphic.com/pdfs/enfneu/ene-2012/ene123c.pdf
Villatoro, S. P. (2012) La medición del bienestar a través de indicadores subjetivos: una revisión. Santiago de Chile, CEPAL.
https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/af9bf8f0-c49c-49a9-9daa-b0b638223b2e/content