En México, las personas que cuentan con mayor nivel educativo tienen mayores posibilidades de percibir ingresos más altos, paradójicamente, las estadísticas también indican que existe un mayor nivel de desempleo en egresados universitarios.
Esto lo ha señalado Leticia Poghliagi, investigadora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, quien agregó que los factores para que los universitarios tarden más tiempo en encontrar un trabajo para el que estudiaron, son, principalmente, el prestigio de la universidad de la que egresaron, la carrera que eligieron, su capacidad de relacionarse con otras personas, su desarrollo académico, entre otros elementos.
Durante su conferencia “¿Estudiar o no estudiar? Esa es la cuestión”, impartida en la Feria del Libro del Palacio de Minería, Poghliagi señaló que las investigaciones demuestran que del total de jóvenes en edad de estudiar la universidad, sólo el 30% lo hace, y en general, la mayoría pertenece a una clase social más alta respecto a los jóvenes que no lo hacen.
Explica que esto demuestra que estos jóvenes pueden sostenerse de la economía familiar mientras encuentran un trabajo, en cambio, un joven de bajos recursos debe ingresar al mercado laboral para ayudar económicamente a su familia, lo cual, afecta profundamente su desempeño escolar.
Señaló que el problema no sólo radica en el sistema educativo, sino que se debe analizar el aspecto económico y la generación de puestos de trabajo deficientes.
Finalmente, advirtió que uno de los grandes problemas del empleo juvenil es el subempleo, el cual genera precarias oportunidades laborales y una mayor sobrecalificación de la mano de obra.