Martha Pereira M.
Mexicanos Primero Jalisco
La crisis mundial producida por la pandemia del COVID-19 ha visibilizado de forma muy clara que ningún país estaba listo para enfrentar esta situación sin precedentes que ha puesto al límite del colapso a los sistemas de salud, educación y económico. México no es la excepción, con una inequidad rampante que se evidencia en tres derechos desatendidos: salud, educación y acceso al bienestar social.
Con el fin de reflexionar sobre la situación educativa en medio de la contingencia, desde Mexicanos Primero Jalisco, realizamos en el mes de mayo la investigación Educación en tiempos de pandemia: Visualizar las oportunidades y desafíos para la transformación educativa en Jalisco1, la cual está organizada en tres apartados: la situación educativa previa al confinamiento, la respuesta de colectivos escolares, y finalmente, testimonios de docentes y directivos sobre esta experiencia.
En la primera parte, la cifras revelan que inclusive previo a la contingencia, en el ámbito educativo, la inequidad se expresaba en tres brechas que quebrantan el derecho a aprender de las niñas, niños y jóvenes en el país y la entidad: rezago educativo (ver datos PLANEA)2; acceso a la conectividad y tecnologías (26% de los hogares área rural tienen conexión al Internet y 66% en el área urbana, el 25.1% de los hogares todavía no tiene televisor digital)3 , y vulnerabilidad social (28.9% de la población en situación de pobreza y 49.8% de la población sin acceso a seguridad social)4. Estas circunstancias podrían, a su vez, conducir a un mayor abandono escolar en el estado (4.8% en secundaria y 19.8% en media superior)5, ante la crisis económica que se avizora.
Además, a través de una encuesta a docentes y directivos se detectaron algunos de los desafíos de organización, gestión y relacionales que conlleva cambiar de la educación presencial a la virtual o a distancia: encontrar mecanismos accesibles de comunicación para dar las clases, enviar, recibir y evaluar tareas; evaluar de la manera más objetiva y completa posible los logros de aprendizaje; equilibrar su propia vida personal con la labor educativa; enfrentar el reto del uso de la tecnología y una tener una cargar administrativa distinta a la habitual, entre otros .
Por otra parte, desde la percepción de los docentes, las dificultades más importantes para los estudiantes y sus familias, además de poder acceder a equipos y conectividad para establecer comunicación con la escuela, tuvo que ver con las circunstancias propias de cada hogar, sobre todo las económicas; la organización familiar para continuar con la educación desde el hogar, y con la propia motivación de los estudiantes.
Como tercer componente, se presentan testimonios de docentes y directivos que comparten sus experiencias, entre las que se destacan las dinámicas relacionales generadas entre miembros de los colectivos docentes y las familias. Asimismo, el papel que ha jugado la temporal autonomía que han tenido las escuelas para decidir sobre las formas de comunicación y los contenidos más pertinentes según cada contexto.
A casi cinco meses del inicio de la contingencia en el país, son más las incertidumbres que las respuestas. Quizá el cuestionamiento más grande y que merece más deliberación es ¿cómo será la educación después de que superemos la crisis? El sistema educativo que por décadas se había mantenido casi igual, ha cambiado repentina y forzosamente. La escuela se ha visto obligada a aceptar y usar la tecnología y la innovación como herramientas indispensables y no solamente a algo “deseable”. También se ha revelado la inequidad de acceso a estas herramienta que permea en Jalisco y en el país.
Asimismo sabemos que estos cambios conllevan procesos de adaptación y de diálogo para resolver varias interrogantes urgentes, ¿cómo garantizamos que la educación llegue a todas y todos en una situación similar?, ¿qué es realmente necesario e importante aprender?, ¿cómo evaluamos los aprendizajes no académicos? ¿qué necesitan los docentes y las familias para enfrentar una crisis?; ¿se evaluará de la misma forma a quienes no tuvieron acceso a Internet? ¿los estudiantes que no lograron aprendizajes clave, tendrán apoyo extra o serán reprobados?
Esta experiencia colectiva es también una oportunidad irrepetible, cargada de posibilidades para que, como sociedad, visualicemos la escuela que queremos para el futuro. Para que revaloricemos la labor docente y la importancia del apoyo mutuo entre la escuela y la familia. Para que reflexionemos sobre la trascendencia de la educación para la vida, para la convivencia pacífica, la solidaridad y la responsabilidad que tenemos como parte de una comunidad, dar más valor a la colaboración que a la competencia. Para que establecer canales de diálogo entre los agentes educativos y la sociedad con el objetivo común de cimentar la educación para las generaciones presentes y futuras en Jalisco.
1Se puede descargar la investigación desde el siguiente enlace https://mexicanosprimerojalisco.org/pdf/investigacin-covid.pdf
2 INEE. (2017). Resultados PLANEA Secundaria. Recuperado de https://www.inee.edu.mx/wpcontent/uploads/2019/02/P2A336-secundaria2017.pdf
INEE. (2018a). Resultados PLANEA Primaria. Recuperado de https://www.inee.edu.mx/evaluaciones/planea/resultados-planea/
3 Datos de Jalisco en base a información de encuesta INEGI. (2018). Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de TIC en Hogares, ENDUTIH 2018. Tabulados estatales. Recuperado de https://www.inegi.org.mx/programas/dutih/2018/
4 Ídem (2019). Informe sobre la pobreza 2019. Datos de Jalisco. Recuperado de https://www.coneval.org.mx/Medicion/Paginas/PobrezaInicio.aspx
5 Datos de Jalisco SEP. (2019). Principales cifras del sistema educativo nacional 2018-2019. Recuperado de https://www.planeacion.sep.gob.mx/Doc/estadistica_e_indicadores/principales_cifras/principales_cifras_2018_2019_bol- sillo.pdf