Rectores de universidades y Directores Generales de las IES, escribo esta misiva para transmitir la preocupación de los profesores, en primer lugar, aunque también de los estudiantes, de los empleadores y de los padres de familia, por lo que sucede afuera de su Torre de Marfil, referente a los impactos de la IAG a la educación superior. Es inconcebible, como en la institución como impera el silencio, comprobable por sus páginas web, por sus planes de trabajo y los informes. En este escrito no sólo se pone en evidencia la inactividad identificada, se trata de contribuir con elementos para iniciar el camino de los desafíos y tareas, en el marco de lo académico.
Estimado directivo de educación superior de México, la presente es para expresarle que lo anda buscando la IAG. Seguramente desconoce las siglas, por lo cual es necesario leer esta comunicación, aunque no será suficiente para aprender sobre el tema.
En su favor, se disculpa el desconocimiento de las siglas, por el origen de su profesión de médico, abogado, administrador, ingeniero, biólogo, o cualquier licenciatura, dado que para ser el máximo directivo de una IES no necesariamente debe ser egresado de ciencias de la educación. Aunque la ausencia de estos conocimientos y competencias, explican lo errático en todo lo referente a la función de docencia. No es suficiente justificar el ser directivo por haber sido profesor, obviamente son funciones diferentes. Y si la IES pretende ser dirigida (de dirección académica) desde su experiencia vicaria de profesor, el resultado se puede anticipar.
El vertiginoso desarrollo de la tecnología, se encuentra en un momento inédito, por la exponencial presencia de la inteligencia artificial (IA). Ello ha impactado los cimientos de la educación superior porque lo digital y las transformaciones que conlleva, han vuelto obsoletos los modelos educativos, curriculares y pedagógicos de las IES, ancladas en el pasado, en el siglo XX. Por supuesto, quizás esto le indique la urgencia de la tarea ignorada de una actualización continua del modelo institucional.
No se pretende explicar el Blockchain, la Realidad Virtual, la Realidad Aumentada, el Metaverso y demás desarrollos que muchos directivos universitarios desconocen. Existe un convencimiento de las comunidades académicas sobre la poca disponibilidad e interés en estos temas y de la imposibilidad de su comprensión y aplicación en la institución, en parte, por las tareas burocráticas. Pero, si es una cuestión de valores profesionales, mostrar el rezago ocasionado por la directividad dada a las instituciones de educación superior. Como muestra, desde el 2019 se desarrolló en Beijing la Conferencia Internacional sobre la Inteligencia Artificial en Educación. Ministros y representantes de instituciones de la sociedad civil acordaron el llamado Consenso de Beijing, en el cual emitieron recomendaciones para la planeación de la IA en las políticas educativas. Como directivo, ni invitado, ni enterado; y, por lo tanto, sin actividades que informar. No omito comentar el planteamiento allí acordado acerca de cómo los avances tecnológicos en el campo de la IA en educación son una oportunidad para mejorar el acceso a la educación de los grupos más vulnerables. Por su contribución a la inequidad, que la equidad se lo demande.
Quizás ya está Usted preguntando al encargado del correo electrónico, si ha llegado algún comunicado de las dependencias superiores, sobre la IA. Y en efecto, en educación superior, la SEP, la ANUIES y el CONAHCYT como máximas instancias gubernamentales, donde se definen las políticas, líneas de acción o recomendaciones, en este caso sobre la IA, no han
Enviado ningún documento a su institución. No han encabezado la discusión pública y menos la agenda sobre este tema. Haber realizado conferencias, no cuenta, porque no responde a las expectativas y magnitud del desafío, con marca de incertidumbre y vulnerabilidad, de la IA.
Claro, aquí se alude a las diferentes pistas y velocidades donde transitan los académicos y los directivos universitarios. Los primeros en los esfuerzos por lo digital y los segundos algunos en mundos analógicos. La transformación universitaria se evalúa en el discurso o en los hechos disruptivos, donde hoy, el epicentro es la IAG. Por cierto, lo generativo de la sigla es por ser una rama de la IA cuyo centro es la generación de contenido original a partir de datos existentes. Por eso quizás se enteró del problema de la docencia tradicional donde se solicita a los estudiantes trabajos (ensayos) que la IA puede realizar. Y de allí la tentación de prohibir. Espero no sea su caso.
En el aniversario del lanzamiento oficial de Chat GPT, una herramienta de la IA la cual será recordada por su velocidad de uso y consultas por parte de los usuarios, las preguntas obligadas para el Rector o Director General, y otros directivos del más alto nivel de las IES son:
- Qué se está haciendo institucionalmente en el marco de la IAG, no en el sentido de infraestructura o de convenios, cuyos destinatarios sean los miles de docentes
- Hacia dónde es necesario transitar respecto de la IAG, en el marco de la función de docencia, de lo académico.
La presencia avasalladora del Chat GPT, causó: el inmovilismo, la prohibición o el impulso informado. Por favor, solicite a las comunidades universitarias contesten en cuál de las 3 opciones esta su institución, respecto del trabajo del Rector o el Director General.
Lo anterior, se ubica en el núcleo de la formación de los estudiantes, de allí la insistencia en lo no suficiente de las respuestas referentes a la organización de congresos u conferencias, aisladas, coyunturales o de iniciativas individuales de los docentes. La IAG impacta la formación integral de los estudiantes, directamente conectada con dos dimensiones de la teleología de la educación, la de contar con el ciudadano que el país requiere y con los profesionistas para participar en las necesidades del desarrollo local y global.
Dada sus características, se prevé que la IA impacte el conjunto de las profesiones, de las ofertas educativas actuales de las universidades e instituciones de educación superior, por ello, la urgencia de construir, no imponer desde visiones autoritarias, de manera colegiada y con el consenso cuya génesis sea el conocimiento de los participantes, una respuesta sobre el uso de la IAG en cada área del conocimiento y de la docencia.
Desde el conocimiento superficial, en el escalón superior del inmovilismo, los directivos reactivos se concretaron en prohibir el uso de la IAG, en emitir castigos por su uso, obviamente desde la mirada miope del plagio, sin considerar el otro extremo, el de una realidad, no del estudiante y sus tareas propias del ser universitario, sino del mundo laboral donde se desempeñará las siguientes décadas. Es esa expresión de lo inmediato y no del futuro.
Actualmente algunos directivos, ya en un estadio más en el sentido de promover el uso de la IAG, de optimizar sus ventajas, se destacan en lo nacional algunas universidades, cuya producción (respuesta a las preguntas anteriores) se ha concretado en documentos orientadores de la vida académica. He aquí una muestra, incluyendo una perspectiva internacional:
FECHA | INSTITUCIÓN | NOMBRE DEL DOCUMENTO |
2017 | Universidad Autónomade Madrid | Guía docente de IA. |
2019 | UNESCO | Conferencia internacional sobre la inteligencia artificial en la educación. Consenso de Beijing. |
Abril 2023 | UNESCO | ChatGPT e inteligencia artificial en la educación superior. Guía de inicio rápido. |
Septiembre 2023 | Universidad Iberoamericana | Lineamientos para uso de la inteligencia artificial. |
Octubre 2023 | Universidad de Guadalajara | Orientaciones y definiciones sobre el uso de la inteligencia artificial generativa en los procesos académicos. Guía práctica. |
Octubre 2023 | Universidad Nacional Autónoma de México | Recomendaciones para el uso de la inteligencia artificial generativa en la docencia. |
Por supuesto, existe la tentación (racionalización dice la psicología) a pensar que las tres instituciones nacionales del cuadro son de las más grandes del país, y por ello, han podido realizar documentos orientadores sobre el uso de la IAG. Pero, he aquí el ejemplo de la Escuela Bancaria y Comercial, una IES pequeña por su número de estudiantes, donde los directivos saben (tienen y usan el conocimiento) que la IAG está revolucionando la educación y de no incluirla de forma ética, responsable y constructiva se van a quedar rezagados; y por ello, han superado el ofertar cursos a los profesores, y están apostando por implementar el uso de la IAG como estrategia de aprendizaje para los nuevos planes de estudios y para las materias de los primeros semestres donde va a estar incorporado del 10 al 20 por ciento el uso de la IAG. No se trata de una promesa, hay evidencias del trabajo directivo porque en el último año la institución hizo una prueba con la IAG para comprender su uso e incorporarlo en los planes de estudios. Los docentes pusieron a la IAG a calificar y a resolver reactivos de exámenes, ensayos, actividades, entre otros; la IAG logró solucionar entre el 20 y el 40 por ciento de las pruebas. https://suplementocampus.com/un-plan-de-estudios-innovador-y-retador-tu-puerta-a-licenciaturas-especializadas-en-negocios-de-la-ebc-maestro-jeronimo-prieto-barbachano/
Retomando las preguntas anteriores, le comento la existencia de universidades o IES, en una situación semejante a la alegoría de la Caverna de Platón, cuyo conocimiento de la realidad son las sombras que ven producto de sus sentidos, en lugar del conocimiento inteligible. Así, respecto de la IAG, se hace necesario pasar de la comprensión a la aplicación, como pasos previos para llegar a la expresión de la creatividad institucional. En el peor de los escenarios, está el directivo universitario en camino a comprender la flexibilidad cognitiva y curricular que campea los aires de las IES desde hace tres décadas, mientras otros marchan al ritmo de la evolución de organizaciones de educación superior flexibles, en escenarios sociales, tecnológicos y de aprendizaje cambiantes.
Por ello, en el marco de esta misiva, además de lo ya expresado para su aprendizaje, se pretende comunicarle la construcción incipiente, de una rúbrica con un conjunto de criterios y descriptores respecto de la IAG. No significa un camino a seguir para llegar a experto, sólo son niveles de desempeño institucional, presentados desde la didáctica como una posibilidad de ser alcanzados por el Rector o el Director General.
Categorías | Pobre | Insuficiente | Competente | Experto |
Descripción breve de la categoría | Por debajo del nivel esperado | Cerca del nivel esperado | Ubicado en la finalidad de la tarea | Logra su cometido y más allá |
Máximo órgano institucional | El máximo órgano de toma de decisiones no ha participado | Producto de un trámite, un integrante comenta las implicaciones de la IA | Un integrante propone recomendaciones que constan en Actas | Se forma una Comisión por el máximo órgano y se aprueba un documento orientador |
Directivos de diversas instancias de la organización | No consta en documentos oficiales lo referente a la IA | Se han comentado diversas ideas, pero no se han documentado | Se han realizado actividades sobre qué hacer con IA en la docencia | Los documentos elaborados son las guías de las actividades académicas |
Es un tema de carreras de informática o computación | Los docentes y directivos han planteado que la IA impacta su carrera | Se conoce lo que la IA puede realizar en la docencia de la carrera | La docencia incluye a la IA porque se conoce el impacto producido en el mercado laboral | |
Es un tema de la dirección de tecnologías de la informacion, no del área académica | En las áreas académicas se alude al tema desde conocimientos personales | Los integrantes de las áreas han asistido a cursos sobre IA y trabajan en sus implicaciones académicas | Las funciones de las áreas académicas se realizan con las aportaciones de la IA | |
Profesores | No tienen indicaciones sobre el uso de la IA | Identifican la necesidad de recibir indicaciones sobre la IA | Cuentan con un conocimiento básico de los documentos oficiales y están usándolos para sus funciones | Manejan los docuentos oficales, hay discuciones sobre sus mejoras |
Obtienen información de la IA por medios informales | A veces asisten a eventos sobre IA y conocen sus generalidades | En la institución esta en marcha un plan sobre el uso de la IA, algunos ya tienen conocimientos sobre la iA | Cuentan con competencias profesionales, producto de la ruta formativa trazada por la institución | |
Desconocen su aplicación en las aulas | Tienen información de la aplicación de la IA en las escuelas | Han recibido formación docente y comienzan a aplicar sus conocimientos | Incluyen en sus planeaciones el uso de la IA y los estudiantes ya han generado evidencias de su uso |
Sin duda, ya existen directivos universitarios, cuyo encuentro con la IAG ya se ha dado, como el caso del ITESM que aprovecha el Metaverso al haber creado su propio campus virtual, que desde 2021 lo han usado más de 30 mil estudiantes. Y en el caso de la IAG, recientemente fue lanzado TecGPT, el modelo propio de inteligencia artificial generativa, cuya herramienta hace uso de contenido propio de la institución para apoyar la investigación y la educación. https://suplementocampus.com/tec-busca-usar-inteligencia-artificial-en-pro-de-la-educacion-rector/
Finalmente, es evidente para un directivo de educación superior que el instrumento anterior, además de proporcionarle una evaluación de su gestión institucional sobre la IAG, también puede ser usado de diversas formas. Uno, es factible conocer el nivel de desempeño desde lo planteado en el Plan de Desarrollo Institucional. Dos, desde los Informes Anuales donde se presentan los resultados alcanzados. Tres, las más importante, porque otorga legitimidad, la valoración institucional dada por la comunidad universitaria.
“Sin orientación institucional de ningún tipo, es probable que estas tecnologías se incorporen a los sistemas educativos de manera no planificada, con implicaciones inciertas y posibles consecuencias no deseadas. Idealmente, habrá una reflexión seria sobre
su lugar y papel, y luego se tomarán medidas para hacer realidad esta visión. No podemos simplemente ignorar las implicaciones a corto y mediano plazo de estas tecnologías para la seguridad, la diversidad del conocimiento, la equidad y la inclusión”
Sobhi Tawil
Director for the Future of Learning and Innovation, UNESCO