El uso del dibujo como herramienta formativa en la educación preescolar es una propuesta de Yulia Solovieva, investigadora de la Facultad de Psicología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
La casa de estudios informó que la académica y su equipo de trabajo han encontrado que dibujar constituye un proceso complejo en el que un niño agrupa en un espacio diversos elementos de su experiencia, para interpretarse a sí mismo y al mundo que lo rodea.
La hoja en blanco representa para el infante un reto de espacialidad y organización que puede superar con apoyo del dibujo, de acuerdo con la metodología establecida por Solovieva, ya que aprende a controlar los espacios y dominar el movimiento, ayudándolo a madurar en distintas formas.
La investigadora ha comprobado con éxito su propuesta del dibujo como una actividad formativa que facilita y disminuye dificultades en el proceso de lectoescritura en preescolares, que los prepara para su ingreso a la primaria.
“Tradicionalmente se piensa que la preparación para la escritura en primaria es que el niño lo haga desde preescolar; sin embargo, esto no es así. Antes de que empiece a escribir es necesario prepararlo de acuerdo con las necesidades de su desarrollo psicológico. Por ejemplo, se requiere de una orientación espacial precisa”, sostiene Solovieva.
Para los preescolares es más atractivo e interesante dibujar objetos que los rodean, que repetir de manera mecánica letras o vocales, símbolos que les resultan abstractos, explica la académica.
Es así que el método desarrollado por la investigadora y su equipo consiste en trabajar con objetos y la identificación de sus características diferenciales y esenciales, su comparación e identificación de formas, en una primera etapa.
La segunda fase es el trabajo simbólico con el planteamiento de gestos simbólico-expresivos para llegar a la representación de líneas horizontales y verticales, a través de gestos y pantomimas. La siguiente etapa es el dibujo.
“Se trata de un trabajo integral, atractivo, muy interactivo y afectivo, inclusive las maestras también sacan provecho porque les reduce el estrés y las emociones negativas que se pueden dar al realizar actividades mecánicas y poco reflexivas, ya que se genera un ambiente muy positivo en el salón de clases, con grupos pequeños”, afirma la especialista.
La investigación se ha probado en al menos seis generaciones de preescolares, a las que también se les midió el rendimiento al pasar a nivel primaria, teniendo como resultado que los maestros trabajan con mayor facilidad con niños que estuvieron bajo el método de Solovieva, en comparación con los que no, y que carecen de habilidades en el dibujo y no entienden qué es la imagen representativa.
Solovieva y su equipo de investigación han creado por más de una década diversas metodologías de enseñanza-aprendizaje en niños con y sin dificultades, tanto en lengua materna como del idioma inglés.
El método del dibujo debe aplicarse durante una hora diariamente, en alumnos de 3 a 6 años de edad, y pueden conocerse a detalles los procesos en el libro Dibujo, como actividad formativa en actividad escolar, de Editorial Trillas.
La investigadora invita a las instituciones educativas a probarlo, ya que no requiere de instalaciones, equipos o herramientas especiales para su implementación, únicamente preparación previa de los docentes, la cual puede proporcionar su grupo académico.