La ausencia de elementos básicos como agua potable, vivienda, tierras de cultivo, salud y educación, aunado a la presencia del crimen organizado han obligado a un número indeterminado de pobladores indígenas a desplazarse de su lugar de origen.
Esta situación que puede crear una crisis humanitaria sin precedentes en México, pudiera evitarse de contar con un número real de desplazados y políticas públicas dirigidas a evitar el desplazamiento o mitigar sus efectos sobre la población, señaló el maestro Jorge Mercado Mondragón, profesor-investigador del Departamento de Sociología de la Unidad Azcapotzalco.
Sobre este fenómeno que aqueja a las comunidades indígenas del país, el investigador realiza un análisis en el artículo El desplazamiento interno forzado entre pueblos indígenas: discusión para la elaboración de políticas públicas para su atención, que se incluye en el número 183 de la revista El Cotidiano, editada por la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Mercado Mondragón advierte que el problema del desplazamiento interno de indígenas no se puede visibilizar por la ausencia de un mecanismo para cuantificar la dimensión del problema, pero además no se cuenta con una instancia gubernamental encargada de políticas públicas en atención a esta población.
Organizaciones sociales del Programa de Intercambio Diálogo y Asesoría en Agricultura Sostenible y Seguridad Alimentaria alertan que debe atenderse la violencia generalizada que sufren las familias indígenas, por la fallida guerra contra el crimen organizado.
Estas organizaciones apuntan que un factor determinante que obliga al desplazamiento de comunidades completas y a la ausencia de datos, es la presencia del crimen organizado que, en muchas ocasiones en contubernio con las autoridades, obligan a las familias a desplazarse despojándolas de sus pocas pertenencias: tierras, animales y sus hogares para posteriormente apropiarse de su territorio para acciones ilícitas.
A esta situación se suma el despojo de tierras para la construcción de proyectos en zonas indígenas, así como cambios climáticos como las sequías al norte de México. Por ello para conocer el desplazamiento interno forzado en el país se debe hacer un censo en las zonas de reasentamiento y partir de una base para visibilizar y cuantificar el problema, así como realizar acciones en favor de la seguridad y el reingreso de la población indígena a sus lugares de origen.