Roberto Rodríguez Gómez
UNAM. Instituto de Investigaciones Sociales
Se está intentando una reforma de gran calado en el sistema educativo nacional. Se pretende modificar a fondo las formas de enseñanza y aprendizaje, actualizar el currículum de la educación básica con nuevos contenidos, más apegados a la realidad nacional y a los contextos locales, orientar la formación hacia el humanismo, procurar la articulación entre los niveles educativos, favorecer la trayectoria regular y el egreso oportuno de los estudiantes, apoyar los procesos de formación inicial y continua de los maestros, crear nuevas formas de evaluación que sirvan para mejorar continuamente los servicios y den lugar a la excelencia académica. Se pretende también dignificar la profesión docente y que ello repercuta en una revaloración de su prestigio social.
Y que la reforma irradie hacia toda la población en edad de estudiar, que la educación inicial y la superior sean obligatorias para el Estado, de buena calidad en ambos casos, que los servicios educativos públicos sean invariablemente gratuitos, incluso los de nivel universitario, que haya medios que aseguren el acceso, la permanencia en el sistema y la conclusión exitosa de estudios en todos los niveles educativos, que la población vulnerable reciba una atención especial y prioritaria, que el crónico rezago educativo sea finalmente superado, que se eliminen prácticas de discriminación, de violencia y acoso en las escuelas, que los maestros sean bien tratados por las autoridades educativas, que no desperdicien su tiempo en actividades administrativas de rutina, que entre la comunidad y la escuela se estrechen lazos, que las madres y padres de familia participen en la gestión escolar, que las maestras y los maestros tengan la posibilidad de incidir sobre los planes, programas y proyectos escolares, que los centros de formación docente, principalmente las normales, reciban el apoyo necesario para su consolidación y fortalecimiento, que se revise el currículum normalista, que se abran condiciones para la autonomía de gestión de estas instituciones, que se modernice la oferta de formación tecnológica en los niveles de educación media superior y superior, que los estudiantes logren una formación y nivel académico tal que facilite su ingreso satisfactorio y pertinente al mundo laboral, que en toda la enseñanza básica y en la media superior se enseñen lenguas extranjeras y lenguas originarias, que la población indígena sea educada en su lengua local y también en español, que se brinde atención especializada a los estudiantes de familias jornaleras, a los migrantes y a los que retornan del exterior, que se faciliten todos los trámites que involucra la actividad y la gestión escolar, que el personal de asesoría técnico pedagógica pueda cumplir adecuadamente con sus funciones de acompañamiento y complemento de la función docente frente a grupo, que los directores sean, en efecto, líderes de las escuelas y que coordinen productivamente al plantel docente y a los múltiples órganos de participación escolar que se incluyen en la nueva normativa, que los estudiantes en desventaja académica sean apoyados por tutores y que se incorporen a programas de nivelación, que la perspectiva de género y la perspectiva de derechos humanos sean los pilares de la renovación educativa del país, que se desarrollen programas de movilidad escolar que posibiliten el flujo de estudiantes entre programas e instituciones, que se apoye la movilidad hacia el extranjero, que las nuevas instituciones públicas de educación superior deriven beneficios a las comunidades en que están localizadas, que se eleven los niveles de cobertura y retención escolar en todos los tipos y niveles del sistema, en particular la educación media superior y la superior, que se reduzcan significativamente la deserción y la reprobación en los ciclos escolares, que se fomente el autoaprendizaje, el gusto por la lectura y el arte, la educación física y el deporte.
Que mejoren los hábitos de alimentación, se inculque una cultura de salud, se propicien ambientes de no violencia en todas las escuelas y se refuerce el civismo y la formación para la ciudadanía. Que se cumpla el calendario escolar sin interrupciones, que se haga realidad el derecho de las niñas, los niños y los adolescentes de contar con un maestro frente a grupo, que la prioridad constitucional en favor de la infancia y la adolescencia se traduzcan en una mejor atención y cuidado de los educandos. Que las escuelas tengan lo que requieren en materia de infraestructura, equipamiento, reparación y mantenimiento, que el programa de libros de texto gratuitos se acompañe de la provisión de otros materiales idóneos para el aprendizaje, que se aprovechen las tecnologías digitales para expandir el alcance de los servicios educativos, que los estudiantes aprendan, comprendan y hagan un uso formativo de los medios de información y comunicación a su alcance, que los maestros estén adecuadamente formados en habilidades digitales y que los centros escolares participen en redes de comunicación que les brinden acceso a contenidos útiles y novedosos. Que se desarrolle un sistema de información de que comprenda todo el sistema educativo nacional y que genere datos y resultados que sean útiles para la gestión, complementarios de la evaluación y de acceso público, para que todos los interesados conozcan de la marcha de la educación. Se va a enseñar y practicar arte en las escuelas, en especial la música, en particular la sinfónica, y se abastecerán las bibliotecas escolares, no solo para favorecer el aprendizaje de la lecto-escritura sino para inculcar el aprecio por la literatura, clásica y contemporánea, de autores nacionales y de otros países.
Y esta vez los procesos de admisión, promoción y recompensas a los docentes serán objetivos y transparentes, con una participación de los gremios magisteriales como testigos y no para incidir sobre estos procesos a su conveniencia, los sindicatos limitarán su acción a los temas laborales y las autoridades educativas de las entidades federativas, agrupadas en un renovado consejo nacional de autoridades educativas, coadyuvarán entre sí y con las autoridad educativa federal para compartir experiencias y prácticas exitosas, para ponerse de acuerdo en la implementación de la nueva generación de políticas educativas y para comunicar problemas y soluciones a los encargados de la dirección del sistema educativo nacional.
Las universidades y otras instituciones de educación superior expandirán su oferta para lograr elevar el nivel de cobertura, reducir la selectividad de estudiantes, apoyar la política de acceso universal a los egresados del ciclo previo, y gradualmente hacer realidad la promesa de una educación superior gratuita para todas y todos. Es un proyecto alentador, lo malo es que no hay recursos suficientes. Qué pena.