La evaluación es indispensable, sobre todo en el ámbito educativo; sin embargo, debemos preguntarnos si las pruebas a las que se someterán a los docentes son idóneas y podrán cubrir las exigencias que requiere la educación en México, señaló Manuel Gil Antón.
Durante el panel “Evaluación docente: amenazas y oportunidades” en el marco de la Semana de la Evaluación en México, 2015 realizado en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el profesor e investigador de El Colegio de México y director académico de Educación Futura, señaló que aunque los disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) atentan contra la Constitución al impedir las evaluaciones, el primero en faltar a la Carta Magna fue la autoridad educativa, al no poner a los maestros al centro de la reforma educativa.
La evaluación no está siendo idónea para decir qué profesores sí lo son.
Finalmente, Gil Antón señaló que esta reforma es evidentemente política y administrativa, pues señaló que aunque también es un elemento importante, no se está tomando en cuenta otro fundamental: el de los contenidos y procesos pedagógicos.
Por su parte, Jorge Javier Romero, investigador del CIDE, coincidió que esta reforma, mayormente administrativa, fue necesaria para modificar las prácticas corporativistas y clientelistas que dominaba el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
“Se ha logrado combatir lo que parecía un mercado de plazas que controlaba el Sindicato. Esta mafia de la compra y venta de los espacios docentes hizo que se incrementara el desprestigio social hacia los maestros”, explicó.
Por último, advirtió que el gobierno no ha retomado la rectoría de la educación, sólamente del Sindicato.
Evaluación no debe ser el centro de la reforma educativa
Para Teresa Bracho, integrante de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la evaluación no debe ser el centro de la refoma educativa, sin embargo, consideró que la formación continua debe representar el elemento más importante.
Ante la entrega de una alternativa de evaluación de la CNTE al INEE, Bracho reconoció que están trabajando en proyectos alternos de evaluación que tengan una mayor cobebertura y sea más inclusiva, sin embargo, dijo, resultaría muy complicado evaluar in situ a más de un millón y medio de docentes.
Finalmente, señaló que el anuncio de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de frenar las evaluaciones educativas lo realizó en apego estricto a sus facultades, pues, dijo, el INEE sólo tiene roles normativos y no de aplicación de las pruebas.