Apenas lleva un mes en la Universidad de Harvard, en Boston (Estados Unidos), pero la joven investigadora Leticia Díaz Beltrán dice que ya echa de menos el jamón y las patatas alioli de su tierra, Jaén. En todo caso, es un recuerdo que da por bueno si se tiene en cuenta cómo era su situación hasta hace poco. Esta experta en biocomputación, que empezó su doctorado hace tres años en el grupo de Biología de sistemas y organismos de la Universidad de Jaén (UJA), llevaba más de un año y medio trabajando gratis porque los recortes cortaron el grifo de la financiación en su investigación sobre la relación entre genética y autismo.
La situación de Díaz, cuya capacidad ensalzan todos sus profesores, no pasó desapercibida en la Unidad de Biología Computacional de la Harvard Medical School, dirigida por el doctor Dennis P. Wall, que ha sido quien le ha ofrecido un contrato de un año que le permitirá finalizar su tesis doctoral. “En principio se firmó un convenio de colaboración entre Harvard y la UJA por el que se facilitaría el intercambio de estudiantes entre ambas instituciones, con una beca de unos 3.000 euros, pero con los recortes todo quedo en palabras”, se lamenta Díaz desde Boston a través de correo electrónico…
Publicado en El País