“Se ha hecho un daño enorme a la educación y al gremio, al criminalizarlos, al señalarlos como clave del fracaso escolar del país, cuando es el contrario, son centrales para el proceso educativo, hay que tomarlos en cuenta”, aseguró David Fernández, Rector de la Universidad Iberoamericana.
Durante su participación en el videoforo Educación y migrantes: el olvido, organizado por Educación Futura y el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación, de la Universidad Iberoamericana, Fernández explicó que solo el 15 o 17% de niños migrantes tienen acceso a la educación, lo cual es una injusticia.
Entre las propuestas formuladas por el Rector de la Ibero destacan retirar a las y los niños del trabajo del campo, como dicha situación generaría problemas económicos a la familia, deberían dedicar tiempo pagado a la educación.
No se trata de una política asistencial, “debe ser una exigencia al estado que debe cumplir”. Una mayor flexibilidad en escuelas para que puedan atender a niños migrantes fue otro de los requisitos enumerados por el académico.
“Necesitamos, desde el punto de vista escolar y educativo, una reforma educativa distinta que atienda particularidades, que no generalice”.
Necesario modelo educativo intercultural y multigrado: Schmelkes
Un modelo educativo intercultural y multigrado o multiedad, es necesario para aprovechar esas diferencias y que no se conviertan en obstáculos, aseguró Sylvia Schmelkes, Consejera Presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Schmelkes resaltó que con esta población no se cumple el primer eslabón que es el derecho a la educación, dijo que se trata del sector de la población más excluido del derecho a la educación.
Como el mayor enemigo de la educación, calificó Schmelkes al trabajo infantil y resaltó que las y los jornaleros que trabajan con pequeños productores están en peores condiciones.
Aseguró que cuando las y los hijos de migrantes no tienen acceso a la educación acaban siendo trabajadores agrícolas, en un “ciclo de reproducción de la pobreza”.
La funcionaria explicó que los docentes que atienden a esta población enfrentan una gran problemática pues no son considerados como parte del Servicio Profesional Docente, por lo que tienen contratos dependientes del ciclo agrícola.
Schmelkes propuso que los alumnos estudien por modulos: “que puedan avanzar cuando están en un campo agrícola, sino lo concluyen que se lo lleven al siguiente lugar al que vayan”, para que de esta manera puedan ir avanzando.
Los migrantes son uno de los sectores más pobres y explotados de todo el país: Rodolfo Ramírez
Rodolfo Ramírez, investigador del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República expuso que los migrantes son uno de los sectores más pobres y explotados de todo el país, que para ellos no hay un estado de derecho, pues 80% de trabajadores no tienen contrato escrito.
Criticó como una debilidad del estado, el hecho de que se aplique una política certificadora libre de trabajo infantil, en vez de aplicar la legislación que garantizaría la educación.
Consideró que en la atención de los niños migrantes se debe hacer una esfuerzo especial, ya que dijo, deben ser atendidos en campos agrícolas. Y existe el inconveniente de que no se puede establecer una aula en un campo, porque es propiedad privada, no se pueden emplear recursos públicos.
Otra de las dificultades en la atención de esta población es que los ciclos presupuestales no permiten atender fácilmente la problemática, por lo que sería necesario crear fondos o fideicomisos
No hay datos del logro educativo de los migrantes: Carlos Rodríguez
Carlos Rodríguez, investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación, explicó que no hay datos exactos sobre el logro educativo de los niños migrantes y si muchas sospechas.
La población de niños migrantes oscila entre 279 y 326 mil y consiste en hijos de jornaleros agrícolas migrantes, que por motivos de trabajo de sus padres se trasladan al interior del país.
Los programas que han existido para atenderlos, por parte de la SEP y del Conafe han sido insuficientes para atenderlos y se concentran solo en los estados receptores de migrantes, es decir, responden a la demanda de los productores.
La migración, explicó Rodríguez, es pendular, salen de un lugar, se trasladan a otro estado 3 o 4 meses, según el ciclo agrícola, el cual no coincide con el ciclo escolar, y después regresan a sus lugares de origen.
En la actualidad hay un fondo en las escuelas a las que llegan los migrantes para solicitar recursos para material didáctico, pero de nada sirve si no hay maestros, ni servicios, concluyó el investigador.