Aleyda Gatell
“La educación no cambia el mundo, cambia las personas que van a cambiar el mundo”.
Paulo Freire
Abril de 2020. Una pandemia le exige al mundo detenerse, a cambiar nuestras formas de pensamiento. Nos vemos obligados a replantear todo aquello que hacíamos en las escuelas de manera cotidiana, nuestra rutina pedagógica ha sido interrumpida abruptamente.
Los sistemas educativos del mundo necesariamente tienen que responder ante las necesidades educativas extraordinarias. La cultura digital que apenas hace unos cuantos años se vislumbraba como algo futurista se volvió una realidad para la cual no todos estamos preparados.
Los docentes debemos preguntarnos qué podemos hacer por la cultura digital, ¿cómo queremos que aprendan nuestros alumnos y cómo están aprendiendo en la actualidad?, es por ello que debemos analizar cuál es el primer problema que quiero resolver.
Hoy más que nunca no podemos apartarnos de la realidad en la que vivimos, la desigualdad social impide que avancemos al mismo ritmo. Las brechas de aprendizaje y las brechas digitales son temas que ocupan toda nuestra atención y debemos desarrollar políticas que nos permitan disminuirlas.
Los retos que se nos plantean en materia educativa parecen ser inalcanzables, seguimos estando en una fase experimental, mientras en países de primer mundo las instituciones educativas tienen desarrollados planes y programas que se han adaptado fácilmente a las nuevas exigencias académicas, las economías emergentes apenas están tratando de entender qué sucedió y cómo resolverlo.
Sin embargo, no todos los docentes estamos planteando estrategias y soluciones, no porque no se quiera, sino porque muchos carecemos de los elementos necesarios para hacerlo. Para algunos nuestras prácticas se limitan a lo que hacemos dentro de un salón de clases, olvidando por momentos que la escuela es más que un simple edificio cerrado, sólo se concibe el proceso educativo en un espacio determinado, en embargo es momento de abrir nuestros horizontes y mantener la escuela abierta, a pesar de los candados, a pesar de la pandemia. Esto nos hace voltear a ver a las escuelas formadores de docentes y a su vez a toda la educación básica, donde se ha gestado un círculo vicioso que ojalá en breve pueda romperse.
Las sociedades digitales deben experimentar nuevas formas de aprender, encontrar en la tecnología recursos que nos puedan ayudar a alcanzar nuevas metas. Corresponde a cada uno de nosotros explorar nuevos límites, proponer estrategias que nos permitan desarrollarnos como individuos capaces de tomar decisiones en un mundo que cada vez de digitaliza más y más, sin dejar de lado los valores, la convivencia social, las relaciones con los demás y con nosotros mismos.
Considerar a todos aquellos que no tienen acceso a los servicios básicos, mucho menos a una televisión o un dispositivo electrónico conectado a la red. No se debe dejar a nadie atrás, es momento de buscar reconstruir el mundo desde sus cimientos.
Las Redes Sociales han planteado formas alternas de relacionarnos con los demás, estudiantes de diversas edades que tienen acceso a internet pasan muchas horas conectados en plataformas en las que obtienen entretenimiento, es un deber ético encontrar las rutas para llegar a ellos y a sus intereses, así como identificar a dónde quieren llegar para acompañarles en el proceso.
Esto exige a los docentes tener la capacitación y motivación suficiente para poder encontrar en la tecnología un aliado y un potencial de empoderamiento. Se requiere de creatividad y constancia, esto último dará resultados además de satisfactorios, útiles para acortar las brechas digitales.
La exigencia a las autoridades deberá estar acompañada de propuestas que estén pensadas en nuestros alumnos, en sus padres de familia, en nosotros como profesionales de la educación y en hacer de nuestro sistema educativo, algo mejor.
Es importante transformar las cosas desde adentro, donde nuestro rol como educadores nos permita participar, opinar y ser una parte activa en la toma de decisiones que coadyuven a afrontar los retos de la sociedad actual.
aleyda.gatell@hotmail.com