Vaya regreso que tuvieron los maestros después de su receso escolar: la liberación de la maestra Elba Esther Gordillo en las últimas horas del 7 de agosto; el anuncio de que Gilberto Guevara Niebla, aún consejero del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), se sumaría al equipo de transición de Esteban Moctezuma, próximo Secretario de Educación Pública; los horrores, errores y burlas de las que fue objeto la Secretaría de Educación Pública (SEP) por una mano con seis dedos que apareció en el libro de 2º grado de matemáticas de primaria; la sustitución del Acuerdo 696 (por el que se establecían las normas generales para la evaluación, acreditación, promoción y certificación en la educación básica) por el 12/05/2018 (por el que se establecen las normas generales para la evaluación de los aprendizajes esperados, acreditación, regularización, promoción y certificación de los educandos de la educación básica); y la nueva moda de la SEP denominada “Clubes” en preescolar, primaria y secundaria (además de los ajustes administrativos en cuanto a las cargas horarias, el tiempo de receso de los alumnos, y la elaboración de proyectos a partir de una madurez organizacional); fueron, algunas de las noticias más relevantes que, debo decirlo, a más de uno lo dejaron boquiabierto.
Y es que mire usted, para como están las cosas en el medio educativo, el que sucedan varios acontecimientos, de manera secuenciada y en una misma semana son, simple y sencillamente, para no creerse. ¿Quién es su sano juicio pensaría que “La Maestra”, después de poco más de 5 años en los que estuvo “presa” saldría en libertad justo el día en que a López Obrador le entregarían su constancia como Presidente Electo de México?, ¿quién es su sano juicio pensaría que un férreo y empedernido defensor de la mal llamada reforma educativa sería invitado a colaborar en la SEP por el que, a partir de diciembre de este año, asumirá el cargo que algún día ocupó Vasconcelos?, ¿quién en su sano juicio pensaría la vorágine “administrativa” que desencadenaría la implementación del modelo educativo 2017 en preescolar, primaria y secundaria y los acuerdos que de éste se han desprendido? Y remató: ¿quién en su sano juicio no pensaría que la SEP, de nueva cuenta, cometería un “oso” del tamaño del mundo en los libros de texto gratuitos?
Interesantes cuestionamientos que, desde luego, invitan a la reflexión, pero a una reflexión en serio, porque si usted los analiza a detalle podrá darse cuenta que, en la semana del 6 al 10 de agosto, muy poco se habló del tema educativo y sí, en demasía, del político. ¿Por qué no se habló de lo que les espera a los profesores y alumnos una vez que inicie el ciclo escolar 2018-2019, en cuanto a las dificultades que se tendrán para trabajar los contenidos, dado que del 3º al 6º grado de primaria y 2º y 3º de secundaria, los profesores deberán hacer los ajustes “necesarios” para planificar y evaluar conforme lo indica el acuerdo 12/05/2018 y el nuevo modelo educativo?, ¿por qué no se habló de la reducción de horas-minutos que tendrán, a partir del ciclo escolar 2018-2019, asignaturas fundamentales como el español y matemáticas, dada la implementación de Clubes que se desprenden de la famosa “Autonomía Curricular”?, ¿por qué no se habló de la incapacidad de la SEP para capacitar a los maestros sobre temas fundamentales relacionados con el socioconstructivismo, constructivismo, educación socioemocional (diagnóstico y estrategias para su abordaje), metodologías y estrategias de aprendizaje (ABP, Aprendizaje colaborativo, Aprendizaje cooperativo, etc.), planeación (a partir de la metodología y estrategia seleccionado y con ¿secuencia didáctica?), evaluación (instrumentos de valoración), entre otras tantas cuestiones más?
Si, por qué no se habló de todo ello. La pregunta, aunque parece ingenua, no lo es. Y no lo es porque lamentablemente, estamos tan acostumbrados a observar y ser testigos de todos esos acontecimientos que acaparan los medios de comunicación, impresos y digitales, cuya naturaleza es estrictamente política, que se nos olvida que existen otros tantos temas que son medulares en la formación de los estudiantes mexicanos. Es obvio y, con la “invitación”, por ejemplo, que el mismo Moctezuma le hizo a Guevara Niebla para que se integre a su equipo que, gobiernos van y gobiernos vienen, ya sea de derecha o de centro (y en este caso de izquierda) que la educación les importa un bledo.
No pocos maestros olvidan que Guevara Niebla cometió tremendo error en el Congreso Nacional de Investigación Educativa (COMIE) en la Ciudad de Chihuahua cuando, en medio de ciertas expresiones de inconformidad de varios profesores por la evaluación punitiva, éste le expresó a un maestro que “no tenía derecho a hablar”; no a pocos profesores se les olvida que este personaje, líder estudiantil del movimiento de 68, poco hizo cuando los maestros fueron evaluados a punta de tolete y escudo; no a pocos mentores se les olvida la aplicación de una evaluación puntiva, pero además mal diseñada, por el mismo Instituto que hace unos días efusivamente felicitaba a un integrante de su Consejo por ser parte del equipo del que hace unas semana criticaba hasta el hartazgo; no, no a todos los maestros y maestras se les olvida…
Y por si fuera poco, no a todos los maestros se les olvida que López Obrador prometió en campaña (y aún lo sigue haciendo) que cancelaría la reforma educativa impulsada por Peña Nieto; caray, en política se dice que la forma es fondo y, ciertamente, Obrador aún no ocupa la Presidencia de la República, sin embargo, con la serie de anuncios que ha venido haciendo en voz propia y a través de sus colaboradores, esa, su cuarta transformación educativa, se antoja simple, vana y llena de ocurrencias.
Espero que el Presidente electo transite hacia un proyecto serio y hable en serio. Cansados los maestros estamos de simulaciones como a las que el gobierno peñista nos acostumbró con su “reforma educativa”. Espero que el próximo Secretario de Educación, haya aprendido la lección que vivieron sus antecesores Chuayffet, Nuño y Granados, y que los foros de Consulta para lograr una reforma de la reforma educativa que, a decir de él, comenzarán el próximo 27 de agosto, no sean un absurdo preámbulo de una transformación que no transforme nada.
Tiempo al tiempo.