Rogelio Javier Alonso Ruiz*
El ciclo escolar 2019-2020 difícilmente podrá ser olvidado por la comunidad educativa. Quedará marcado como aquel periodo en el que, repentinamente, se cerraron las puertas de las escuelas, tras el amenazante avance de la pandemia provocada por un virus procedente de Asia. El sistema educativo se puso a prueba ante un reto, hasta hace poco, inesperado, que llevó a la práctica de la enseñanza a distancia, con todas las implicaciones sociales, culturales, organizativas y pedagógicas que esto conlleva. El gran desafío vivido durante la pandemia deberá representar un trampolín para repensar con mayor claridad el futuro de la escuela.
Así pues, la práctica educativa durante la contingencia sanitaria es una valiosa oportunidad para la reflexión y el aprendizaje. Bajo esta premisa, ha surgido un libro colectivo titulado Cuando enseñamos y aprendimos en casa. La pandemia en las escuelas de Colima, que busca precisamente contribuir al entendimiento del fenómeno educativo durante esta época tan singular. La obra, que cuenta con el respaldo de Puertabierta Editores, fue coordinada por Juan Carlos Yáñez Velazco y, quien escribe estas líneas, Rogelio Javier Alonso Ruiz, contando con la participación de 17 autores que nutrieron las páginas con sus experiencias y conocimientos.
Quizá uno de los aspectos más valiosos de esta obra sea su mirada tan diversa. Los autores de los textos van desde la estudiante que vio esfumado su evento de graduación hasta el funcionario de gobierno que coordinó las acciones educativas a nivel regional. Los enfoques asimismo son variados: hay quienes privilegiaron la narración de sus experiencias personales, permitiendo una aproximación a sus angustias, frustraciones y satisfacciones, pero también los que prefirieron analizar los hechos desde las estadísticas, los documentos oficiales y la teoría educativa. Geográficamente, el libro viaja por los calurosos contextos de los municipios costeños y los frescos parajes de la región norteña colimense, con las características sociales y económicas que conlleva cada escenario. Ofrece pues la obra una pluralidad de perspectivas que seguramente ayudarán a formar en el lector un panorama muy amplio y nítido de la práctica educativa durante la pandemia.
Los retos que supuso la contingencia sanitaria para la actividad escolar quedan perfectamente retratados en la obra. Tales desafíos se presentaron en diversos ámbitos: en lo emocional, como aquella directora que cuenta cómo enfrentó el desmoronamiento de ánimo de su colectivo; en lo organizativo, relatado magistralmente por la docente que se alió con las encargadas de la tortillería del barrio de la escuela para echar a andar la estrategia educativa a distancia; y en lo pedagógico, problema abordado por el supervisor que hacía recomendaciones sobre la naturaleza y la cantidad de las actividades de aprendizaje. A lo largo de las páginas del libro se demostrará la grandeza de la tarea realizada aun cuando numerosos factores apuntaban hacia su fracaso.
La obra permite identificar aciertos y errores de lo experimentado, pero también vislumbrar posibilidades para el futuro. En ese sentido, el contenido del libro da pie al planteamiento de numerosas preguntas cuya respuesta no necesariamente se encuentran en las páginas del texto, sino que tendrán que germinar en las mentes de todos los integrantes de la comunidad educativa. Decía Albert Einstein que en las dificultades yacen las oportunidades y, en ese sentido, esta obra busca reflexionar sobre un desafío tan significativo como lo fue la educación en tiempos de pandemia, para promover un mejor futuro para la escuela.
*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía.
Twitter: @proferoger85