A través de una carta publicada en redes sociales, un grupo de investigadores, representantes de la sociedad civil, padres de familia, directivos de escuelas y maestros rechazan las propuestas de desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, lo cual “implicaría cancelar la oportunidad de contar con datos, evidencias y conocimiento que enriquecen el debate público y permiten conducir la política educativa con base en información de calidad, lo cual resulta especialmente importante frente al complejo contexto de cambio que nos espera.”
En el documento, al cuál piden adherirse con los investigadores Alma Maldonado (DIE-Cinvestav) y Pedro Flores Crespo (UAQ) advierten que el INEE nos ayuda a saber si la educación en el país avanza o retrocede; ello permite enriquecer un debate abierto que pugne por la construcción de un México más justo e igualitario.
En el texto se exponen cinco razones por lo cual no debería ser eliminado:
- El INEE fue creado en 2002 con el propósito de brindar —con independencia de las autoridades federal y estatales— información válida sobre distintos componentes del sistema educativo nacional. La desaparición del Instituto implicaría cancelar la oportunidad de contar con datos, evidencias y conocimiento que enriquecen el debate público y permiten conducir la política educativa con base en información de calidad, lo cual resulta especialmente importante frente al complejo contexto de cambio que nos espera.
- El INEE, como órgano constitucionalmente autónomo, es coincidente con las aspiraciones democráticas del gobierno electo, en tanto que la información que produce permite cuestionar con rigor técnico el desempeño de las autoridades e instituciones responsables del quehacer educativo, así como coadyuvar a la transparencia y la rendición de cuentas.
- En relación con la evaluación docente, si se revisa la Ley del INEE se constatará que, entre sus atribuciones, no está la de fiscalizar a los profesores, sino que le corresponde, sobre todo, establecer los criterios técnicos para el diseño y calificación de los instrumentos que la autoridad educativa aplica. Puesto que todos estos criterios son perfectibles, estamos a favor de que el INEE haga un ejercicio de reflexión profunda, escuche voces diversas, replantee sus funciones, atienda un diseño de gobierno más abierto, proponga un plan de austeridad en términos de los salarios de los altos mandos y se aboque a lograr una mejor comunicación y difusión de los resultados de sus evaluaciones, a los maestros y las escuelas.
- En una reforma que en algún sentido sí afectó los derechos laborales de los profesores, entendemos su malestar. Estamos convencidos de que el gobierno y, en específico, la política educativa, se conforman por la integración de diferentes elementos, entre los que destacan la escucha, el diálogo razonado y la objetividad. Hacemos un llamado a todos los interesados en mejorar la educación del país, de aprovechar esos elementos para analizar la relevancia de lapermanencia del INEE, por la cual estamos abogando.
- Con los datos generados por el INEE acerca del funcionamiento del sistema educativo nacional, la sociedad mexicana tiene herramientas para cuestionar, con razón y fundamento, las políticas educativas e imaginar posibles soluciones. El INEE nos ayuda a saber si la educación en el país avanza o retrocede; ello permite enriquecer un debate abierto que pugne por la construcción de un México más justo e igualitario.
“La educación pública es un legado que todas y todos debemos cuidar con la razón y el entendimiento en la pluralidad”, concluyen.