Es probable que se reanime el Pacto por México; acaso el gobierno retome la iniciativa; digo, si es que quiere retomar la rectoría de la educación. Las vacaciones le dan un respiro, para los maestros los asuetos son sagrados.
Las luchas políticas pueden tomar mil formas, pero su esencia es la misma: la pugna por el poder. No he leído mucha literatura acerca de los movimientos sociales, pero los autores que conozco evitan caracterizarlos como corrientes políticas, porque sus demandas son antiautoritarias y de oposición al poder establecido. Los movimientos que persisten, sin embargo, se enredan en los juegos del poder y buscan beneficios tangibles. Tal es el caso de los maestros agrupados en la CNTE.
En su reunión del sábado pasado en Tuxtla Gutiérrez, los liderazgos agrupados en la CNTE acordaron continuar su lucha contra la reforma educativa de Enrique Peña Nieto en tres vertientes: la jurídica ante las instancias legales; la política mediante movilizaciones y paros; y la pedagógica con propuestas de educación popular.
Las estrategias privilegian la línea política. Las instancias jurídicas ya se agotaron, los amparos contra las reformas constitucionales no procedieron, mas los líderes de los maestros disidentes se refieren a continuar con las presiones en la Segob y en el Congreso para evitar que se aprueben las leyes secundarias. Esas presiones no son jurídicas, son políticas.
En sus comienzos heroicos, los maestros agrupados en lo que hoy es la CNTE sí buscaban introducir innovaciones pedagógicas, tanto en Chiapas como en Oaxaca; los libros de Susan Street (Maestros en movimiento: transformaciones en la burocracia estatal, 1978-1982) y de Lorena Cook (Organizing Dissent: Unions, the State, and the Democratic Teachers’ Movement in Mexico) dan cuenta de ello. Pero es asunto del pasado; hoy las propuestas pedagógicas se reducen a la defensa de lo existente, en particular al uso patrimonialista de las plazas.
En Oaxaca hay signos preocupantes. Aunque en la Sección 22 del SNTE no se identifica un líder carismático, las diferentes corrientes que la forman toman posturas cada vez más intransigentes. Van contra la democracia. Con el fin de demostrar su poder clausuraron las secciones electorales, tomaron las estaciones de radio y, como siempre, bloquearon edificios públicos y comercios establecidos. Un elemento temible: la “asamblea” trata de imponer un criterio único a todos los maestros; no se les permite una militancia política independiente, atenta contra las libertades cívicas. Cinco maestros se hallan en capilla porque manifestaron sus preferencias por un candidato del PRI, están a punto de perder sus puestos y los privilegios que conlleva ser maestro en Oaxaca.
No defiendo al PRI, ese partido tiene medios para su resguardo. Lo que me aterra es que frente a una violación de una libertad tan fundamental como el derecho a opinar, un conjunto de personas se convierta en censor de las conciencias. De allí al fascismo no hay mucho trecho. Por supuesto que no hay comparación con los movimientos fascistas de la preguerra en Europa, pero lo que pasa debe preocuparnos, tal vez mañana sea demasiado tarde.
La CNTE disfruta de lo que los estadunidenses llaman momentum. Es la fuerza hegemónica en Oaxaca, mayoría en Guerrero, Michoacán y en la Sección 9 del DF. Sus demandas en contra de la reforma atraen a más docentes a lo largo del país mientras que el gobierno del presidente Peña Nieto perdió la iniciativa.
El ejercicio del poder demanda arte y prudencia, fuerza y concentración, diría Maquiavelo. Él suponía que el príncipe debería tener esas virtudes para que sus súbditos le fueran fieles; hoy diríamos que los ciudadanos de una república confíen en que el mandatario ejercerá el poder para beneficio de la nación. Mas no se ve la mano del gobierno más allá de advertencias de que no se dará marcha atrás y que se cumplirá con la ley. Tal vez mucha prudencia y poco arte; parece que los opositores tienen la fuerza y la concentración.
Tras las elecciones del domingo, es probable que se reanime el Pacto por México; acaso el gobierno retome la iniciativa; digo, si es que quiere retomar la rectoría de la educación. Las vacaciones le dan un respiro, para los maestros, incluidos los disidentes, los asuetos son sagrados.
Retazos
Fui candidato a rector general de la UAM. La Junta directiva designó a Salvador Vega y León. Lo felicito y le deseo éxito. Espero que en su rectorado crezca el prestigio de mi Casa Abierta al Tiempo.
*Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana