Luis Medina Gual
Aunque la pretensión federal es el regreso a las clases presenciales, en realidad las escuelas de sostenimiento particular no prevén una única manera de iniciar el ciclo escolar 2021-2022. Lo anterior fue una de las tónicas de la conferencia de prensa del pasado 19 de agosto convocada por la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP): https://bit.ly/PosturaNOM237yRegresoaClasesCNEP .
Y esto es lógico si ponemos en perspectiva la diversidad de los centros educativos de sostenimiento particular que existen. Los particulares abarcan desde escuelas en zonas rurales de la sierra de Chihuahua, hasta centros en el corazón de San Pedro Garza García en Nuevo León o en zonas urbano marginadas de diferentes ciudades del país.
Así pues, pensar que existen las posibilidades y condiciones de que todas las escuelas particulares regresen a la presencialidad el 30 de agosto es simplemente romántico. En la realidad, la presidenta de la confederación, la Lic. María de Jesús Zamarripa, recuerda que los centros deben considerar, además de las prescripciones de la SEP Federal, las recomendaciones y lineamientos de las secretarías estatales (que no siempre son coherentes con la federación).
Dicho lo anterior, se mencionan varias posibles acciones de los centros educativos de sostenimiento particular:
- Modalidad presencial: donde se plantea que todos(as) los(as) estudiantes regresen de manera simultánea a los centros educativos. Las implicaciones de esta modalidad son la dificultad de bajar la densidad de estudiantes por salón, de facilitar la ventilación, el seguimiento de salud de la comunidad educativa, entre otros retos. Sin duda se plantea la de mayores retos sanitarios. En la práctica, la presencialidad en realidad se plantea en un tipo de esquema mixto con asistencia alternada y escalonada de estudiantes.
- Modalidad mixta: donde los estudiantes asistirán algunos días al centro escolar (se rotan con su generación o con otras generaciones) y algunos otros trabajarán a distancia. Esta modalidad tiene la finalidad de evitar una mayor densidad por salones o espacios escolares. La dificultad que se prevé es para con las familias (logística) y con el seguimiento de los(as) estudiantes que estén en sus casas a través de clases a distancia durante los días que les sean asignados.
- Modalidad a distancia: que ya conocemos y se encuentra mediado por diferentes tecnologías. Es importante mencionar que muchos colegios particulares plantean la posibilidad de iniciar a distancia este nuevo ciclo escolar por 3-4 semanas con la finalidad de valorar las condiciones para el regreso presencial. A esto le denominan un “arco de salud”.
- Modalidad híbrida: que se refiere al trabajo sincrónico de estudiantes presenciales y a distancia. Por su complejidad pedagógica y costos, parece que sólo algunas de las instituciones particulares habrán de optar por esta opción. En particular el reto de formación docente es uno de los principales obstáculos. Aunado a lo anterior requiere una inversión alta de infraestructura y conectividad que no se vería de gran utilidad a mediano o largo plazo si no se va a conservar esta modalidad para otros ciclos escolares. Además, hay que considerar que el ciclo escolar pasado fue el que mayores pérdidas de alumnado ha traído para las instituciones particulares. Sin duda, esta modalidad es de la que más se habla en los centros de sostenimientos particulares pero casi con certeza va a ser la menos operada.
En síntesis, el regreso para las escuelas particulares será tan heterogéneo como son los contextos, tamaños, nivel de consolidación y niveles educativos que se ofertan. Incluso, dentro de un mismo centro, se plantea, en muchas ocasiones, la posibilidad de que se opere más de una modalidad dependiendo del nivel educativo. Por ejemplo, algo común en algunos centros particulares urbanos es que los preescolares y la primaria baja regresen de manera presencial, mientras que primaria alta y secundaria regresen en un esquema mixto y la media superior regrese en modalidad a distancia o híbrida. Esto es lógico si se piensa que cada modalidad también es más fácil de operar dependiendo del nivel educativo de los(as) estudiantes.
Así pues, al menos desde los centros de sostenimiento particular, cobrará gran importancia el que cada familia pueda corroborar la modalidad que habrá de operar durante este nuevo regreso a clases. Para quienes regresen a través de la presencialidad, la preservación salud física y emocional va a ser el mayor reto, mientras que para quienes regresen en un esquema híbrido, tanto la salud como lo pedagógico y tecnológico brindarán un interesante bricolaje de retos.
Departamento de Educación
Universidad Iberoamericana, CDMX
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