La meta para lograr la cobertura universal de Educación Media Superior (EMS) del grupo de edad de 15 a 17 años, “tomará dos décadas más de lo previsto por el gobierno mexicano”, advierte el informe 2014 del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), El derecho a una educación de calidad.
En febrero de 2012, el ex presidente Felipe Calderón firmó un decreto para universalizar la educación media superior; para cumplir este propósito se estableció un tiempo perentorio de 10 años, pero de acuerdo con datos recientes del INEE, este periodo será insuficiente para alcanzar el objetivo.
De acuerdo con este informe, en las últimas cuatro décadas el ritmo de escolarización en México ha avanzado 0.12 grados en promedio cada año. Hasta ahora el promedio de escolaridad de los mexicanos es de casi 9 grados académicos, lo que equivale a tener la secundaria concluida, por lo que avanzar tres grados más y tener como promedio el bachillerato concluido, puede tardar hasta un cuarto de siglo.
Actualmente la matrícula de este nivel de estudios es cercana a los 4 millones y medio de alumnos, quienes asisten principalmente a centros escolares públicos (dos terceras partes), con profundas diferencias en la calidad de los mismos.
Por ejemplo, una mayor proporción de planteles privados, 50.9 por ciento, cuenta con estructuras de personal más completas para asumir tanto funciones de gestión como pedagógicas, en contraste con 32.7 por ciento de los planteles públicos.
No obstante, los bachilleratos privados atienden a más alumnos con extra edad. El promedio a nivel nacional, según reveló el INEE es de 23.2 por ciento de la matrícula de estudiantes de EMS, concentrándose la mayor parte en los planteles privados cuyo porcentaje es superior a la media y llega a 24.4 por ciento.
“La matriculación oportuna ocurre cuando se ingresa a un nivel escolar sin rebasar la edad típica, por ejemplo de 6 años para comenzar la educación primaria y de 15, para la media superior. La matriculación oportuna a las escuelas primarias es de 96.7 por ciento, y se reduce a 83 y 64.2 por ciento para las de secundaria y media superior, respectivamente”, señala el informe del INEE.
Las diferencias en la EMS, también se pueden ver por sectores poblacionales, ya que las localidades con menos de 100 habitantes alcanzan un porcentaje de matriculación de 60.7 por ciento, mientras que en las ciudades este porcentaje sube a 63.1 por ciento.
De acuerdo con el INEE, “estas dos últimas cifras indican que los efectos acumulados del rezago a lo largo de la educación básica se expresan de manera similar en la matriculación no oportuna a las escuelas de educación media superior, sin importar su ubicación urbana o rural”.
Sumado a ello, “los problemas de falta de relevancia, que se convierten en causa de la ineficiencia del sistema, indican que todavía hay mucho por hacer para lograr la tercera A, de adaptabilidad. Y para muchos alumnos, sobre todo de educación secundaria y media superior, la escuela no es un sitio agradable donde se aprende lo necesario para la vida y donde se sienten respetados y seguros: hay también camino por andar para lograr la aceptabilidad”.
Por lo anterior, el INEE recomendó, “pensar seriamente en las necesidades de creación de nuevos planteles y no agrandar los existentes debido al efecto negativo que las mega-escuelas traen en la atención educativa y la deserción escolar. Igualmente, deberán tener atención especial en materia de infraestructura y equipamiento en las modalidades a distancia, para evitar nuevas vetas de exclusión e inequidad en este importante subsistema”.
La importancia de la EMS para el empleo
La empleabilidad de las personas aumenta con la Educación Media Superior, pues mientras 46 por ciento de los hombres y 41 por ciento de las mujeres logran obtener un empleo estable con la educación básica concluida, con la Media Superior estos porcentajes aumentan al 59.7 y 63.7 por ciento, respectivamente.
“Tomando como base el salario horario de los trabajadores asalariados cuya máxima escolaridad fue de educación media superior completa, el salario horario relativo de quienes no tenían la educación básica representó 63% del que tenían sus pares con educación media superior”, señala el informe del INEE.