A los analistas oriundos consolidados, como Carlos Javier Sorroza Polo, Concepción S. Núñez Miranda, Francisco José Ruiz Cervantes, Gloria Zafra, Héctor Pineda Santiago, Isidoro Yescas Martínez, Javier Sánchez Pereyra, Joel Vicente Cortés, Olga J. Montes García, Porfirio Santibáñez Orozco, Rigoberto León Monterrubio, Samael Hernández Ruiz, Víctor Raúl Martínez Vásquez, se une una voz joven, la de Óscar Hugo Faustino Zacarías.
Óscar Hugo es un oaxaqueño, hijo de maestros, que decidió hacer objeto de estudio a la S-22. La desmenuza con la óptica de las políticas públicas, con seriedad, rigor lógico, coherencia teórica y una prosa clara. En noviembre pasado presentó su tesis de maestría en la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, Diseño de la evaluación del desempeño docente: implicaciones en Oaxaca.
Óscar Hugo escogió el aspecto más rebatido de la Reforma Educativa de 2013: la Evaluación del Desempeño Docente (EDD). Examina cómo entró en la agenda nacional y afectó el proceso de toma de decisiones políticas. Observa cómo el convenio del gobierno de Felipe Calderón con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos se extendió a un acuerdo de colaboración entre esa organización y el presidente electo, Enrique Peña Nieto, para llegar al Pacto por México. Allí se hicieron patentes quiénes eran los aliados del gobierno —los dirigentes de los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática— y los adversarios, el SNTE y la CNTE.
Óscar Hugo se hace cargo de explicar el diseño de la EDD, desde la reingeniería constitucional a los aspectos de mayor detalle, como la falta de infraestructura escolar. Examina cómo el problema público, la baja calidad de la educación, derivó a asuntos concretos como la organización de las escuelas, el currículo y la falta de maestros “idóneos”.
Y, para cada problema, el gobierno de EPN diseñó respuestas precisas que se manifestaron primero en leyes y luego en programas como Escuelas al 100, la Escuela al centro, el Nuevo modelo educativo 2016 y, su foco, el servicio profesional docente. Después desmenuza el Sistema Nacional de Evaluación Educativa, las instituciones e instrumentos que lo comprenden para arribar al meollo, la ejecución práctica, que en su enfoque teórico se denomina implementación.
Estudia la implementación de la EDD en las escalas macro, nacional y micro, Oaxaca. Aquí es donde entra la S-22. Óscar Hugo despliega cómo la dirigencia se opuso a una política gubernamental que define como regulatoria, racional y descendente. Califica esa oposición como una variable exógena que condicionó la aplicación de la reforma en la entidad.
Disgrega la protesta política y social de la CNTE motivada por la pérdida de control sobre las plazas y el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca. Dilucida lo que la reforma sí reformó en Oaxaca y las trabas que persisten.
El jurado calificador de su tesis felicitó a Óscar Hugo por la calidad de su trabajo, la diligencia que mostró para —en meses— hacerse cargo de un asunto que cambia a cada momento. Él sorteó bien las dificultades que implica analizar una cuestión de la que no se sabe cuál será su desenlace.
Ese escrito es una prueba consistente del uso de nociones teóricas sofisticadas para el análisis concreto. La revisión de la literatura que presentó de las corrientes teóricas en el campo de las políticas públicas fue exhaustiva. Le sirvió para construir conceptos y luego aplicarlos con lógica y congruencia.
Diseño de la evaluación del desempeño docente: implicaciones en Oaxaca no es recomendable para quienes esperan un manifiesto político, la defensa de una causa o la condena del gobierno. Pero es indispensable que la lean quienes busquen encontrar explicaciones sensatas y quieran ampliar su conocimiento sobre la S-22, la CNTE y la Reforma Educativa del gobierno de Peña Nieto.