La reforma educativa no se negocia con nadie y no hay contrato laboral existente, colectivo o no, que pueda estar por encima de los derechos de los niños a recibir educación de calidad, dijo el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor.
Al presentar los resultados preliminares, no desagregados, del Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial realizado por el INEGI -donde se encontró que hay en el país 2 millones 144 mil 991 “personal censado”-, Chuayffet dijo que la centralización de la nómina de maestros en la SEP (cuyo pago se dejaba hasta ahora a los gobiernos estatales) se hará para transparentar el gasto y no como medida para controlar secciones sindicales o acabar con dobles negociaciones: con la federación y con los gobernadores.
[El “personal censado” no representa el número de maestros efectivos en el país y así lo explica el INEGI: “Las personas que laboran en más de un centro de trabajo fueron contadas en cada uno de ellos, cuando esto fue así, el Censo las registró más de una vez y por ello se habla de “personal” y no de “personas”]
Chuayffet rechazó que esta centralización sea un paso atrás en la federalización educativa, ocurrida en 1992 como parte del Acuerdo de Modernización de la Educación, y que en muchos sentidos no ha podido completarse (el gobierno del Distrito Federal, por ejemplo, no tiene el control de las escuelas de enseñanza básica públicas).
“En políticas públicas no puede haber secuencia lineal; en 1992 los estados [excepto el DF] se hicieron cargo de la educación básica y normal. Esa operación seguirá así y no se centralizará. La nómina sí, pero para efectos de transparencia en el gasto corriente y no para atajar cuestiones sindicales, aun cuando esto significará un trabajo enorme para la SEP, que desde 2008 detectó severos problemas en el pago de nóminas, y que ahora deberá hacer llegar su cheque catorcenal a cada maestro y maestra en todo el país”, dijo.
Los resultados del Censo, una vez conocida su desagregación, darán lugar a la integración del Sistema de Información y Gestión Educativa (Siged), a través del cual se elaborarán las nóminas. “Los maestros que no estén en este Sistema se quedarán fuera y tendrán serias repercusiones en sus ingresos” en enero de 2015, dijo Chuayffet en referencia a las 24 mil 943 escuelas que no permitieron la entrada de los encuestadores. La mayoría de estos centros escolares no censados se encuentran en Chiapas, Oaxaca y Michoacán.
Escuelas “fantasma”
En la presentación de los resultados preliminares del Censo –los definitivos y desagregados se presentarán en marzo de 2014, Eduardo Sojo, director del INEGI, informó que de las escuelas no censadas, en 24 mil 242 (97 por ciento) no se dejó entrar al personal del INEGI o no respondieron en línea los cuestionarios; 460 centros fueron “no localizados” y por contingencia operativa (cuestiones de inseguridad o desastres naturales) 241.
Al tratar de explicar por qué puede haber “centros no localizados”, Sojo dijo que se tiene registro de ellos pero que “no se cuenta con información” respecto del presupuesto que pudieran ejercer o el personal que pueda estar registrado en ellos. “En marzo sabremos”, afirmó.
Otros datos del Censo
El personal censado fue de un millón 987 mil 511.
El personal no censado es de 157 mil 480 (datos que ya tenían y que hacen referencia a las cifras de planeación para el levantamiento del censo en las entidades donde no se permitió la entrada del INEGI).
Hay 261 mil 654 centros de trabajo en operación (escuelas, lugares administrativos con plazas de maestro, bibliotecas, etcétera).
Se censaron 23 millones 667 mil 973 alumnos.
Los alumnos no censados fueron 2 millones 18 mil 156 (también con cifras de planeación previas en Chiapas, Oaxaca y Michoacán). El total de alumnos es 25 millones 686 mil 129.
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