*Jaime Valls Esponda
La declaración de la UNESCO del año 2009 ha sido conocida como la declaración de la Responsabilidad Social de la Educación Superior, en ella se estableció que la educación superior es un bien público y responsabilidad de todos los actores, pero fundamentalmente de los gobiernos; y tiene el reto de avanzar nuestra comprensión sobre las situaciones actuales, tanto locales, nacionales, como globales, y la capacidad de transformarlas.
Por su parte, el Programa Sectorial de Educación del Gobierno Federal en su objetivo 6, propone que el elemento indispensable para la transformación de México en una sociedad del conocimiento, es la educación científica y tecnológica, a la que agregaríamos la humanística por lo que comentaremos adelante.
En ese marco, la ANUIES estableció en su Plan de Trabajo el proyecto “Fortalecimiento de las capacidades científicas para el desarrollo”, con el propósito de fomentar la investigación y el trabajo en red, enfocados al desarrollo nacional y regional. Se propuso, en consecuencia, desarrollar espacios regionales de discusión en los cuales se analizarán y discutirán, desde una perspectiva académica internacional, los problemas y propuestas de solución para el desarrollo de cada una de las seis regiones de la ANUIES, con la participación de investigadores de prestigio locales, regionales, nacionales y del extranjero.
Estos espacios apoyarán, sin duda, a las Instituciones de Educación Superior en el cumplimiento de su deber social. De esta manera se diseñaron 6 cátedras con los temas de “Metropolización”, para la Ciudad de México; “Economía Regional”, en la región centro sur; “Innovación Tecnológica” para la centro occidente; “Energías Renovables”, en la noreste; “Medio Ambiente y Desarrollo”, en la noroeste, y “Ética del Desarrollo Sostenible”, para la sur sureste; temas coincidentes en gran medida, con los retos globales enunciados por la UNESCO.
El tema de la Cátedra asignado a la región Sur Sureste de México se explica en razón de que es una región diversa y dispar, con grandes potencialidades y claras oportunidades de desarrollo; no obstante, sus posibilidades de avance fundamentado en el conocimiento tienen que ver no sólo con sus capacidades técnicas y científicas para impulsar su desarrollo, en los términos establecidos en la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, sino en una clara dimensión ética y humana que subyace en los procesos de desarrollo.
La ética del desarrollo, como bien dice Denis Goulet (1996) “tiene una doble misión: hacer más humana la economía y mantener viva la esperanza frente a la aparente imposibilidad de alcanzar desarrollo humano para todos”.
La bioética es parte de esa corriente de pensamiento que busca tender puentes entre los avances de la ciencia, la técnica y el humanismo. O como diría Van Rensselaer Potter, uno de sus fundadores, la bioética es el conocimiento de cómo usar el conocimiento para beneficio de la humanidad y la naturaleza.
Uno de sus precursores en México fue el doctor Manuel Velasco Suárez, hombre de ciencia, universal y humanista; por eso denominamos la Cátedra ANUIES “Ética del Desarrollo Sostenible” con su nombre, en reconocimiento a su trayectoria y labor en el impulso de la bioética como condición necesaria para el desarrollo humano sustentable.
*Secretario general ejecutivo de la ANUIES jaime.valls@anuies.mx @jaimevalls