Cañada Honda, Aguascalientes: Renovando su compromiso con la sociedad

Sergio Ortiz Briano y Armida Guadalupe Medina*

A poco más de cien años de que fueron creadas las normales rurales cuando se estableció la primera de este tipo el 22 de mayo de 1922 en Tacámbaro, Michoacán, estas escuelas mantienen su reconocimiento como instituciones que además de haber contribuido de manera importante en el establecimiento de vínculos entre el gobierno federal y la escuela con la población rural, también fueron determinantes en la conformación del Sistema Educativo Nacional que hoy conocemos.

Con el avance del siglo XXI, la formación de mujeres y hombres para el magisterio rural desde este tipo de instituciones, continúa demostrando, con hechos, que a pesar de las reformas y transformaciones educativas implantadas durante las últimas décadas, se mantiene viva su Misión.

La realidad histórica que las ha mantenido en circunstancias de múltiples limitaciones debido al escaso apoyo por parte de las autoridades, hace vigente la lucha de los estudiantes por la mejora de las condiciones de los internados, tanto como por la preservación de este sistema de formación de maestras y maestros rurales; situación que permite que continúen siendo reconocidas por sus prácticas de resistencia. En este sentido, la esperanza de reivindicación que estas escuelas llegó a significar para las clases campesinas y las comunidades marginadas del México de la posrevolución, trasciende hasta nuestros días y les otorga sentido en una época en donde el uso de la tecnología y de las redes sociales demanda la presencia de maestras y maestros capaces de afrontar, con pertinencia, los problemas de la educación del siglo XXI. 

La Escuela Normal Rural “Justo Sierra Méndez”, de Cañada Honda, Aguascalientes, hoy se mantiene como una digna representante de los anhelos y aspiraciones que dieron origen a un proyecto pedagógico surgido a la sombra de la Revolución mexicana. Un proyecto educativo que tuvo un impulso importante durante el gobierno de Lázaro Cárdenas cuyos ideales han adquirido sentido a través de la formación de generaciones de maestras rurales con una educación integral, que se explica a través de los cinco ejes que rigen la vida cotidiana en este tipo de instituciones: académico, político, cultural, deportivo y módulos de producción.

A partir de su establecimiento como Regional Campesina en el estado de Chiapas en 1937, y su posterior traslado a esta comunidad de Cañada Honda los primeros días de febrero de 1939, esta institución comenzó a sentar bases importantes para la construcción del prestigio social con que hasta hoy cuenta. Un reconocimiento que ha sido explícitamente manifiesto no solo por sus estudiantes y todas las generaciones de egresadas, profesores y funcionarios educativos, sino también, por la opinión pública.

Aunque durante sus primeros años al igual que todas las regionales campesinas del país, ofreció sus servicios a jóvenes mujeres y hombres, no sería sino a partir de 1943 cuando, tras la unificiación del Plan de estudios para la carrera de profesor normalista urbano y rural, comenzó a trabajar en la formación exclusiva de mujeres, tanto de la zona de influencia como de otras entidades del país.

Hoy que nos encontramos a poco más de 87 años de su fundación, reconocemos que el prestigio conquistado es resultado del esfuerzo de todas aquellas personas, mujeres y hombres que, como integrantes de su planta laboral o desde su función directiva, se han encargado de darle vida a sus concepciones y creencias en torno a la formación de maestras rurales. En el mismo sentido, el papel de sus estudiantes ha determinado gran parte de la imagen de aprobación y reconocimiento que se tiene de esta escuela en el terreno de la formación de maestras rurales.

Entre las maestras y los maestros que han destacado por su contribución en la definición del rumbo y fortalecimiento de la escuela normal rural de Cañada Honda que hoy tenemos, por mencionar algunos, a Don Álvaro Narváez, quien fuera el primer director al establecerse esta escuela en Cañada Honda en 1939; tambien se encuentra la maestra Esperanza Mateos Molina, directora de 1943 a 1949, quien logró la recuperación de la matrícula, luego que se viera disminuida a partir de 1943 por la aplicación del Plan de estudios de 1942, en el que se incrementaba a seis años la carrera de maestro. El profesor Juan Olivas Franco, responsable del Comité de Estudio y Biblioteca durante el ciclo escolar de 1947 quien tuvo la iniciativa de lanzar “la iniciativa […] para que se pusiera el nombre del Maestro Justo Sierra a nuestra Escuela” (Informe de actividades, Caja 25, Archivo Histórico de esta Normal). Iniciativa que fue aceptada y desde el mes de octubre de ese año la propia institución lleva el glorioso nombre del insigne educador. Igualmente, al Maestro Manuel López Oñate, quien fuera jefe del Sector Normal en Guanajuato en los años treinta y amplio promotor de la ideología socialista, director en Cañada Honda entre 1950 y 1951; así como al Profesor Alfredo Vargas Lara, director en 1959, mismo que se convertiría en Director fundador del CREN de Ciudad Guzmán, Jalisco en 1960.

Pero también, en la época reciente se destaca la presencia de mujeres y hombres que desde la función directiva, han sabido interpretar los retos de la formación de maestras rurales para el siglo XXI, en donde sobresale el apoyo decidido para alentar la participación del profesorado en el Programa para el Desarrollo Profesional Docente, una política diseñada para las instituciones públicas de educación superior y que ha impactado en la habilitación, construcción y mejoramiento de los espacios que integran esta loable institución. así como sortear con pertinencia las complejidades que implicó la crisis sanitaria de los últimos años ocasionada por la COVID-19. Aquí destaca la gestión del Dr. Raúl Bárcenas Ramírez, la Maestra Ma. Refugio López Serna, la Dra. Mayela Legaspi Lozano y la actual Directora, la Dra. Lluvia Ofelia Palomino Robledo.

La Escuela Normal Rural “Justo Sierra Méndez”, de Cañada Honda, Aguascalientes, les rinde un homenaje a todas esas mujeres y hombres que han contribuido en el engrandecimiento de nuestra escuela, a sus egresadas y estudiantes. Renueva su compromiso con la sociedad y con todas las Instituciones Formadoras y Actualizadoras de Maestras y Maestros del país.

*Sergio Ortiz Briano y Armida Guadalupe Medina González. Profesores investigadores de la Escuela Normal Rural “Justo Sierra Méndez”. Cañada Honda, Aguascalientes. Adscritos al Área de Investigción.

Facebook Comentarios

Leave A Comment