Rosalía Nalleli Pérez-Estrada
“Todas las sociedades avanzadas se enfrentan, en mayor o en menor grado de profundidad, al reto de reinventarse” dice Innerarity (2017) en su libro titulado ¿Cómo es una sociedad innovadora?.
En él, establece que el reto mayor de las sociedades radica en reinventarse, teniendo a la innovación como eje central de la competitividad y sostenibilidad, sin dejar de poner acento en las personas, quienes requieren construir redes de colaboración y potenciar la educación para lograr una mejor cohesión social, múltiple.
Su propuesta es interesante sobre todo cuando establece que para lograrlo, la ciudadanía en su totalidad debe de ser implicada pero siendo coherente con sus valores asociados, así como el comportamiento y las actitudes. La lectura del libro se vuelve necesaria y lleva a la reflexión de cuánto hace falta el rescate de valores mientras que al leerlo, se contempla desesperanzadamente cómo la convivencia familiar se va difuminando con tanta modernidad. La nueva tecnología facilita la unión de las sociedades del conocimiento pero al mismo tiempo ayuda a diferir la comunicación directa.
Su uso se vuelve indispensable en el siglo XXI y ayuda a la competitividad pero a la vez se vuelve una limitante para la comunicación que se genera cara a cara, cuando se usa de manera indiscriminada y sin una educación adecuada. Las limitantes, llamadas pantalla, distancia, teclado y redes, más la carencia del calor humano o del timbre de voz hacen que la distancia sea más certera pero, al mismo tiempo, que se vuelva absorbente para los usuario y que a la vez impide, por ejemplo, a unos padres de familia en una fiesta familiar, perder de vista a sus 4 hijos de aproximadamente 11 y 12 años de edad, todos ellos besándose en la boca entre todos y a la vez, más una chica de aproximadamente 16 años tomándole fotos y que a la vez haya gente observando y que no se sienten con la autoridad moral o social, para explicarles que esas manifestaciones de amor son interesantes, pero que ya en triejas o cuatriejas suelen ser ligeramente incómodas para quienes no están acostumbrados ante tanta modernidad o nuevos comportamientos.
Todos (los cuatro chicos) riendo y bebiendo, festejan a su modo, mientras la gente que los observa mira atónita su desparpajo y su rebeldía al ser echados a un lado, por la tecnología que está en las manos de sus padres. Los padres, -8 personas diferentes-, sentados a escasos 30 metros y tomando cerveza también sin hacerles caso, ensimismados en sus móviles de vez en cuando, ven a uno y a otro hijo acercarse a ellos, como diciendo, “no se preocupen estoy bien”. Los padres, sin percatarse de la situación, continúan en su fiesta.
Para los que observan, la invasión del sentimiento de tristeza y de coraje inunda sus corazones sin saber exactamente qué hacer ante tal panorama. Una rabia infinita los invade porque al igual que el autor del libro que habla de una sociedad innovadora, saben que hace falta generar cambios que lleven a la innovación social, pero que ante todo, hace falta revisar la crisis global a la que hace referencia el autor, cuando también sugiere que se refuercen los valores, tales como la educación, la formación, la igualdad de género, el respeto a la diversidad pero sobre todo observar lo que se quiere cambiar.
Indudablemente la sociedad está cambiando. Las tecnologías inundan los mercados y la competencia y los egos generan el deseo de acceder a todos para estar a la altura de las exigencias sociales. Sin embargo, la búsqueda de la innovación no debería de perdernos, como dice el autor “nos está tocando vivir la paradoja de una sociedad que presume de conocimiento (así nos autodenominamos) y al mismo tiempo vive sumergida en una permanente y profunda incertidumbre, impotente ante los ritmos en que se producen los cambios”. Estos cambios requieren ser también considerados en la educación formal, para saber cómo guiar a aquellos que son huérfanos a causa de la tecnología y que están creciendo y buscan experimentar nuevas sensaciones.
Nuestra responsabilidad al estar inmersos en estas nuevas sociedades empieza cuando debemos de saber qué decir o qué hacer ante estos cambios sociales, sin caer en el rechazo ni en la crítica, y sí poder apoyar a quien a gritos pide la atención de un adulto.
Daniel Innerarity (2017) ¿Cómo es una sociedad innovadora? E-book.
*Rosalía Nalleli Pérez-Estrada. Directora de Universidad Santander, Campus Tlaxcala. Profesora por asignatura, de la Universidad Politécnica de Tlaxcala. rosalia_na@hotmail.com