“Llueve, pero no importa. Esta lluvia parece más un llanto del cielo por nuestros 43 hermanos desaparecidos. Sin embargo, nada nos parará; ya estamos cansados de que no exista justicia, no sólo en el caso Ayotzinapa, sino por todas las situaciones que no se han aclarado”.
Señaló Marisol Hernández, estudiante de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros durante la marcha en conmemoración del primer aniversario de los hechos ocurridos en Iguala, donde 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raul Isidro Burgos” fueron desaparecidos cuando realizaban acciones de boteo y recolección de fondos para viajar a la Ciudad de México.
Lo sucedido en Guerrero, continúa la estudiante, fue la “gota que derramó el vaso social”, pues gracias a estos hechos, miles de ciudadanos hartos del malestar social, las precarias condiciones de vida, las constantes injusticias y robos por parte del gobierno, han salido a la calle a demostrar su descontento y a exigir un cambio radical del sistema.
Esto no es cuestión de partidos políticos ni de ideologías, es cuestión de sentido común, porque no podemos permitir de ninguna manera que se utilicen técnicas de terrorismo de Estado que utilizaron los gobiernos priistas del siglo pasado.
Finalmente, considera que los jóvenes estudiantes son una pieza fundamental en un posible cambio en la estructura social porque “con ideas nuevas, mejor preparación y las nuevas tecnologías se pueden crear las bases para una sociedad más equilibrada”.
Por su parte, José Luis Vázquez, miembro de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), dijo que este reclamo social va más allá de la explicación lógica de la aparición de los normalistas, también tiene que ver con la exigencia de una mejor educación y garantía de cobertura de la misma.
Recalcó que lo sucedido en Ayotzinapa ha obligado al Gobierno Federal a voltear a ver a estas escuelas y reconocer el olvido que por décadas han sufrido las Escuelas Normales Rurales.
Ante ello, el profesor oaxaqueño espera que con estas movilizaciones a las que se une la CNTE, el estado se sienta presionado por mejorar este sistema educativo, pues estas escuelas son base para una mejor formación de docentes.
Por último, pidió a toda la sociedad mexicana unirse a las diversas manifestaciones sociales así como respaldar a los maestros disidentes que luchan contra la reforma educativa y la evaluación docente.
Durante esta marcha, el Gobierno del Distrito Federal reportó una asistencia de más de 18 mil asistentes, sin embargo organizadores y organizaciones civiles reportaron más de 60 mil, sin incidentes de gran magnitud.
En el mitin realizado al finalizar la marcha, padres y familiares de los estudiantes convocaron a una Asamblea General Popular, para el próximo 16 de octubre, en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, donde definirán el plan de acción para los próximos meses.
Es impresionante ver lo grande del corazón del pueblo mexicano, la gente, aún con sus problemas, tiene espacio en sus corazones para nuestros 43 hijos.