La Cámara de Senadores aprobó un dictamen para que las autoridades correspondientes promuevan la incorporación de contenidos de desarrollo sustentable, mitigación, adaptación y reducción de la vulnerabilidad al cambio climático y protección del ambiente, en los diversos ciclos educativos, especialmente en el nivel básico.
En el dictamen, avalado con 66 votos, se explica que es necesario adquirir conocimientos, valores, aptitudes y la motivación para incidir decisivamente en la preservación y cuidado sustentable de la megadiversidad del país, en donde la educación ambiental desempeña un papel fundamental.
La reforma reconoce a la educación ambiental como una herramienta que tiene un impacto positivo, por lo que su reorientación hacia el desarrollo sustentable es fundamental: incide en el ámbito educativo formal y no formal, además de repercutir en la conducta, cultura, y estilos de vida de los ciudadanos, a favor de la conservación de la riqueza ambiental y la participación en la solución a los grandes problemas ambientales.
En el panorama internacional, el concepto de educación ambiental y su aplicación comenzaron a cobrar auge internacional con la celebración de la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano en 1972. Posteriormente se dieron avances importantes como la creación de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.
A nivel nacional, por otra parte, resalta la suscripción del Compromiso Nacional de la Década de la Educación para el Desarrollo Sustentable, en marzo de 2005. Posteriormente se publicó e implementó la Estrategia de Educación Ambiental Sostenible, en la que se identificó el estado que guardaba el tema en el país y a partir de ello se establecieron una serie de estrategias y líneas de acción.