En elPrimer Congreso Universitario Internacional sobre Adicciones que organizó la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Ricardo Gerardo Hidalgo Luna, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló que el consumo de alcohol en los jóvenes, aumentó de 40 a 70 por ciento y diversos estudios advierten que el grupo de mayor riesgo para el desarrollo de la “adicción” legal son los estudiantes de centros de educación superior, añadiendo que “el alcohol es una droga socialmente aceptada que incrementa ocho veces más las posibilidades de consumir otras sustancias adictivas”.
El patrón de consumo de los jóvenes universitarios consiste en “beber en fiestas o reuniones grandes cantidades de alcohol hasta llegar a la embriaguez, casi siempre durante los fines de semana, práctica que reúne dos factores peligrosos: regularidad y abuso en la cantidad, una fórmula con la que se llega rápidamente a la dependencia”, explicó.
Puntualizó que “en esta problemática no hay diferencia de género: las mujeres consumen alcohol en la misma proporción, aunque lo ocultan más”.
Afirmó que muchas son las condiciones que determinan al joven a llegar a la dependencia: la falta de identidad y autoestima, la baja tolerancia a la frustración, el bajo ajuste adaptativo, angustia, tensión, falta de rendimiento escolar, exceso en la demanda académica, no encontrar vocación, rechazo en el grupo, soledad o una baja percepción del riesgo del consumo, entre las principales.
En el ámbito personal están “la tensión familiar, violencia intrafamiliar, distanciamiento afectivo o escaso vínculo afectivo con la familia, la pérdida de respeto, poca comunicación, falta de alternativas para aprovechar el tiempo libre, la imitación de estereotipos familiares, la falta de supervisión y una disciplina inconsistente”, agregó.
Explicó que, además, el aspecto social es “otro elemento importante, y factores como la pobreza, el estrés sicosocial, el desempleo, la falta de apoyo comunitario y la disponibilidad de las drogas son puntos importantes que se deben atender2.
Finalmente, indicó que 2se debe fortalecer la importancia del afecto en la familia y recomendó un vínculo fuerte entre padres e hijos, la participación de los padres en la vida del joven, los límites claros y la disciplina consistente mediante el diálogo, la negociación, y la vivencia de consecuencias a un acto equívoco, y la comunicación constante”, esto genera capacidad de protección y resiliencia.