Miriam Martínez
En experiencias migrantes, a pesar de las posibilidades poco flexibles que brinda el estado para acceder y permanecer en la escuela, el apoyo familiar es clave para dar continuidad a trayectorias educativas.
Durante una mesa sobre escuela y experiencia migrante en el XVI Congreso Nacional de Investigación Educativa (CNIE) organizado por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE); Juana María Islas Dossetti, y Carlos Rafael Rodríguez Solera, presentaron un estudio que caracterizó factores coincidentes en alumnos migrantes que concluyeron su educación básica.
A través de dicho estudio cualitativo que utilizó el método biográfico para construir relatos de vida, el Doctor Rodríguez Solera, miembro del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la Universidad Iberoamericana, explicó cuatro características de los niños que lograron completar su educación básica.
“Los migrantes que terminaban manifestaron tener un apoyo moral, material e intelectual de parte de la familia”, afirmó Solera, es decir, quienes se sienten animados y valorados al estudiar, probablemente tienen menos probabilidades de abandono escolar.
Así también, el tiempo de permanencia en los lugares de residencia, sus modalidades de trabajo en horarios alternos a la escuela y la flexibilidad que la escuela muestra para adaptarse a la situación de alumnos, fueron factores destacados de que expresaron los investigadores de la IBERO.
Por su parte, un estudio hecho por Luz María Montelongo Díaz Barriga, María Fernanda Álvarez Gil, María Mercedes Ruiz Muñoz de la Universidad Iberoamericana, coincide con el anteriormente presentado en afirmar que el amor y apoyo familiar son una de las principales fuerzas para continuar con deseos escolares y laborales.
El segundo estudio visibilizó las voces de jóvenes mexicanos migrantes viviendo en EUA, beneficiarios del programa programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés); documentando cómo viven y resignifican el proceso de lucha por el reconocimiento y el derecho a la educación superior.
La doctora Ruiz Muñoz destacó que este y cualquier movimiento social de lucha y exigencia, son espacios para la formación y construcción de sujetos que buscan el reconocimiento legal y social.
Para finalizar el diálogo, Carlos Rodríguez, investigador del INIDE, destacó que existe en común tanto en contextos de migración interna como externa mucha dificultad para que estas personas puedan hacer un uso efectivo del derecho a la educación.
Por lo cual es necesario flexibilizar la oferta educativa, ya que no todas las situaciones migrantes son iguales; a lo que la Mtra. Islas Dossetti agregó la posibilidad de aprender de experiencias internacionales para saber qué aciertos y errores existen al atender a la población migrante.