Roberto Rodríguez Gómez
UNAM. Programa Universitario de Estudios sobre la Educación Superior
Si bien la propuesta de articulación de la enseñanza básica fue un objetivo planteado desde el sexenio de Vicente Fox (2000-2006), esta meta no se cumplió en la forma pretendida, aunque se sentaron bases para facilitar su continuidad. En la administración encabezada por Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), el tema fue abordado desde el inicio del sexenio. La SEP de ese periodo contaría con algunas ventajas para dar viabilidad a la idea. La primera, de fundamental importancia, la convergencia política entre el gobierno federal y la dirigencia del SNTE, que se materializaría, primero, en la designación de José Fernando González Sánchez, yerno de la lideresa Elba Esther Gordillo (diciembre de 2006), así como, posteriormente, en la suscripción de la Alianza por la Calidad de la Educación (mayo de 2008). La ACE incluía, entre otros elementos, el acuerdo de impulsar la reforma de los enfoques, asignaturas y contenidos de la educación básica, la enseñanza de inglés desde preescolar y la promoción de la interculturalidad.
Un segundo aspecto que coadyuvó en el diseño de la “transformación educativa”, como fue designada la política educativa sexenal (Plan Nacional de Desarrollo 2007-2018), fue la asesoría brindada por diversos organismos nacionales y extranjeros, entre ellos la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). También, según se anota en el informe final de la reforma, en el lapso de marzo de 2007 a junio de 2011, el Consejo Nacional de Autoridades Educativas “analizó y aprobó los procesos y productos derivados de la construcción de la Reforma Integral de la Educación Básica; asimismo, tomó y dio seguimiento a 49 acuerdos.”
El tercer elemento favorable fue la prioridad que el gobierno federal asignó al proyecto en el Programa Sectorial de Educación 2007-2012. El instrumento programático fijaba como objetivo central de la política educativa sexenal la “elevación de la calidad educativa”. Dentro de ese propósito general, una de las estrategias era “realizar una reforma integral de la educación básica, centrada en la adopción de un modelo educativo basado en competencias, que responda a las necesidades de desarrollo de México en el siglo XXI.” Con los siguientes elementos: a) asegurar que los planes y programas de estudios estén dirigidos al desarrollo de competencias e involucrar activamente a los docentes frente a grupo en estos procesos de revisión y adecuación; b) revisar y adecuar el perfil de egreso de la educación básica; establecer estándares y metas de desempeño en términos de logros de aprendizaje esperados en todos los grados, niveles y modalidades de la educación básica; c) estimular nuevas prácticas pedagógicas en el aula para el tratamiento de los contenidos de los libros de texto; d) experimentar e interactuar con los contenidos educativos incorporados a las tecnologías de la información y la comunicación.
Parte del trabajo estaba adelantado, por las reformas curriculares del preescolar (2006) y la secundaria (2011). Restaba la reforma integral de la educación primaria y el modelo de articulación entre sus tres niveles. Además, se emprendería un proyecto complementario: la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), basada en el modelo pedagógico de competencias y con el objetivo de articular el Sistema Nacional de Bachillerato (SNB).
La implementación de la reforma curricular de la primaria fue un proceso gradual. En el informe presidencial de 2008 se informó que “en el periodo septiembre 2007 a agosto 2008, la SEP promovió el diseño de una nueva versión del currículo de primaria para el 1er. y 3er. ciclos, orientada al desarrollo de competencias (…) La propuesta curricular será piloteada en 5 mil escuelas primarias de todo el país a partir del ciclo escolar 2008-2009, con el propósito de retroalimentarla y efectuar adecuaciones y/o modificaciones pertinentes.” Un año después, el informe anual de la SEP indicaba la programación piloto de los programas de los grados faltantes, así como la consolidación de los experimentados el año previo. En 2009 y 2010 se publicaron, en el Diario Oficial de la Federación, los acuerdos SEP correspondientes al plan de estudios y los programas de primaria.
En 2010 la SEP dio a conocer el “Plan de estudios 2009. Educación básica. Primaria”, elaborado por la Dirección General de Desarrollo Curricular. Por último, el informe SEP 2011 indica que durante el ciclo escolar 2010-2011 “se concluyó la revisión, actualización y articulación de los programas para la educación básica, los cuales se concretaron en un Plan de Estudios que articula los tres niveles”. En ese documento se afirma, además, que el Plan, los programas correspondientes y los estándares curriculares de la Reforma (la RIEB) concluirán su generalización en el ciclo escolar 2011-2012”.
Como culminación del proceso, el 19 de agosto de 2011 se difundió, en el Diario Oficial de la Federación de esa fecha, el Acuerdo 592 en que establece la Articulación de la Educación Básica. La SEP publicó, además, un volumen explicativo de la RIEB titulado “Plan de estudios 2011. Educación Básica”. En este documento se sintetiza el enfoque de la reforma con base en tres pilares: competencias, estándares curriculares y aprendizajes esperados. Son definidos de la siguiente manera: “Una competencia es la capacidad de responder a diferentes situaciones, e implica un saber hacer (habilidades) con saber (conocimiento), así como la valoración de las consecuencias de ese hacer (valores y actitudes). Los Estándares Curriculares son descriptores de logro y definen aquello que los alumnos demostrarán al concluir un periodo escolar; sintetizan los aprendizajes esperados que, en los programas de educación primaria y secundaria, se organizan por asignatura-grado-bloque, y en educación preescolar por campo formativo-aspecto. Los aprendizajes esperados son indicadores de logro que, en términos de la temporalidad establecida en los programas de estudio, definen lo que se espera de cada alumno en términos de saber, saber hacer y saber ser; además, le dan concreción al trabajo docente al hacer constatable lo que los estudiantes logran, y constituyen un referente para la planificación y la evaluación en el aula.” Se reitera, a modo de conclusión, que “las competencias, los estándares curriculares y los aprendizajes esperados proveerán a los estudiantes de las herramientas necesarias para la aplicación eficiente de todas las formas de conocimientos adquiridos, con la intención de que respondan a las demandas actuales y en diferentes contextos.”
Mapa curricular de la Reforma Integral de la Educación Básica |
Fuente: SEP, Plan de Estudios 2011. Educación Básica. |
La Reforma Integral de la Educación Normal
Faltando apenas unas semanas para el término sexenal (el 20 de agosto de 2012), se publicaron en el Diario Oficial de la Federación del 20 de agosto de 2012 los acuerdos SEP acerca de los nuevos planes y programas de estudios de las licenciaturas impartidas en las escuelas normales: el acuerdo 649 (maestros de primaria); el 650 (maestros de preescolar); el 651 (maestros de primaria intercultural bilingüe) y el 652 (maestros de preescolar bilingüe).
Los cuatro documentos presentan la misma estructura. En los primeros tres apartados se explica la forma en que fue diseñada la propuesta curricular, con los siguientes aspectos: a) Antecedentes de la reforma curricular; b) Fundamentación, que explica el carácter multidimensional de la propuesta curricular a partir de las dimensiones social, filosófica, epistemológica, psicopedagógica, profesional e institucional; c) Proceso de elaboración del currículum, que describe las tres fases del mismo: análisis del contexto y de la práctica profesional docente; identificación de las competencias y construcción del perfil de egreso; diseño y desarrollo de la estructura curricular.
A continuación se presenta el plan de estudios a partir de los componentes pedagógicos que constituyen su marco de referencia: orientaciones curriculares; enfoque centrado en el aprendizaje (por proyectos, por casos de enseñanza, por problemas, a través del servicio, mediante la detección y análisis de incidentes críticos y aprendizaje colaborativo); enfoque centrado en competencias; flexibilidad curricular, académica y administrativa; perfil de egreso de la educación normal (competencias genéricas y profesionales); perfil de ingreso a la educación normal; organización de la malla curricular; distribución de cursos pos semestre; componentes de los cursos y malla curricular.
De especial importancia en el diseño son los denominados “trayectos formativos” que organizan el plan de estudios. Se indican los siguientes, que son comunes a los niveles de preescolar y primaria: Psicopedagógico; Preparación para la enseñanza y el aprendizaje; Lengua adicional y Tecnologías de la información y la comunicación; Cursos optativos. Además de estos cuatro trayectos, para preescolar y primaria de carácter multicultural y bilingüe se agrega un quinto trayecto, denominado “de lenguas y culturas de los pueblos originarios.” En cada trayecto queda asignado un conjunto de materias que corresponde al tipo de competencias específicas que se busca lograr en este. Aunque hay materias comunes para las distintas carreras, el programa de cada una de ellas está adaptado tanto al nivel de estudios que corresponde (preescolar o primaria) como a la población destinataria (general o intercultural).
Posteriormente, los planes y programas especifican la distribución semestral de los cursos, el número de créditos por materia, así como las modalidades para el cumplimiento del servicio social obligatorio, las prácticas profesionales y las modalidades de titulación. Por último se indican las actividades de apoyo institucional para los estudiantes: tutorías, actividades extracurriculares y algunas opciones de movilidad.
Nuevos libros de texto (2010-2012)
En 2010 y 2012 se publicaron nuevas ediciones de libros de texto gratuitos. En términos cuantitativos el panorama correspondiente a la reforma integral de la educación básica es el siguiente: “Para el nivel de primaria se realizaron 12 nuevas ediciones correspondientes a los libros de texto para primer y segundo grado; seis nuevas ediciones de lecturas de primer a sexto grado del Programa Braille; la edición de 28 libros de texto de primer a sexto grado del Programa Braille; una nueva edición de 12 materiales de primer y segundo grado para el Programa Débiles Visuales (Macrotipo); seis segundas ediciones de los libros Desafíos para el alumno y Desafíos para docentes para el Programa Escuelas de Tiempo Completo. En el nivel de preescolar se realizó una nueva edición de Juego y aprendo con mi material de preescolar de tercer grado. Se reimprimieron dos títulos, Juego y aprendo con mi material de preescolar de primer y segundo grado. Para telesecundaria se efectuaron nuevas ediciones de 28 títulos para el Programa Débiles Visuales (Macrotipo)” (SEP, Informe de labores 2013).
Balance preliminar
La RIEB generó un modelo educativo con importante coherencia interna, es decir se consiguió la premisa de articulación entre los niveles de la educación básica (preescolar, primaria y secundaria); se reformó la formación inicial del magisterio y se modificaron los libros de texto. Todo ello con el enfoque pedagógico basado en la adquisición de competencias. Enfoque que, por cierto, estaba inspirando reformas curriculares en varias regiones y países.
No faltaron las críticas al modelo, más bien fueron abundantes. Por ello y porque la implementación de la fórmula RIEB habría de ocurrir en un contexto político diferente –el retorno del PRI al gobierno- su implementación no estaría exenta de obstáculos y, al cabo, buscaría ser reemplazada por una alternativa, la que fue nombrada “Nuevo Modelo Educativo 2016”.