El virtual titular de la Secretaría de Educación Pública en el gobierno de López Obrador, Esteban Moctezuma, ya ha comenzado a dar algunas declaraciones, a mi me parece precipitado aparecer tan pronto en la escena pública, es preferible que espere su tiempo, si bien es importante mandar señales de lo que está por venir, también la paciencia es buena consejera.
En los discursos y en las diversas intervenciones públicas del personaje que estará al frente de conducir los asuntos educativos a partir del próximo 1° de diciembre, da dos grandes señales importantes.
- Por un lado no desecha plenamente la iniciativa de reforma educativa, (habrá solo algunos ajustes a partir de hacer girar algunas tuercas). Moderará la evaluación e iniciará con los cambios propiamente educativos.
- Recupera a partir de las menciones el protagonismo de maestros y maestras, esto deja entender que no habrá ninguna reforma educativa en el Lopezobradorismo sin la participación de los maestros, aquí habría que pensar en la estrategia. Ya que aunado a todo lo anterior y en movimientos paralelos el SNTE también sufrirá cambios y reconfiguraciones.
Las vueltas de tuerca a la reforma educativa es obvio pensar que se esperan hacia la izquierda, teniendo una visión más clara de regresar el carácter educativo a la reforma. Pero el problema no sólo está ahí y es una trágica herencia del pasado reciente, ¿Qué se va a hacer con la excesiva carga evaluativa, con los cambios que se hicieron a la legislación laboral y en concreto con las secuelas del servicio profesional docente?
El problema no es sencillo, es extirpar un cáncer en la parte más oculta y profunda del sistema, y esperando evitar daños colaterales. Muchos esperarían cambios radicales, que el legislativo derogue la actual reforma para volver a iniciar de nuevo, otros le temen al gatopardismo, de mostrar que las cosas cambian para que todo siga igual. En recientes declaraciones se habla de que habrá una gran consulta al magisterio y a otros actores de la sociedad.
Desde mi perspectiva, en el terreno educativo es importante que el nuevo gobierno tenga claro los objetivos, de hacia dónde quiere llegar, a estas alturas del partido no es nada bueno ni dudar, ni tampoco improvisar. La consulta es muy buena porque sirve para darle una plataforma de legitimidad a la propuesta, pero del otro lado es importante tener claro los ejes sobre los cuales se trabajará.
Otro aspecto importante es que no se cuenta con un diagnóstico actualizado que permita aportar algunos elementos claros junto con sus oscuros, de lo que se necesita hacer en educación. Lo importante de todo es que en estos momentos López Obrador cuenta con un fuerte apoyo de un número destacado del magisterio nacional de todas las corrientes político – sindicales, (incluyendo al SNTE y su estilo oportunista de proceder). Esto deberá ser aprovechado para comenzar un proceso lento pero seguro de la verdadera reforma que México necesita.
El error de Peña y de Nuño fueron de forma y de contenido, tanto las formas como los contenidos deberán cuidarse en la nueva administración.
Un aspecto importante para imprimirlas vueltas de tuerca a la reforma educativa es abrir la agenda y consultar a los expertos a los que saben del tema. Convocar y escuchar a los especialistas, en currículum en formación docente, en educación alternativa, en educación por la paz la ciudadanía y los derechos humanos, en educación matemática en lenguajes, en enseñanza de las ciencias, en la habilitación de la atención educativa en entornos virtuales, en la educación en y para las diversidades, todos y todas tienen algo que aportar, escuchar y decir al lado de ellos, solamente así la reforma podrá diseñarse con bases firmes y podrá avanzar a partir de ensayar sobre la base de pequeñas cosas de pequeñas iniciativas.
Otro aspecto importante es buscar experiencias a partir de prácticas exitosas, o de intentos que han demostrado generar buenos resultados, es importante que en el magisterio la cultura de mirar hacia abajo y de descalificar lo poco que se avanza se supere. Se trata de reforzar lo que si sirve, lo que si educa y lo que genera resultados favorables y darle mayor visibilidad a dichas experiencias. Y por último, al final se trata de generar una nueva cultura de gestión y de participación que nos lleve a asumir que la educación es tarea de todos y todas los mexicanos y mexicanas. Se trata de hacer de México un gran país educador y educado, si bien esto parece frase de cliché la idea es hacerla realidad. Se trata de que todos nos hagamos educadores y educandos en esta gran escuela llamada México del siglo XXI.