En el mundo, cada vez hay más alumnos a los que se les niega el derecho a la educación, derecho humano básico y universal, son objeto de discriminación y violencia en las escuelas, debido a su orientación sexual, tanto real como supuesta, y por su expresión e identidad de género.
El acoso que se ejerce con motivo de la orientación sexual, tanto real como supuesta, o la identidad de género de la víctima, es un tipo específico de agresión que se define como acoso homófobico.
Los estudios realizados muestran que no sólo las personas jóvenes homosexuales, bisexuales y transexuales son objeto de acoso homófobico, sino también numerosos alumnos que no encajan en ninguna de esas categorías.
Para el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el bullying homofóbico es un ultraje moral, una grave violación de los derechos humanos y una crisis de salud pública.
Según Mary Guinn Delaney, asesora regional en Educación para la Salud de la Unesco, al menos el 40% de los homosexuales y el 65% de los transexuales de América Latina han sufrido violencia homofóbica en el ámbito escolar.
Este tipo de violencia, física, psicológica y moral, supone un “atentado” contra el derecho fundamental a la educación y tiene una especial importancia para Delaney porque, dijo, el “colegio es un lugar seguro y sano para ir a aprender, no para sufrir violaciones de los derechos más básicos”.
En ese sentido, lamentó que en América Latina no existan datos fehacientes y profundos que analicen el fenómeno, lo que dificulta su labor y el efecto que tienen sus políticas.
Finalmente, señaló que debemos que ser realistas, por ello, están pidiendo los profesores que transmitan mejores conocimientos en educación sexual.