En general, con honrosas excepciones, seguimos educando como hace 50 años; antes de las computadoras e Internet. Las mejores calificaciones se dan a estudiantes con buena memoria, ya que las evaluaciones nacionales usan preguntas cuyas respuestas requieren memorizarlas. Esta reflexión la hace Héctor G. Riveros, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias y profesor del Instituto de Física de la UNAM, en el marco del primer Foro de Consulta del Modelo Educativo de Educación Básica, en el Distrito Federal.
Riveros señala que la Educación es un proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar; y no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
Enseñar a razonar, continúa, es un objetivo más claro. “Los temas se deben escoger como pretexto para enseñar a deducir o a inducir, quitando los temas que no se presten para razonar. El exceso de temas impide la calidad en la enseñanza. Lo que importa no es el tema, es como se enseña; debemos enseñar a generar conocimientos.” Indica.
Finaliza diciendo que para diagnosticar la educación en México, basta con la prueba PISA; para diagnosticar a cada estudiante, se puede extender la prueba PISA a todos los estudiantes.
“La SEP lograría la evolución de la educación, si cambia las Evaluaciones Nacionales a reactivos tipo PISA; si PISA puede, nosotros también podemos. El profesor quiere que sus estudiantes aprueben, lo que lo obligaría a cambiar sus métodos de enseñanza. El estudiante quiere aprobar los exámenes lo que lo obligaría a cambiar sus métodos de estudio.” Concluye.
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