Introducir tecnologías en el aula promete transformar la educación pero esto no sucede cuando el alumno se dedica a copiar contenidos de una pantalla, señaló Judith Kalman al participar en el Seminario Internacional de Educación Integral (SIEI), organizado por la Fundación SM.
Si queremos resultados distintos, tenemos que hacer cosas distintas porque no podemos espera un cambio si seguimos el modelo enciclopédico memorístico dedicado a la repetición de contenidos, firmó contundente ante cientos de maestros reunidos en la Biblioteca de México.
Lo fundamental, según la investigadora especialista en nuevas tecnologías, es que los alumnos se apropien de sus procesos de aprendizaje, esto se puede hacer, por ejemplo, cuando una maestra deja como actividad a sus alumnos desarrollar una caricatura política, una vez que los alumnos eligen una noticia y hacen un dibujo sobre la caricatura, lo publican en Facebook donde los alumnos comentan, esto hizo conscientes a los alumnos del proceso que realizaron, por lo cual la maestra después, les dejó realizar un reportaje de dicho proceso.
A pesar de que Kalman expresó no estar convencida que la introducción de la computadora sea algo necesario, la educación va a cambiar pero ese cambio va a pasar por otro lado “y sí, la computadora se convertirá en una poderosa herramienta”, reconoció.
Otro ejemplo del profesor camino a la utilización de las herramientas 2.0, es dejar que los alumnos se apropien del conocimiento, investiguen y después usen la tecnología, como con la elaboración de un video documental, lo cual “sí constituye un cambio en la forma en la cual se produce el proceso enseñanza-aprendizaje”, dijo.
Para llegar a ser un profesor 2.0 no hay un camino trazado, la idea es probar, intentar distintas didácticas, siempre y cuando se enfoquen trasladar los procesos de aprendizaje a los alumnos, sugirió Kalman.
“Los maestros acompañan el proceso pero quienes lo controlan son los alumnos”; esto constituye “enseñar al revés”, lo que significa transformar lo que los maestros hacen, transformar la organización y el concepto de las actividades de los aprendizajes, así como transformar lo que los alumnos hacen, expresó la experta.
Para ello, “el interés” es el motor del involucramiento, así los alumnos “producen el conocimiento, se organizan y llegan a un fin deseado”; enfatizó Judith Kalman.