La autonomía escolar es uno de los ejes centrales de una verdadera reforma educativa. Dotar de capacidad de decisión a los directores de escuela, los maestros y los padres de familia puede mejorar el rendimiento del estudiante; ya que al contextualizar los procesos de enseñanza y aprendizaje se puede dar a los alumnos una educación más personalizada que responda a sus necesidades específicas y que incluya información real y relevante. Además, si la autonomía escolar se acompaña de transparencia administrativa y rendición de cuentas oportuna y eficiente puede mejorar la calidad educativa. Así lo señalan académicos y autoridades en México y América Latina.
Brasil es uno de los pocos países de América Latina en los que se ha logrado la municipalización de la gestión educativa. La política pública que ha permitido la redefinición de la organización y el financiamiento de la educación en Brasil es el Fondo de Mantenimiento y Desarrollo de la Enseñanza Fundamental y de Valorización del Magisterio (FUNDEF).
Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo de 1998 de Minas Gerais y Pará señala que “En términos del uso de los recursos y aplicación del programa, se comprueba que éste tiene mejores resultados en las escuelas con experiencia previa en gestión de recursos y en las que cuentan con su propia unidad ejecutora. En especial, el Programa Dinero Directo a la Escuela muestra la ganancia en autonomía que han tenido, en primera instancia, las escuelas, y luego las Prefecturas. En algunos casos, se ha podido apreciar también un impacto en el ambiente de las escuelas e incluso de las comunidades donde se localizan, revirtiendo el pesimismo e inercia con que antes eran recibidas las innovaciones educacionales”. http://e-fut.net/1kE2IV3
Los próximos días estarán en México los funcionarios brasileños encargados de las políticas de autonomía escolar en Brasil. Invitados por la Fundación SM, mañana 4 de marzo se llevará a cabo un seminario a puerta cerrada entre funcionarios de la Secretaría de Educación Pública y funcionarios del Ministerio de Educación de Brasil (MEC). Por parte del gobierno mexicano asistirán, la subsecretaria de Educación Básica, Alba Martínez Olivé y el director general de Desarrollo de la Gestión e Innovación Educativa, Germán Cervantes Ayala.
El grupo del gobierno brasileño estará integrado, entre otros, por Manuelita Falcão Brito, coordinadora general de Gestión Escolar del MEC; Maria Nilene Badeca da Costa; secretaria estatal de Educación de Mato Grosso do Sul; Cleuza Rodrigues Repulho; secretaria municipal de Educación del Municipio de San Bernardo do Campo (Sao Paulo) y presidenta de la Unión Nacional de Dirigentes Municipales de Educación de Brasil (UNDIME); y Maria do Pilar Lacerda Almeida e Silva directora de la Fundación SM Brasil y ex secretaria de Educación Básica del MEC durante la presidencia de Luiz Inácio Lula Da Silva, periodo en el que se dieron cambios muy importantes en el sistema educativo brasileño.
Manuelita Falcão Brito será ponente del coloquio de autonomía escolar del 7º Seminario Internacional de Educación Integral, organizado por la Fundación SM, que se llevará a cabo en la Biblioteca de México en el Distrito Federal los días 5 y 6 de marzo.
AUTONOMÍA ESCOLAR
Primero, debemos definir qué entendemos cuando hablamos de autonomía escolar. Lorenzo Gómez Morín, en su presentación en el III Foro del Consejo Ciudadano Autónomo por la Educación, citando a Caldwell y Malen, explica que la autonomía escolar es la “descentralización de la autoridad del gobierno central a la escuela”; también la “alteración formal de las estructuras de gobierno que identifica a la escuela como la unidad primaria de mejora y se basa en la redistribución de la autoridad para tomar decisiones como el medio principal a través del cual se puede estimular y mantener la mejora”.
Ahí, el ex subsecretario de educación básica de la Secretaría de Educación Pública, también señaló que la autonomía escolar puede tener distintas dimensiones que tienen que ver con las personas a las que se les da el poder de tomar decisiones: “puede ser administrativa (a directivos), profesional (a maestros), comunitaria (a padres de familia), o mixta (padres y maestros)”. También puede variar el nivel o grado de autonomía otorgado, o los temas en los que se delega la toma de decisiones (uso de los recursos, estrategias específicas de enseñanza, autonomía pedagógica y curricular, y contratación y despido de profesores, por ejemplo). Al poner en marcha la autonomía escolar, también varía el grado en el que participa la sociedad.
Para Gómez Morín son tres las condiciones que deben existir para que sea posible la autonomía escolar: 1. La capacidad y disposición de la escuela para tomar decisiones; 2. La voluntad de las autoridades educativas para ceder poder de decisión a las escuelas; y 3. La transferencia de recursos para la operación autónoma de las escuelas.
En un documento de octubre de 2011, al analizar los resultados de PISA 2009, la OCDE señalaba que “una mayor autonomía en las decisiones relativas al currículo, a las evaluaciones y a la asignación de los recursos tiende a estar asociada a un mejor rendimiento del estudiante, particularmente cuando los centros educativos operan dentro una cultura de la rendición de cuentas”. http://e-fut.net/1g1ibKr
En el Acuerdo de cooperación México-OCDE para mejorar la calidad de la educación de las escuelas mexicanas, publicado en el 2010, una de las 15 recomendaciones fue, justamente, sobre la autonomía escolar: “Para profesionalizar a los líderes y exigirles que rindan cuentas, es necesario que participen en las decisiones clave que ocurren en su escuela, tales como contratar o despedir docentes. Las estructuras de decisión que se adaptan a sus contextos escolares también pueden tener un impacto positivo en su desempeño”. Otra recomendación fue fortalecer la participación social: “Los consejos escolares pueden ser un recurso importante para mejorar la calidad escolar, pero el simple hecho de crearlos no generará alianzas sociales eficaces. Los consejos escolares necesitan tener poder o influencia real sobre aspectos importantes; así como suficiente información, formación y transparencia”. http://e-fut.net/1fyHpF6
Uno de los temas planteados en la Ley General de Educación aprobada hace algunos meses (el 10 de septiembre de 2013) plantea la autonomía de las escuelas públicas para administrar los recursos. Esta ley también contempla la participación de padres de familia, maestros y el sindicato en los “consejos de participación social” y en el Consejo Nacional de Participación Social. El objeto de estos consejos es garantizar la calidad de la educación.
En la explicación de la Ley General de Educación de la página sobre la reforma educativa de la Presidencia de la República se menciona que “La autonomía de gestión no implica la privatización de las escuelas, sino la posibilidad para que puedan tomar las decisiones que permitan su mejor funcionamiento, siempre dentro de la normatividad de carácter general. En este sentido, la ley señala que los programas de gestión escolar tendrán como objetivos: usar los resultados de la evaluación como retroalimentación para la mejora continua; desarrollar una planeación anual de actividades, con metas verificables, y administrar en forma transparente y eficiente los recursos que reciban para mejorar su infraestructura, comprar materiales educativos, resolver problemas de operación básicos y propiciar la participación de la comunidad escolar”. http://e-fut.net/1kloNui
En los Foros de Consulta Nacional para la Revisión del Modelo Educativo de la SEP la importancia de fomentar la autonomía escolar ha sido una constante: “Las autoridades deben respetar, a partir de un eje común, la autonomía de las escuelas. Esto implica una formación de todos los actores: docentes, directivos, etc” (foro de educación básica, 7 de febrero); se debe “Aumentar la autonomía de la institución [escuela], tanto como para gestión de recursos, como para tomar decisiones sobre la operación, con el fin de que se lleven a cabo los cambios que impulse un sano desarrollo de los alumnos” (foro de educación media superior, 10 de febrero); es necesario aumentar la autonomía de las escuelas normales (foros de educación normal, 12 y 27 de febrero); se debe hacer “una reforma curricular en escuelas normales y en las de educación básica que incluya la promoción de la autonomía académica. Se requiere aprender a enseñar y enseñar a aprender” (foro de educación básica, 20 de febrero); “El docente debe ser capaz de actuar con autonomía y hacer uso de una conciencia crítica” (foro de educación media superior, 25 de febrero).
El tema, ahora, parece ser cómo instrumentar la autonomía escolar, qué modelo utilizar para hacerlo.
En un documento de la CEPAL que compara las políticas educativas de gestión escolar en distintos países se señala que “Los modelos de descentralización difieren entre los países, de acuerdo a la historia, el momento político y las relaciones de poder vigentes en el momento de implementación. http://e-fut.net/1g1ihSl ¿Qué modelo de gestión y autonomía escolar es el adecuado para México si el fin último de la reforma es garantizar la calidad de la educación?
Manuelita Falcão Brito será ponente del coloquio de autonomía escolar del 7º Seminario Internacional de Educación Integral, organizado por la Fundación SM, que se llevará a cabo en la Biblioteca de México en el Distrito Federal los días 5 y 6 de marzo. Impartirán la conferencia: “Autonomía escolar: los medios y los fines” y participarán, junto con Germán Cervantes y Diódoro Guerra (secretario de educación pública del estado de Tamaulipas), en una mesa redonda titulada “Diálogo Encuentro de dos visiones sobre la autonomía escolar: Brasil y México”. El moderador será Lorenzo Gómez Morín. Toda la información del Seminario se puede encontrar en: http://www.seminariointernacional.com.mx/