La elaboración del nuevo modelo educativo del país es responsabilidad de la SEP y, en un sentido más amplio, del Estado mexicano y no del Consejo Asesor que instaló la secretaría para la consulta nacional, señalaron integrantes del mismo.
El Consejo, agregaron, sólo acompañará a la Secretaría de Educación Pública en un proceso que tendrá que ser incluyente y abarcar a la mayoría de las participaciones que se den, sean positivas o negativas.
La propia consulta, dijeron, deberá precisar inclusive lo que se entiende por modelo educativo en el país, pues por el momento no se tiene una definición clara y puntual de lo que significa.
Ciro Murayama dijo que hay muchas opiniones sobre lo que debe ser un modelo educativo. “Parte de nuestro trabajo será ordenar este concepto y las distintas lecturas que surjan de estos foros. Habrá quien crea que el modelo es la curricula y algunas prácticas docentes; habrá quien piense que debe incluirse el diseño institucional y las condiciones materiales de estudio y de trabajo. No hay una definición cerrada de la cual podamos partir”.
El modelo educativo, añadió, son “un par de palabras” contenidas en las leyes secundarias de la reforma educativa “y a esas palabras ahora hay que dotarlas de contenido. Eso es parte del propósito de los foros”.
Por su parte, María de Ibarrola subrayó la importancia de contar con una definición de lo que un modelo educativo comprende. “Puede tener muchas dimensiones; no se está hablando de un modelo pedagógico o didáctico. Al ser educativo se plantean muchas dimensiones. Desde los objetivos del artículo 3º constitucional, la gestión de las escuelas, la parte curricular, estrategias didácticas, profesorado, centralización o descentralización, etcétera. Pero lo cierto es que a nosotros no nos toca definirlo”, dijo.
Para Manuel Gil Antón el modelo educativo debe ser un proyecto en que la educación incluya el aprendizaje pero también el proceso de construcción de ciudadanía y los valores de la crítica, la solidaridad y el respeto a la diversidad. “Ese modelo requiere que se establezcan los instrumentos y modos específicos para lograrlo”, precisó.
En este proceso, el Consejo –definido como “testigo social” de la consulta-, vigilará que los procedimientos se cumplan y que las relatorías recojan adecuadamente las distintas propuestas, y tendrá la posibilidad de hacer sugerencias respecto de temas educativos de relevancia que no hayan sido aportados en las mesas de trabajo.
La consulta sobre Educación Básica, Educación Media Superior y Educación Normal, arranca este viernes 7 de febrero en la ciudad de México con el primero de los 18 foros regionales y tres de carácter nacional que concluirán en junio próximo.
Educación Futura platicó con Ciro Murayama, María de Ibarrola, Elisa Bonilla y Manuel Gil Antón. Presentamos un resumen de sus comentarios.
Construcción gradual del modelo: Murayama
Ciro Murayama (profesor de la facultad de Economía de la UNAM e integrante del Instituto de Estudios de la Transición Democrática), comentó:
“El Consejo es un órgano de carácter técnico que no va a dar opiniones resolutivas ni vinculantes. Todo el trabajo de diseño del modelo educativo corresponde a la SEP y, en general, al Estado mexicano. Lo normal es que se apoyen en distintas opiniones y el principal instrumento serán los foros.
“Alrededor de esos foros se articula el trabajo del Consejo Asesor. Se usó la figura de “testigo social” y esto puede aterrizarse de dos maneras: que procedimentalmente se desahoguen bien, que no haya exclusión de voces, que se desarrollen los 18 foros regionales, más los tres nacionales; y luego garantizar que lo que se diga en los foros se refleje en las relatorías, es decir, atestiguar que no hay sesgo ni exclusiones.
“Los integrantes de ese consejo se representan a sí mismos. No se nos pide que seamos los artífices del nuevo modelo educativo ni que tomemos ahí decisiones que le corresponden al Estado.
“Se trata de contribuir con un granito de arena y entre menos se sobredimensione lo que vamos a hacer, mejor. No somos el parteaguas de nada. No va a ser un trabajo fácil, habrá miles y miles de ponencias y es una oportunidad para tomar el pulso a las opiniones de quienes participan en los diversos estados de la República en tareas educativas.
“Como cada sexenio se quiere inventar el Santo Grial, cada sexenio se fracasa. No se pueden hacer las cosas –y menos en educación-, con invenciones magníficas de la noche a la mañana; tenemos que apostar por una construcción gradual y secuencial del modelo que el país reclama de educación. Entre menos aspiraciones grandilocuentes tengamos como miembros del Consejo, mejor podremos hacer nuestro trabajo.
“Tras la consulta corresponde al Estado una lectura de lo que se dijo en los foros y lo que el Consejo Asesor sugiera. Todo esto debería traducirse en un plan secuencial que dé lugar al modelo. Lo que no se podrá hacer es bajar la cortina tras la consulta y ya. Tiene que haber consecuencias de acción política educativa aunque no necesariamente modificaciones legales.
Asegurar la transparencia del proceso: De Ibarrola
María de Ibarrola (investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del CINVESTAV), comentó:
“El consejo tiene claras sus tres grandes intenciones:
“1. Asegurar la transparencia del proceso de los foros en el sentido que indican las convocatorias: abiertos a todo tipo de participaciones -a favor o en contra-, con propuestas alternas, contrarias, diferentes. Todas las propuestas que lleguen tendrán que ser aceptadas.
“2. Asegurar que los contenidos de las propuestas se reflejen claramente en las relatorías que se hagan y en las “conclusiones” de la consulta.
“3. Hacer válida la posibilidad de que el Consejo Asesor pueda señalar cosas que no se dijeron. Los foros no necesariamente van a decir todo y entiendo que tendremos la facultad de decir que no hubo algún pronunciamiento sobre tal o cual cosa importante.
“El concepto de modelo educativo no está claro aún, pero definitivamente no lo vamos a hacer. No está claro aún si los foros se quedarán sólo con relatorías o habrá conclusiones específicas por nivel. Estos foros son insumos para un modelo educativo. Tendrán que llevar el respaldo de la autoridad educativa y eventualmente del Congreso.
“Tenemos presente que ha habido mucho rechazo a las reformas recientes (ojalá que quienes se oponen se expresen en los foros y que lo hagan con razones no nada más con movilizaciones), y es fundamental que se expresen. Hay muchos maestros, padres, alumnos que tienen cosas que decir”.
“Quien piense que podemos ser utilizados por la SEP yo les digo que yo no me dejo utilizar. Cuando estuve en la fundación SNTE todo el tiempo trabajé con la renuncia en la mano. La situación educativa está muy delicada como para hacerte rosca. Es muy importante abrir el debate y escuchar lo que otros tengan que decir, conocer bien lo que ya se ha dicho, analizar las leyes y los presupuestos para tener una opinión personal lo más calificada posible”.
Exigir el cumplimiento de la palabra empeñada por la SEP: Gil Antón
Manuel Gil Antón (investigador de El Colegio de México y Director Académico de Educación Futura), comentó:
“La SEP dijo que no convocaba a estos foros teniendo un documento previo, porque en general se piensa que estos foros son, digamos, una forma superficial de consulta cuando ya se tiene un documento de arranque. El secretario aseguró que no es el caso. Al menos no hay un documento ni siquiera preliminar, mucho menos rector, en donde la SEP esboce un modelo educativo.
“Ante esta declaración, suele preguntarse uno si se concede el beneficio de la duda. A mi juicio, el beneficio de la duda es una posición no del todo ciudadana. Lo que corresponde ahora es la exigencia del cumplimiento de la palabra por parte de la autoridad.
“Por tanto estimo que este consejo tiene que tener especial atención a la palabra empeñada por la SEP.
“Cabe aclarar que como resultado de las reformas del 2012-2013 en la materia, la autoridad educativa está obligada a generar una revisión de este modelo.
“En síntesis, me parece que la función central del Consejo es garantizar la máxima apertura a todas las voces interesadas en participar y emitir una opinión respecto del funcionamiento e inclusión de los foros.
“Una vez culminados los foros y con base en la relatoría y las notas de los integrantes del Consejo estaremos en condiciones de proponer a la sociedad y a la SEP una agenda de dimensiones y ejes que incluyan las propuestas sin importar si son convergentes o distintas. Será un primer paso para la discusión a profundidad por parte de las autoridades educativas, el magisterio y la sociedad del modelo educativo que el país necesita.
“De ninguna manera se ha solicitado al Consejo la elaboración de un modelo educativo. En su caso, el secretario nos dijo que de los foros no emana el modelo educativo: Son un primer paso y posteriormente habrá que organizar otras modalidades de diálogo que contribuyan a que la autoridad educativa proponga las adecuaciones del modelo educativo nacional.
“Por lo tanto el objetivo final del Consejo será la síntesis más ordenada posible de las propuestas que en su caso contribuirán a una discusión final sobre el modelo educativo nacional.
“Importa subrayar que los integrantes del Consejo los son sin remuneración alguna –la SEP se hará cargo, eso sí, de los gastos que se deriven de sus funciones-, lo que garantiza nuestra propia independencia y frente a la sociedad queda claro que no somos empleados de la SEP.
Sobre el modelo educativo, nada está definido aún: Bonilla
Elisa Bonilla (Directora de la Fundación SM y del Seminario Internacional de Educación Integral), dijo:
“El Consejo Asesor deberá actuar como testigo social del proceso de consulta del modelo educativo. Es un órgano asesor del secretario y los subsecretarios en dos cosas:
“Procedimental, para que los foros se lleven a cabo como están planteados y se cumplan en los tiempos que fueron establecidos.
“De contenidos para: Dar seguimiento y ordenar las propuestas que se presentan y alertar de temas o asuntos de importancia que estén quedando fuera de la consulta.
“A mí me honra mucho que la SEP me haya tomado en cuenta; es un momento histórico de la educación mexicana, de cómo debe ser la educación y ser testigo de algo así, testigo de calidad, es una oportunidad única.
“Están los documentos de arranque de las tres sub secretarías, como guías, pero dan la idea de lo que constituiría el modelo educativo. Este es un proceso abierto. Nada está definido de antemano. Se irá construyendo en los foros y una pregunta será precisamente en qué consiste el modelo educativo.
“Tengo plena confianza en que la autoridad está haciendo su mejor esfuerzo para esta consulta. Desearía que todos los participantes se lo tomen con seriedad. Lo que podemos esperar es más una agenda de lo que le toca al Estado desarrollar que un modelo en sí. Ni a la población ni al consejo le toca elaborarlo, es una prerrogativa del Estado”.