Todo indica que, el gobierno de Claudia Sheinbaum apunta a fortalecer la educación superior, la ciencia y la tecnología. Por tanto, no resulta extraño que el Tecnológico Nacional de México (TECNM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) aparezcan como parte de la estrategia educativa gubermental.
Según la declaratoria del secretario de educación (Boletín conjunto, 23 de octubre, 2023), ambas instituciones de educación superior “ofreceran 115 mil espacios adicionales en institutos, unidades y escuelas superiores”. Específicamente, el TECNM “garantizará el acceso a 85 mil alumnas y alumnos adicionales, y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) proporcionará 30 mil nuevos espacios en unidades y escuelas superiores”.
De acuerdo al citado Boletín conjunto, la matrícula estudiantil del TENM de este subsistema de educación superior es de 574 mil estudiantes (según su página web oficial) y se pretende llegar a una matrícula de 660 mil estudiantes, más o menos un ritmo anual de crecimiento de 14 mil estudiantes. ¿Cómo piensa lograrse? ¿Se construirán nuevas instalaciones en tiempo record con ayuda de los ingenieros militares? No se descarta la creación de nuevos Institutos en los denominados “polos de bienestar”. Sin ambargo, la estrategia apunta más a aprovechar la infraestructura existente.
En ese sentido, conviene revisar la composición del TECNM si se considera aprovechar la infraestructura existente. Este subsistema de educación superior está conformado por 254 institutos tecnológicos, cuatro Centros Regionales de Desarrollo de Equipamiento (CRODES) y dos centros de Investigación (CENIDET y CIIDET). El conglomerado de Institutos tecnológicos se divide en dos tipos. El primer tipo son Institutos Tecnológicos Federales que se crearon a fines de los años 40, tienen en general una amplia matrícula y existe una importante cantidad de profesores de tiempo completo. El segundo tipo son los Institutos Tecnológicos Descentralizados, los cuales fueron creados, sobre todo, en los años 90. Las características de estos Institutos descentralizados es su matrícula reducida (a excepción del Instituto Tecnológico de Ecatepec en el Estado de México), y una menor cantidad de profesores de tiempo completo.
Es probale que el gobierno de Sheinbaum busque aprovechar la infraestructura de los Institutos Tecnológicos Descentralizados para ampliar la matrícula en instituciones públicas y gratuitas. Sin embargo, un desafío para el gobierno de Sheinbaum como para el TECNM será garantizar la calidad educativa, especialmente en lo que respecta a los perfiles de investigación.
Ya en el número 53 de la Revista de la Educación Superior de la ANUIES había señalado que el TECNM era una institución centrada en la formación de ingenieros, pero tenía como reto la investigación. Los datos duros muestran que 28 Institutos Tecnológicos Federales y 13 Institutos Tecnológicos Descentralizados no cuentan con perfiles Prodep y Cuerpos Académicos. Sumado a ello, de los cuatro CRODES ubicados en Celaya, Chihuahua, Orizaba y Mérida, pese a que hay profesores de tiempo completo, ninguno de ellos tiene perfiles Prodep, y hasta el 2020 no se habían conformado Cuerpos Académicos.
Ante este panorama institucional, bien podría darse una estrategia gubernamental: reconfigurar los CRODES como institutos tecnológicos. Hace algunos años esta propuesta se planteó como parte del plan del TECNM, pero el Sindicato y docentes se inconformaron, buscaron una base legal y el asunto se detuvo. El entonces director general, no quizo moverle y las cosas quedaron sin cambios. En este gobierno quizá pueda ser diferente.
x@cesar_garcia131