- La educación debe continuar como un “acto profundamente humano”
- Se debe recordar que los docentes son el pilar fundamental de la educación: Giannini
La UNESCO alertó de nueva cuenta sobre el papel y los desafíos de la Inteligencia Artificial Generativa (IA) en la educación, y propuso que se haga un amplio examen sobre cómo esta tecnología reconfigura los cimientos educativos y plantea preguntas fundamentales sobre el futuro de la enseñanza y el aprendizaje.
En el informe titulado Reflexiones sobre la IA generativa y el futuro de la educación, Stefania Giannini, subdirectora general de Educación de la UNESCO, explica que la IA generativa representa una transformación radical en la relación entre humanos y máquinas. A diferencia de revoluciones digitales previas, como la proliferación de Internet y los teléfonos móviles, la IA generativa ha alcanzado la capacidad de simular el lenguaje humano de una manera compleja y matizada. Este avance, advierte, no solo redefine la educación, sino que también obliga a reexaminar el papel del lenguaje y la transmisión del conocimiento en nuestras sociedades.
“La IA generativa me invita a cuestionar supuestos fundamentales sobre la educación”, expresa Giannini en el documento, resaltando cómo el lenguaje, una capacidad humana que parecía inimitable, ahora es reproducido por máquinas. Esto plantea la posibilidad de que los sistemas educativos, tal como los conocemos, necesiten reinventarse.
Una tecnología sin precedentes en el aula: riesgos y beneficios
El informe enfatiza que, aunque la IA generativa tiene un potencial importante en términos de accesibilidad y personalización del aprendizaje, su integración sin supervisión en las aulas podría tener repercusiones negativas. Giannini advierte que esta tecnología, a diferencia de los buscadores tradicionales, genera respuestas basadas en algoritmos que no siempre son transparentes o comprensibles. Esta falta de transparencia, señala, podría llevar a un modelo educativo donde el conocimiento generado por máquinas se presente como absoluto y unificado, en detrimento de la diversidad cultural y del pensamiento crítico.
“La tecnología puede marcar el comienzo de un mundo en el que el conocimiento de las máquinas se convierta en dominante”, afirma y alerta sobre el riesgo de que los estudiantes se acostumbren a recibir respuestas “singulares y aparentemente definitivas”, lo que podría atrofiar su capacidad de cuestionamiento y su desarrollo crítico. Según la UNESCO, uno de los peligros de esta dependencia tecnológica es la posibilidad de que el conocimiento humano y su transmisión enriquezcan menos el aprendizaje en favor de respuestas automatizadas.
El papel de los docentes y la redefinición de la enseñanza
Giannini aborda también el rol de los docentes en un entorno donde la IA podría automatizar múltiples tareas educativas. Giannini destaca que la IA generativa, al facilitar el acceso a conocimientos y recursos educativos, también plantea la posibilidad de una educación sin la intervención directa de maestros. Esto, explica, podría contribuir a una “educación sin docentes y sin escuelas”, especialmente en comunidades desfavorecidas, una perspectiva que la UNESCO considera problemática.
“El sector educativo debe recordar que los docentes son el pilar fundamental de la educación”, subraya Giannini. En vez de reemplazarlos, la IA debería ser una herramienta complementaria que apoye su labor. Además, advierte que si bien la IA puede ofrecer soluciones en lugares donde la educación está en crisis, no es una alternativa sostenible frente a la necesidad de contar con instituciones educativas bien gestionadas y docentes capacitados y bien remunerados.
Regular la IA en la educación: una tarea pendiente y urgente
Ante el vertiginoso avance de la tecnología, la UNESCO hace un llamado a los gobiernos para que establezcan regulaciones efectivas que protejan a los estudiantes. El informe enfatiza que actualmente, en muchos países, la implementación de aplicaciones de IA en las aulas no requiere de validación previa, lo que podría tener consecuencias impredecibles. “Es sorprendente que en muchos contextos se exija más revisión para la validación de libros de texto que para la adopción de IA generativa en el aula”, señala el documento, subrayando la necesidad de un proceso de control riguroso para la tecnología en la educación.
Giannini argumenta que la regulación de la IA no puede dejarse en manos de las empresas tecnológicas, ya que esto generaría un conflicto de intereses que podría comprometer la seguridad y la objetividad del sistema educativo. En cambio, sugiere que los gobiernos, junto a expertos independientes en IA, lideren el desarrollo de criterios de seguridad y adecuación cultural y pedagógica para la IA en la educación.
Los desafíos éticos de la IA generativa en el aprendizaje
La UNESCO también llama la atención sobre los desafíos éticos que plantea la IA generativa, especialmente en relación con la influencia que puede ejercer sobre los estudiantes. Al ser los jóvenes y los niños particularmente vulnerables a la manipulación, Giannini considera que es fundamental que las escuelas mantengan un enfoque prudente en el uso de la IA. “Debemos recordar que la tecnología tiene un historial de incrementar desigualdades, y la IA no es una excepción”, afirma, y recuerda que, si no se implementa con cautela, la IA podría amplificar las brechas educativas existentes.
La especialista insiste en que el enfoque de la IA en la educación debe centrarse en la equidad y en la inclusión, garantizando que la tecnología no se convierta en un privilegio de unos pocos. La organización sostiene que la inversión en IA debería dirigirse a reducir desigualdades y proporcionar herramientas de aprendizaje inclusivas, en lugar de desplazar el papel de los docentes o reducir el valor de la enseñanza tradicional.
Una hoja de ruta para el futuro: diálogo y cooperación internacional
En respuesta a estos desafíos, la UNESCO ha desarrollado una serie de recomendaciones y ha establecido una hoja de ruta para la implementación ética de la IA en la educación. En mayo de 2023, organizó la primera reunión mundial de ministros de Educación, con el objetivo de intercambiar conocimientos y discutir el impacto de la IA en la enseñanza. Este evento busca consolidar una alianza global entre gobiernos, academia y sector privado, promoviendo la cooperación para un uso responsable de la tecnología.
El documento también se basa en marcos éticos previos, como la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial (2021) y el Consenso de Beijing sobre Inteligencia Artificial y Educación (2019), que guían a los países en el desarrollo de políticas que prioricen la seguridad, equidad e inclusión en la adopción de la IA en contextos educativos.
La IA como herramienta de apoyo, no de reemplazo
Para la UNESCO, la educación debe seguir siendo un “acto profundamente humano”. Aunque la IA ofrece posibilidades valiosas para mejorar la educación, la organización enfatiza que el propósito de la educación es enseñar a los estudiantes a tomar decisiones informadas sobre la tecnología y su impacto en sus vidas y sociedades. “No se trata solo de preguntarnos cómo la IA cambiará la educación, sino de cómo la educación puede moldear la recepción de la IA”, concluye Giannini, subrayando que los sistemas educativos deben capacitar a los estudiantes para navegar en un mundo de IA sin perder de vista los valores humanos.
Este análisis plantea una serie de desafíos críticos y alienta un diálogo global sobre el papel de la IA en el futuro de la educación. La UNESCO insta a los responsables educativos y a la sociedad en general a actuar de manera prudente y a mantener el foco en un desarrollo educativo que preserve la equidad, la diversidad y la interacción humana. En un contexto de avances tecnológicos cada vez más rápidos, añade el informe, el mensaje es claro: la educación debe liderar el camino hacia una integración de la IA que respete y valore la humanidad.