¿Qué es el Humanismo Mexicano? (parte II)

Varias preguntas surgen al considerar la continuidad de la 4T en educación. Entre ellas, destacan: ¿Qué es el Humanismo Mexicano? ¿Existe un Humanismo Mexicano? ¿Cuál es su origen?

Las respuestas no son sencillas, de inicio, la comprensión del Humanismo Mexicano requiere un recorrido mínimo por la historia y la filosofía. Como bien lo precisa José Ferrater Mora el Humanismo es una palabra que se emplea por primera vez en alemán por el maestro y educador bávaro en la obra “Der Streit des Philanthropismus und des Humanismus in der Theorie des Erziehungsunterrichtsunserer Zeit (1808) [La disputa del filantropismo y el humanismo en la teoría de la educación de nuestro tiempo] (Diccionario de Filosofía). También, el uso de la palabra Humanismo, se puede rastrear hasta la época del Renacimiento para referirse a la preocupación o recuperación de la cultura clásica griega y romana.

En el caso de México, especialmente a partir del siglo XIX, se puede identificar que el humanismo era una reflexión por la identidad y el proyecto de nación, así como una preocupación por la cultura y la lengua nacional. El humanismo mexicano y la educación coinciden en la edificación del Sistema Educativo Nacional y los modelos educativos que se desarrollaron posteriormente.

En el siglo XX, el humanismo mexicano puede advertirse en reflexiones sobre la identidad en la filosofía (El Perfil del hombre y la cultura en México) y la literatura (El Laberinto de la Soledad). Pero, el humanismo mexicano en el mundo de la educación, parece advertirse en una marea de reformas educativas. La preocupación parece llena de pragmatismos: lo que nos define como seres individuales, sociales, políticos, culturales y económicos. A esta preocupación educativa humanista se le suma, de alguna manera, lo que pasa en el contexto internacional al asumir un conjunto de principios y máximas que encontramos en acuerdos internacionales y preceptos constitucionales.

Entonces, advertimos que el humanismo tiene dos componentes. Un primer componente donde el humanismo aparece como un conjunto de reflexiones sobre el ser humano, lo que es, lo que lo define y distingue de los seres divinos, las cosas y los animales. Y, un segundo componente, donde el humanismo se define como una preocupación por lo que debemos conservar porque es importante (la tradición y la cultura) y lo que queremos alcanzar (ideales o fines) a través de determinados medios (principios, como la justicia).

La lección aquí es que no existe un solo humanismo, sino diversos humanismos. No hay un único Humanismo Mexicano, sino varios. El Humanismo Mexicano que el gobierno de Claudia Sheinbaum buscará continuar será el Humanismo de la 4T, que no se basa en la filosofía, sino en la historia y la política. De esto hablaremos en la siguiente entrega.

x@cesar_garcia131

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