La educación no ha tenido la discusión que merece. Pocos elementos educativos trascienden: con excepción del rutinario festejo del día del maestro, sólo los escándalos escolares llegan a las páginas de la prensa y a las pantallas de la TV.
A pesar de su valor intrínseco y de su importancia estratégica, parece que a nadie le interesa. En el affaire de la imposición arbitraria de la Nueva Escuela Mexicana, sólo levantó su protesta un puñado de académicos; no hubo reacción alguna de los maestros ni de los padres de familia.
La conducta resignada y obediente de los educadores se explica por la ausencia en su gremio de una tradición de pensamiento libre y crítico y la herencia funesta de 80 años de sindicalismo corporativo.
Quienes sufrieron las consecuencias que trajo la NEM, sin embargo, fueron, principalmente, los maestros. En promedio, la edad de los docentes es de 42 años, lo cual sugiere las enormes dificultades que tuvieron -y tienen- para enfrentar un cambio inopinado de 100% en su práctica laboral, un cambio que ellos no decidieron.
El proyecto de la NEM es tan errático y disparatado que es difícil concebir que lograra imponerse sin que mediara un gran descalabro político. El sentido común, el racionalismo más elemental, nos dicen que es inconcebible que una nación moderna decida voluntariamente sacrificar su propia educación básica. Solo México lo ha hecho.
La NEM, entre otras cosas:
1. Fue una imposición autoritaria.
2. Es un modelo educativo, que se aplicó sin ofrecer una capacitación previa a docentes.
3. Su objetivo no es fomentar el desarrollo de las nuevas generaciones sino “transformar la comunidad”.
4. Se opone al individualismo: “El centro de la educación no es el alumno, es la comunidad”.
5. Suprimió la enseñanza por asignaturas.
6. Renunció a incorporar dentro de sus contenidos oficiales cualquier elemento de la cultura universal a la que acusa de colonialista.
7. Desapareció todos los contenidos cuyo propósito es que el alumno conozca la historia, la geografía, la política, etc. de la república mexicana. La nación fue borrada del mapa curricular.
8. Desapareció de la escuela la enseñanza de las habilidades fundacionales (leer, escribir, contar)
9. Instaló un colectivismo pedagógico dentro y fuera del aula.
10. Impuso -al menos retóricamente- un modelo de gestión escolar basado en asambleas plenarias igualitarias, sin jerarquías, donde el voto del alumno y del maestro cuentan lo mismo.
11. Busca que los docentes no reconozcan los méritos de cada alumno (con el propósito –absurdo—de combatir la meritocracia.
12. Introdujo un sistema pedagógico sofisticado y confuso que hasta hoy los maestros no acaban de comprender (campos formativos, ejes, co-diseño, programas sintético y analítico, proyectos, etc.).
13. Subordina el conocimiento científico a las creencias y el folklore popular.
14. Rechaza la existencia del conocimiento objetivo.
15. Extiende la acción de la escuela hasta abarcar a la comunidad y establece un contacto estrecho de alumnos y maestros con habitantes de la comunidad.
16. Presume que concede autonomía profesional al docente, lo cual es mera demagogia (¿es concebible que un maestro de educación básica en la actualidad no utilice el método de proyectos?).
17. Le otorga a la familia un protagonismo pedagógico desmesurado.
18. No atiende ninguno de los graves problemas estructurales del sistema (gestión, presupuesto, escuelas normales, desigualdades sociales, formación continua de docentes, etc.).
19. En síntesis, la NEM es un atentado del Estado autoritario contra la educación nacional. Un golpe contra México, un daño catastrófico contra el principal pilar de la nación y contra la actividad social que mayor relevancia tiene para impulsar el progreso, la justicia social y la democracia.