Dr. Luis Medina-Gual, Universidad Iberoamericana CDMX,
@medinagual
Dr. Juan Carlos Sillas Casillas, ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara,
@JuanSilasjc
En pasados meses se socializó a través de diferentes medios el nuevo “Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana”. Sin duda, el planteamiento inicial, al ser revisado, brindó luces y sombras de lo que podría llegar esta nueva propuesta curricular. Amén del hecho que los documentos son trabajos en proceso de construcción, vale la pena realizar un primer análisis sobre las diferentes fortalezas, tensiones y retos que parecen vislumbrarse en esta nueva propuesta.
Fortalezas: Todo proyecto curricular y educativo es un proyecto eminentemente político y con ello, trae consigo cargas filosóficas y epistemológicas que decantarán en una visión de qué y por qué se requiere un sistema educativo nacional y posteriormente, concatena con propuestas de cómo se deberían de pensar la enseñanza en los centros educativos. Bien, pues esta no es la excepción. Sin duda los documentos compartidos parten de una reflexión profunda de cuál ha de ser el papel de la educación, el sistema educativo y con ella las maneras para lograrlo. Lo interesante en este punto, diferente de otros proyectos, es que los documentos parecen hacer transparente las intencionalidades últimas que pretende de la educación la presente administración. Y esto parece que, hasta el momento, lo han comenzado a realizar de manera bien lograda al fundamentar el marco curricular en posturas decoloniales, de interculturalidad y de epistemologías del sur.
Por una parte, en un siguiente momento, la propuesta aterriza de manera coherente con la propuesta de la integración de las disciplinas y así el evitar la fragmentación del conocimiento a través de su articulación de proyectos interdisciplinares que han de emerger desde y con la comunidad/territorio de las(os) estudiantes. De igual manera, parece interesante retomar la estructura de otras curricula internacionales, que en vez de articular la formación en ciclos anuales, se gesta en fases de desarrollo, que permitirían una mayor diferenciación del proceso de aprendizaje de los estudiantes, facilitando el logro de ritmos y momentos personalizados de aprendizaje.
Finalmente, quizá uno de los mayores énfasis que se convierte también en uno de los principales aciertos de la propuesta es el foco que plantea en el reconocimiento del otro, de los diversos y de los vulnerados no como objeto de estudio en el currículum (que típicamente es lo que sucedía en otras reformas anteriores) sino como una posibilidad de diálogo, que amplíe marcos de referencia y actuación.
Tensiones: Todo proyecto curricular implica optar por posturas filosóficas y epistemológicas que habrán de decantar al aula y que, siempre implican privilegiar ciertas acciones y actuaciones sobre otras. Al respecto, una primera tensión que emerge es la claridad que hoy en día se vislumbra sobre la posibilidad de articulación en el aula. Aunque existen ejemplos de este tipo de proyectos educativos, hoy en día el sistema educativo plantea retos importantes a este nuevo marco curricular. Como ejemplo bastaría enunciar el esquema de contratación de docentes de educación secundaria que se realiza por disciplinas y que dificulta la posibilidad de una integración de disciplinas. De igual manera otro reto que se vislumbra es la vinculación de la educación básica con otros niveles como el medio superior y el superior. Hoy no existe claridad de cómo lo logrará. Finalmente, dos advertencias que el Dr. Ángel Díaz Barriga ha externado en varias ocasiones, aunque el proyecto hace visible a los vulnerables, nuevamente el documento como se encuentra planteado parece enfatizar la existencia de una única escuela mexicana concebida desde la planeación central que parece creer que los constitutivos escolares prevalecen sobre las características de las localidades y, por otra parte, es curioso que existan programas de Español pero no de otras lenguas (como las lenguas originarias).
Retos: Para cerrar esta breve reflexión inicial habría que mencionar algunos de los retos que se vislumbran en un corto o mediano plazo. Sin duda uno de los retos que se presentan es la sobre-responsabilización que el nuevo marco curricular parece otorgar a la función de la escuela. Pese a la bondad de la idea, es posible que muchas escuelas no tengan la capacidad de atender tantos asuntos de manera simultánea. Esto ya fue externado por el Dr. Eduardo Andere. De igual manera dos retos que advierte la Dra. Laura Frade y que, debido a los fundamentos filosófico y epistemológicos se parecen advertir, son que en diferentes pasajes el documento parece subsumir o desaparecer al individuo en el colectivo (que toma un papel protagónico) y también el hecho que, el planteamiento inicial parece no poner atención al concierto de las naciones. Otro punto que se presenta como gran reto es el tema de la evaluación del aprendizaje que, si se plantea desde una tónica formativa y desligado a métricas (calificaciones) implicaría un cambio fuerte en lo que tradicionalmente opera en el sistema educativo. Junto con lo anterior, los procesos de repensar la profesión docente implican algo más que capacitaciones o procesos de formación de una vez al viernes. El docente es siempre un actor clave, más ahora con nuevas responsabilidades en la promoción de acciones comunitarias desde la escuela. Finalmente, algo que sucede, al menos en México, de manera cotidiana, es cómo lograr que este (o cualquier otro proyecto curricular) sea visto como un proyecto en construcción de alcance transexenal, que trascienda al gobierno en turno.
El Nuevo Marco Curricular presenta un conjunto de elementos interesantes, potencialmente positivos y algunos peligros que deberán subsanarse a la brevedad. En síntesis, aunque existen voces en contra o a favor, el cometido de este escrito ha sido tratar de vislumbrar tanto las fortalezas como tensiones y oportunidades de este nuevo marco curricular. Sin duda es una apuesta arriesgada que tiene el potencial de mover lo que pensamos que es el fin mismo de la educación y con ella del sistema educativo y la escuela. Seguimos expectantes de qué sucederá en meses venideros y en la estrategia que seguirá la SEP para lograr que permee al sistema educativo.