Erick Juárez Pineda*
¿El magisterio se siente revalorizado con un aumento de 19.6 pesos diarios? ¿Qué se puede gastar con ello?
Recientemente, la Secretaría de Educación Pública dio a conocer que llegó a un acuerdo con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para ofrecer un aumento del 3.9% al salario y el 1.8% en prestaciones de las y los docentes de Educación Básica, Especial e Inicial, de Educación Media Superior y Superior, así como para el Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación de todo el país.
Esto, en pesos, significaría un aumento de 19.6 pesos diarios. De manera general, considerando un salario base mensual de $8,687.10 pasaría a $9,025.90.
Este aumento no es bien visto por la comunidad magisterial.
En primer lugar porque el salario de los docentes está considerado como uno de los más bajos del país según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Incluso, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) aseguró que, durante el primer trimestre del año 2021, de las carreras que reciben ingresos económicos por debajo del promedio destacan aquellas pertenecientes a los ámbitos de la docencia y la educación, sectores que se vieron fuertemente afectados por la emergencia sanitaria de la COVID-19.
Este aumento no significa un impacto positivo real a los trabajadores de la educación, pues solo se aumentarían 598.60 pesos al mes. Si consideramos que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informa que en la primera quincena de abril de 2021 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una inflación de 0.06 por ciento respecto a la quincena inmediata anterior; es decir, una inflación anual de 6.05%, no solo no cubre los gastos, sino que quedan debiendo el 2.15%
Y esque estos aumentos son tomados por los docentes como una burla: Despensa: $40.00; Material didáctico: $40.00 y Ayuda de previsión social: $46.00. Si tomamos en cuenta que al mes deben pagar más de 380 pesos por servicios de internet y telefonía fija y un promedio de 200 pesos por concepto de recargas de saldo de teléfono celular, estos aumentos no ayudan en nada.
Respecto al año pasado, el aumento salarial solo tuvo un incremento del 0.4%. Sin embargo, si lo comparamos con el aumento en 2019 donde fue de 6.25%, encontramos una disminución de 2.35%.
¿Y el SNTE? En su actitud camaleónica, se ha olvidado que su trabajo es la defensa de los derechos del magisterio. Su actitud servil y cobarde no abona en nada para enfrentar el creciente descontento de los trabajadores de la educación.
Insisto: en este gobierno, la revalorización docente que tanto se anunció durante la campaña electoral de López Obrador y que repitieron los titulares de la Secretaría de Educación Pública, es un mito. Estamos, entonces confirmando que ya se va descubriendo la ya popular “mal llamada revalorización del magisterio”.
En tiempos de crisis y de pandemia, esta ofensa no la merecen.
*Erick Juárez Pineda. Director editorial de Educación Futura. Locutor de “La Otra Educación” 97.3 fm. Articulista de La Jornada.
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