Miguel Ángel Pérez Reynoso
Este lunes 11 de enero, miles de niños y niñas regresaron a la escuela, después de un periodo vacacional lleno de frío y de contagios por Covid. Este regreso a las escuelas será nuevamente con las escuelas cerradas debido a esta nueva fase de contingencia. Si alguien había pensado que muy pronto las escuelas abrirían estaban equivocados. Las escuelas seguirán cerradas y la atención educativa será remota, apoyada por el uso de las plataformas digitales y de dispositivos electrónicos. Es decir, el regreso a la escuela será sin escuelas para muchas otras personas el regreso a la escuela se ha prolongado más de la cuenta, para otras personas el tiempo que implica una pandemia y las medidas de seguridad son más prolongadas.
El regreso a clases es igualmente atípico, al igual de lo que fue el inicio de esta pandemia en el mes de marzo del año pasado, pero a diferencia de lo que vivimos en los primeros meses de la misma, ya nos vamos acostumbrando a vivir en pleno contexto de distanciamiento. Para los miles de alumnos y alumnas, sería bueno saber cuál es la representación que han construido hasta ahora con respecto al trabajo escolar en casa y cómo evalúan la relación de un contexto con otro.
El regreso a clases marca un precedente jamás vivido en el sistema escolar mexicano, de vivir casi todo el ciclo escolar en el distanciamiento. Nadie puede asegurar cuánto tiempo llevará vivir en esta modalidad educativa y de igual manera no sabemos qué cosas deberán pasar para regresar plenamente a los edificios escolares.
En este regreso a la actividad escolar, lo que se antoja es comenzar a habilitar formas intermedias de atención educativa, lo que en algunos lugares le han llamado el modelo mixto o modelo hébrido de atención escolar. Dicha propuesta consiste en que el grupo escolar se dividirá en dos grandes sub grupos pudiéramos decir que el grupo pares y grupo nones. El grupo par asistiría a la escuela de manera presencial los días lunes y miércoles y el grupo non los días martes y jueves, el resto estarían en casa atendiendo actividades en la plataforma y la finalmente el día viernes seria dedicado para concluir con trabajos atrasados y con relación a los docentes, para revisar productos y atender a niños en condición de rezago.
Esta modalidad puede decirse que no es la mejor, pero bajo el actual contexto es la única vía (con todos los cuidados posibles) que se antoja para hacer que las escuelas vuelvan a abrir sus puertas y que niños y niñas de manera esporádica regresan a ella. Las actividades a distancia deberán ser administradas por alguien que se encargue de cargar actividades en la plataforma y que le dé seguimiento. Los maestros de grupo asistirían toda la semana a las escuelas y combinarán el tiempo de atención entre lo directo y lo remoto.
Para nosotros sería bueno comenzar a verle el final al contexto de pandemia, pero parece que el final aún no está cerca y más aún porque ya nos acostumbramos a vivir así y a trabajar de esta manera distante. El regreso (como todo regreso) va a ser difícil y doloroso, se requiere tener las condiciones adecuadas para volver a las aulas ordinarias. No sólo se requiere disposición sino también talento e inventiva y eso –muchas veces- es lo que le hace falta a nuestro sistema.