Sergio Martínez Dunstan
La próxima sesión del Consejo Técnico Escolar se realizará el próximo once de diciembre según el Calendario Escolar 2020 – 2021. Muy probablemente se revisen los avances del Programa Escolar de Mejora Continua (PMCE), entre otros temas. La implantación del PEMC ha sacado a la luz la necesidad de capacitar a los directores escolares para su elaboración en los aspectos paradigmáticos, teóricos, técnicos, metodológicos e instrumentales. La Secretaría de Educación Pública está desperdiciando la coyuntura para actualizar a las figuras educativas que desempeñan las funciones de dirección. Están en juego la planeación, implementación, seguimiento y evaluación de la mejora educativa. Ha resultado muy accidentada la concreción de la política educativa en las escuelas y los salones de clases y, por lo mismo, es conveniente aprovechar cualquier oportunidad para machacar sobre los propósitos de la reforma educativa 2019. Y cuantimás a los responsables de la mejora escolar y la excelencia en la unidad administrativa básica del sistema educativo nacional.
La transición de la reforma educativa del 2013 hacia la reforma educativa del 2019 adolece de una estrategia de comunicación efectiva que permita entender los aspectos técnicos distintivos entre una y otra sobre todo para quienes son los responsables de operarlas. Los instrumentos comunes hacen imperceptibles los aspectos técnicos subyacentes tan finos que puede generar interpretaciones sesgadas. Por ejemplo, autonomía de gestión, Ruta de Mejora y PMCE, Servicio de Asesoría Técnica a la Escuela (SATE) vs Servicio de Asesoría y Acompañamiento a la Escuela (SAEE)[1], Servicio de Asesoría y Acompañamiento a las Escuelas (SisAt) tan sólo por citar algunos. Se caminaría en ese sentido si la SEP retomara la propuesta de creación de la Academia de Directores o pusiera en marcha una estrategia similar.
He tenido contacto con quienes desempeñan funciones de dirección y supervisión. Los cursos y conferencias que he impartido durante el peregrino 2021 han sido el motivo perfecto para saber un poco más de su trabajo. Recurrí a los resultados de la investigación educativa sobre la materia para orientar la reflexión hacia el análisis del entorno de manera objetiva. Una perspectiva muy influyente la representan los trabajos de Antonio Bolívar, académico de la Universidad de Granada, quien ha realizado aportaciones interesantes sobre la gestión y dirección de los centros escolares. “Liderazgo para el aprendizaje”, texto de su autoría, arroja luz para una mejor comprensión de tan relevante labor. Concibe el liderazgo como la capacidad de ejercer influencia sobre otras personas, no basada en el poder o autoridad formal. En otras palabras, propone dejar de lado las buenas cualidades personales y poner foco en las buenas prácticas para el funcionamiento de los centros escolares. Especialmente, recomienda vincular el liderazgo con el aprendizaje de los alumnos partiendo de la expectativa sobre la escuela de que le garantice a todos los estudiantes las competencias necesarias para desenvolverse en la sociedad. Al respecto, podemos encontrar incontables contribuciones científicas que dan cuenta de la relación entre liderazgo y logro académico según refiere el mismo autor. Parte de la premisa que un liderazgo contribuye a incrementar el aprendizaje de manera indirecta a través de su influencia en el profesorado o en otros aspectos de la organización. Hasta aquí dejo el análisis del texto de Antonio Bolivar sin dejar de lado las coincidencias de su pensamiento con la reforma educativa reciente las cuales referiré en el párrafo siguiente.
Las modificaciones al artículo tercero constitucional aprobadas en mayo del dormí diecinueve ponderan que la educación promoverá la mejora continua del proceso de enseñanza aprendizaje y que el criterio que la orientará será de excelencia entendida como el mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los educandos. En la Ley General de Educación se determina que la Nueva Escuela Mexicana buscará la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación para lo cual colocará al centro de la acción pública al máximo logro de aprendizaje de la NNAJ. También se instituyen los órganos colegiados de decisión técnica pedagógica para la mejora escolar, Consejos Técnicos Escolares, que tendrán a su cargo formular el programa de mejora continua. En la Ley General del Sistema para la Carrera de la Maestras y los Maestros le confiere al personal que desempeña funciones de dirección las atribuciones correspondientes a la planeación, programación. coordinación, ejecución y evaluación de las tareas para el funcionamiento de las escuelas de conformidad con el marco jurídico y administrativo aplicables. En el mismo tenor, el Marco para la Excelencia en la Enseñanza y la Gestión Escolar en la Educación Básica se definen los perfiles profesionales, criterios e indicadores para el personal con funciones de dirección plantea la necesidad de que los directivos asuman su práctica y desarrollo profesional con apego a los principios filosóficos, éticos y legales de la educación mexicana. Hasta aquí dejo este somero análisis del contenido de las leyes primarias, secundarias y terciarias que justifican el liderazgo para el aprendizaje.
La Secretaria de Educación Pública, con fundamento en lo anteriormente expuesto, emitió las Orientaciones para elaborar el Programa Escolar de Mejora Continua (PEMC). En dicho documento, se destaca el reto de los sistemas educativos consistente en proporcionar la alumnado una educación de excelencia. Para ello, emplaza a los colectivos docentes a implementar un proceso de planeación centrado en la mejora de los aprendizajes de todos los alumnos. En pocas palabras, que elaboren su PEMC pues lo considera el instrumento de planeación para la mejora educativa. Metodológicamente principia con la identificación de las condiciones de la escuela como línea base para definir los objetivos, las metas y las acciones en un tiempo determinado sin dejar fuera el seguimiento y la evaluación. El PEMC se distingue del modelo anterior, la Ruta de Mejora, por su carácter multianual aunque sea una ruta de mejora en sí misma como se reconoce en este documento oficial. El PEMC es un instrumento para la acción y no solo un listado de buenas intenciones, deseos, aspiraciones se puede leer. Es la hoja de ruta. Uno de los ámbitos inherentes al diagnóstico, el mas importante en mi parecer, es el aprovechamiento escolar como punto de partida. Para ello, es conveniente recolectar, comparar y analizar información. Hasta aquí dejo la revisión del instrumento de planeación para la mejora y la excelencia. A continuación, hablaré del procedimiento de operación.
Asimismo, la propia SEP promueve el Servicio de Asesoría y Acompañamiento a las Escuelas (SAAE) cuyas actividades pretenden apoyar la transformación de las escuelas de educación básica, la mejora de las prácticas docentes así como las directivas. Éstas últimas tendientes hacia el fortalecimiento de capacidad de gestión. En ambos casos, con la consigna lograr el propósito fundamental de la Nueva Escuela Mexicana, la excelencia educativa. Para este fin se vuelve primordial la detección y la atención oportuna de los alumnos en situación de rezago. Siendo así, la evaluación interna de carácter formativo tendiente al mejoramiento de la practica docente bajo el liderazgo del director, es crucial. En concordancia, las autoridades educativas federales y locales empujan a las escolares para el establecimiento del Sistema de Alerta Temprana en Escuelas de Educación Básica (SisAT) entendido como un conjunto de indicadores, herramientas y procedimientos con el propósito de identificar a los alumnos que están en riesgo de no alcanzar los aprendizajes con el propósito de prevenir y atender el rezago y el abandono escolar. Los indicadores del SisAT dan cuenta del avance de los estudiantes en componentes básicos de lectura, escritura y cálculo mental y otros datos básicos de los estudiantes relativos a su inasistencia, bajas calificaciones o asignaturas sin aprobar complementándose opcionalmente con la participación en clase y el clima escolar. Se cuenta con un procedimiento ordenado, materiales de trabajo, rúbricas y formatos de registro así como una aplicación informática para el procesamiento de resultados. La información se obtiene a través de herramientas para la toma de lectura, producción de textos escritos y cálculo mental aplicados en dos momentos del ciclo escolar y el resto de datos se registra al término de cada periodo de evaluación.
Resulta imprescindible, pues, un proceso formativo debidamente sustentado en teorías afines a la reforma educativa 2019. En mi parecer, sin pretender ser exhaustivo y sólo de manera ilustrativa, liderazgo para el aprendizaje, el modelo educativo resultante de la fusión de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB), 2017 (Aprendizajes Clave) y los adelantos previstos para 2020 (se desconocen sus avances), su fundamento pedagógico y didáctico (educación orientada al desarrollo de competencias, escuela activa, aprendizaje colaborativo, entre otros). Las circunstancias actuales lo exigen.
Carpe diem quam minimun credula postero
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[1] Pongo a su consideración la lectura de mi autoría publicada en este mismo espacio: “El Servicio de Asesoría y Acompañamiento a las Escuelas de Educación Básica. ¿Más de lo mismo?” http://bit.ly/2wELnMy.