La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) publicó el informe de resultados de la Encuesta sobre experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por COVID-19. Este estudio, efectuado durante los primeros meses de la actual contingencia sanitaria, contó con la participación de cerca de 194 mil personas, entre estudiantes, madres y padres de familia, docentes, directoras y directores de escuelas de educación básica de México.
Fue realizado con el propósito de aportar información que contribuya al diseño de estrategias para la atención de futuras emergencias, al fortalecimiento del sistema educativo mexicano y a garantizar el pleno cumplimiento del derecho a la educación.
En el informe también se dan a conocer diversas propuestas para atender necesidades en la modalidad a distancia y en el escenario del próximo regreso a clases presenciales o en una modalidad híbrida durante este ciclo escolar. Las sugerencias se presentan en cuatro ámbitos estratégicos: Acceso y permanencia, Calidad de los aprendizajes, Bienestar educativo y Gobernanza del sistema educativo.
En materia de Acceso y permanencia, Mejoredu propone crear estrategias de atención diferenciada por nivel y servicio educativo que consideren las principales desigualdades de las y los estudiantes y sus familias. Asimismo, instituir medidas específicas para recuperar a quienes que no han podido participar del aprendizaje a distancia y apoyar a aquellos que están en riesgo de dejar la escuela; diseñar actividades de aprendizaje a distancia específicas para estudiantes que no tienen acceso a internet, televisión o radio, y fortalecer gradualmente las capacidades de las escuelas para que funcionen como centros de comunicación, intercambio de información y conexión en futuras situaciones de emergencia.
En el rubro Calidad de los aprendizajes, se sugiere establecer un currículo de emergencia basado en la priorización de contenidos, la flexibilidad y una adecuada dosificación de la carga de trabajo para las y los estudiantes; ofrecer al personal docente y directivo formación pertinente y de calidad para situaciones de emergencia, y desarrollar estrategias específicas que apoyen la comunicación, la retroalimentación y la orientación de las actividades educativas.
Asimismo, propone fortalecer las capacidades de acompañamiento de las familias en los procesos educativos de sus hijas e hijos en una situación con presiones de tiempo; diseñar e implementar estrategias de reforzamiento y recuperación de los aprendizajes, y planear esquemas educativos híbridos para preparar al sistema educativo para futuras situaciones similares a la actual.
En el ámbito del Bienestar educativo sugiere: impulsar el fortalecimiento de los vínculos afectivos de las comunidades educativas; brindar acompañamiento emocional a las comunidades escolares; procurar el balance de los distintos aspectos de la vida de los actores educativos, y disminuir las cargas de trabajo administrativas o no pedagógicas a las y los docentes y directivos durante la educación a distancia.
También señala la necesidad de proteger la integridad y la salud física de las y los actores educativos mediante protocolos, orientaciones y el fortalecimiento de las condiciones materiales de las escuelas.
En materia de Gobernanza institucional del sistema educativo, Mejoredu propone fortalecer los mecanismos de cooperación y coordinación entre la federación y los estados para mejorar la eficacia de las acciones educativas en función de los contextos locales; ampliar la vinculación intersectorial para generar mecanismos integrales de apoyo a las poblaciones en mayor desventaja social y educativa, así como impulsar y reforzar los mecanismos de cooperación con organizaciones de la sociedad civil para fortalecer las capacidades de las comunidades escolares y apoyar las iniciativas gubernamentales.
Los resultados del estudio muestran que, durante el periodo de contingencia sanitaria correspondiente al ciclo escolar 2019-2020, hubo experiencias favorables ya que los actores de las comunidades escolares mostraron un gran compromiso y participación para continuar con las actividades educativas. Sin embargo, como era de esperarse, debido a la magnitud y el carácter sorpresivo de la pandemia, las carencias y las desigualdades limitaron el alcance de los esfuerzos realizados, dejando clara la necesidad de atender varios aspectos con el fin de fortalecer nuestras acciones educativas en el corto y en el mediano plazos.
Los hallazgos proporcionados por la encuesta muestran que durante la contingencia sanitaria por COVID-19 más de 97% de las y los estudiantes de primaria que participaron, y 93.6% de secundaria, continuaron sus estudios. Asimismo, 75.4% de las y los docentes participantes buscó alternativas innovadoras y usó recursos de diseño propio.
También destaca que 94.5% de los estudiantes de primaria y 69.7% de los de secundaria informaron haber recurrido a su madre, padre o tutor para que los acompañaran en la educación a distancia.
Un 57.4% de los docentes encuestados indicó haber tenido dificultades para brindar retroalimentación a los estudiantes durante este periodo. Este problema fue reportado por 66.6% de docentes en primarias indígenas y por 65.5% en telesecundarias.
El estudio también señala que algunos estudiantes contaron con el equipamiento necesario para realizar sus actividades: más del 80% tuvo un escritorio o una mesa para estudiar, sin embargo, 37.3% de las y los estudiantes de primaria y 49.8% de secundaria contó con una computadora en casa para realizar sus tareas escolares durante la emergencia. Por otro lado, 52.8% de los docentes encuestados opinaron que las estrategias de educación a distancia requirieron de materiales que algunos de sus estudiantes no tenían en casa; mientras que 51.4% externó la opinión de que las actividades en línea, así como los programas de televisión y radio resultaron aburridos para algunos estudiantes.
La educación a distancia representó un incremento de gastos en rubros como servicios de telefonía, electricidad, internet, impresiones, fotocopias y material didáctico. Por ejemplo, alrededor de siete de cada diez docentes reportaron haber gastado más en telefonía, electricidad e internet, mientras que 56.4% de las madres y los padres de familia señalaron un aumento de gastos en fotocopias y 63.7% en material didáctico.
La mayoría de docentes, entre 71.2% y 87.4%, mencionó que se incrementó el tiempo que tuvieron que dedicar a diferentes aspectos de su trabajo. Algo similar ocurrió con las y los estudiantes, pues entre 52% y 82.5% reportaron que tuvieron que dedicar más tiempo a varias de las actividades relacionadas con la escuela. Asimismo, poco más de la mitad de las madres y los padres de familia (58.4%) afirmaron que fue difícil o muy difícil compaginar sus actividades del hogar con el acompañamiento a sus hijas e hijos.
Finalmente, la encuesta realizada por Mejoredu buscó conocer si los estudiantes planeaban regresar a clases, ya sea presenciales o a distancia, en el ciclo escolar 2020-2021. Un 86% expresó que planeaba regresar a clases, 11.5% que no sabía si lo haría y 2.5% señaló que no pretendía hacerlo. Por su parte, 79% de las madres y los padres de familia indicó que sus hijas e hijos regresarían a clases, 16.8% mencionó que no lo sabía y 4.2% dijo que no regresarían.
Si bien los esfuerzos realizados por la sociedad y el gobierno han sido adecuados, los resultados de esta encuesta señalan la necesidad de redoblar las acciones para fortalecer a nuestro sistema educativo y sus comunidades escolares, buscando no solo recuperarse de los efectos de esta contingencia sanitaria, sino prepararse para enfrentar futuras situaciones de emergencia y construir nuevos escenarios orientados a garantizar el derecho a la educación del total de niñas, niños, adolescentes y jóvenes del país.
Próximamente, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación publicará los resultados de la encuesta aplicada a las comunidades escolares de educación media superior, así como tres estudios adicionales: uno con visión comparada internacional, otro centrado en lo que realizaron las autoridades educativas locales del país y el tercero sobre perspectivas de las comunidades escolares en confinamiento. Esta serie de trabajos de investigación se orientan a conformar una memoria documentada de la situación de la educación durante la contingencia sanitaria por COVID-19, que servirá como base para orientar las decisiones de mejora del Sistema Educativo Nacional.