Irvin Tapia
Derivado de la emergencia nacional de salud, ocasionada por la pandemia COVID-19, el sistema educativo se encuentra en un momento crítico, ya que según los datos del INEGI, dentro de las escuelas se alberga al 25% de la población mexicana. Lo anterior, refleja que la escuela, como lugar físico de interacción social, representa un foco de infección latente. Por tal motivo y como se ha hecho en otros paises, la suspención de clases será una acción inminente en los próximos días, para aminorar el impacto de la epidemia en su primera fase.
Sin embargo, como lo experimentamos en la contingencia del año 2009 con la propagación del virus H1N1, nace nuevamente la preocupación, tanto de la sociedad, como de las autoridades educativas respecto a: ¿Qué haremos con los estudiantes mientras están en casa? y ¿Cómo podremos recuperar el periodo escolar?
La respuesta a estos cuestionamientos parecen obvios hoy en día. De acuerdo con Coopeberg, el internet y la tecnología desarrollada para su uso educativo, representa en la actualidad uno de los principales mediadores del aprendizaje más relevantes en la sociedad del conocimiento. De este modo, el discurso sobre la educación virtual propone la vacuna al padecimimiento educativo que afecta a cerca de 300 millones de estudiantes de 22 países (entre ellos China, Corea del Sur, Italia, Francia, España, etc.).
Al respecto, la UNESCO ha pronunciado dentro de sus medidas, utilizar las herramientas de soluciones de aprendizaje a distancia, el cual ha colocado en https://en.unesco.org/ themes/education-emergencies/ coronavirus-school-closures/ solutions.
En el listado propuesto por la UNESCO se encuentran: Pizarra, CenturyTech, ClassDojo, Google Classroom, Edmodo, Edraak, EkStep, Moodle, Schoology, entre otras. Por su parte la compañía de software Microsoft, en días pasados de manera inédita, liberó de manera gratuita su herramienta de colaboración Teams.
La tarea parece sencilla, sin embargo, en México existen grandes retos y desafíos en cuanto al tema del internet. Según datos del INEGI del año 2019, el 73% de mexicanos ubicados en zonas urbanas, no cuenta con internet, mientras que en zonas rurales la proporción es menor con un 40%. En otro hecho, fuentes de la OCDE, indican que en México los estudiantes de 15 años de edad, pasan alrededor de 6 horas conectados a internet. De lo anterior, el uso de internet se destina en mayor medida a actividades de ocio y entretenimiento, como lo son las redes sociales 47%, chatear 43% y el uso de video juegos online 16%. Siendo las actividades académicas como el trabajo colaborativo y la comunicación a partir del correo electrónico, las de menor actividad por parte de los jóvenes. Otro dato que expresa la brecha generacional y tecnológica entre el docente y el alumno, se manifiesta en un indicador socio demográfico del informe “Los Docentes en México” del 2015. Los resultados arrojaron que el 50% de los docentes en nuestro país se encontraron en una edad menor a 40 años. En otras palabras, los maestros que en el 2015 tenías 40 años, conocieron las computadoras personales a los 20 años.
Lo anterior muestra las condiciones actuales de factores relevantes en alumnos y docentes del sistema educativo para responder ante la presente crisis que impacta en los aprendizajes de los estudiantes. Finalmente, el coronavirus nos propone hoy una oportunidad importante para aplicar de forma real las herramientas digitales en el aprendizaje de los estudiantes.
Irvin Rodolfo Tapia Bernabé
@Tapia_Irtb
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