Este miércoles 8 de enero regresaron a las escuelas los 23 millones de niños, niñas y jóvenes, que son atendidos por los 900 mil docentes. De nueva cuenta el regreso a la escuela se torna en una nueva oportunidad para aprender.
Este regreso a clases y en el marco de la Refundación de Jalisco y de la IV Transformación a nivel nacional, el regreso a la escuela de igual manera deberá recopnceptulizarse.
La escuela es un espacio social privilegiado como área de oportunidad para los miles de niños y niñas que asisten a ella, ahí se refuerzan los vínculos sociales que se construyen de manera primigenia desde la familia, se trazan lazos a partir del primer círculo de amigos y amigas, se construyen las nociones de diferencia, de otredades y lo más importante se va construyendo la noción de ciudadanía, a partir de la convivencia de todos los días, al lado de los pares escolares.
La oportunidad de aprender al interior del ámbito escolar deberá de redefinirse a partir de redefinir también el propio ámbito escolar, su dinámica institucional, el estilo de gestión y el corazón de la escuela que viene siendo la concreción de las prácticas educativas que llevan a cabo los sujetos encargados de la tarea de enseñar.
La oportunidad de aprender al interior de la escuela, deberá de partir de ampliar el horizonte del concepto de aprender y del aprendizaje, a partir de incluir una perspectiva mas amplia, más holística, que el aprender sea de la cognición, de las emociones, del desarrollo físico, del desarrollo social y de la apreciación artística; a partir de respetar las diferencias individuales, los ritmos y tiempos e intereses para aprender de cada estudiante y de incentivar los talentos y las capacidades sobresalientes de niños y niñas con capacidades diferentes.
La asistencia a la escuela deberá ser un espacio de goce y de disfrute, en donde los niños asisten gustosos al llegar y salgan felices cada día al salir de las aulas, por lo que ahí se vive, por lo que ahí se hace, por lo que ahí se aprende.
Esta nueva oportunidad de aprender hay que aprovecharla desde el primer día de clases de este 2020, con gusto y con compromiso, con un sentido verdaderamente comprometido sobre la base del convencimiento de que la escuela educa para la vida y todo lo que se vive en la escuela y en la sociedad sirve para llevarlo a la vida. Esta dialéctica entre la escuela y la realidad deberá integrarse en un nuevo proyecto de aprovechar la escuela para aprender cada día algo nuevo, algo diferente. Aprender para vivir en sociedad.