Existen evidencias que indican que el problema sanitario prioritario en México es la cobertura de los servicios de salud, que incluye clínicas y hospitales, médicos, enfermeras, principalmente en zonas rurales, en zonas marginadas y fuera de las capitales de las entidades. Sin embargo, la precariedad del sistema de atención primaria, secundaria y terciaria, sobre todo en zonas rurales y marginales requiere de mayores esfuerzos, inversión y utilización eficiente de los recursos, incluyendo un apoyo extraordinario para la formación de médicos y enfermeras en las universidades públicas.
Como parte de la estrategia neoliberal, en los últimos 30 años se han autorizado muchos programas de carreras de medicina privada (muchas de ellas propiedades de exfuncionarios del régimen neoliberal), la mayoría con menos del 20% de egresados que acceden a las especialidades, con pocos profesores de tiempo completo y sin profesores de tiempo completo con el reconocimiento en el sistema nacional de investigadores. Lo más grave es que están compitiendo de manera desleal con los espacios clínicos de las instituciones públicas en la etapa profesional, el internado y el servicio social. Más del 60% de los programas de medicina del país, son programas de universidades privadas y más del 80% de ellas surgieron en los últimos 25 años. Desafortunadamente para la población, en algunas instituciones públicas de algunos estados se les otorga el privilegio de plazas para internado y servicio social a los programas de las escuelas de medicina privada.
Los datos anteriores indican que las estrategias y acciones del sistema sanitario mexicano como el sistema de formación de médicos no han sido congruentes con los problemas nacionales de salud, aunque si han sido congruentes con el sistema neoliberal que prioriza las ganancias de unos pocos e ignora los problemas dea salud de la población de clase media y baja.
Por lo tanto, se requiere una política para aumentar el número de estudiantes de medicina, enfermeras y plazas para la realización de internado, servicio social y residencias en instituciones públicas, empleo e infraestructura médica. El aumento de alumnos en las escuelas de medicina de universidades públicas, coadyuvará a mejorar el sistema sanitario y los indicadores de salud y bienestar en México.
En congruencia con el diagnóstico de un sistema sanitario precario y un sistema de educación médica ineficiente se requiere por parte de las universidades: 1) Revisar el plan curricular de la formación de médicos sustentados en la medicina basada en evidencia y en los métodos de educación médica más eficientes; 2) seis años de estudio en las carreras de medicina de instituciones públicas (estímulos económicos para los programas más eficientes); 3) Rediseñar la distribución de los recursos para las facultades de las universidades del país de acuerdo al diferencial de gasto para los programas de medicina y otras disciplinas, en concordancia con referentes internacionales; 4) convenio con los gobiernos y delegaciones de los estados, para que los espacios clínicos, las plazas de internado y de servicio social sean exclusivamente para las universidades públicas. Lo anterior mejoraría la relación de espacios alumnos: camas censables, y permitiría espacios para alumnos en el internado y el servicio social; 5) un sistema de admisión que considere la historia de desventaja individual y comunitaria de los aspirantes, como tipo de escuela preparatoria, secundaria y primaria donde provienen con un programa público de estímulo para los programas que utilicen estos criterios de admisión; 4) aumentar el número de espacios clínicos, plazas de internado y servicio social para las universidades públicas; 6) establecer un sistema de financiamiento y apoyo económico para las carreras de medicina independiente de los programas institucionales internos; 7) homogeneizar el gasto relativo en las carreras de medicina, en proporción al presupuesto total de las universidades, de acuerdo a los mejores estándares de las universidades públicas mexicanas, latinoamericanas y del resto del mundo.
Una vez realizado lo anterior, se debe aumentar el número de alumnos en los programas de medicina de las universidades públicas.
Por parte del gobierno se requieren mayor número de campos clínicos (hospitales y unidades de atención primaria); recursos para construcción y equipamiento de aulas y laboratorios; recursos para contratación de profesores de tiempo completo (preferentemente con experiencia en investigación de calidad) y profesores de asignatura; aumento y equipamiento de hospitales, camas hospitalarias censables y clínicas de atención primaria; mejorar la disponibilidad de medicamentos, equipo y material para hospitales y clínicas de atención primaria; contratación de médicos generales en zonas rurales y urbanas marginadas, con opción a ingresar a la especialidad después de cinco años de trabajo en esas zonas; establecimiento de un programa vinculante de admisión a aspirantes con desventajas históricas, con plazas en instituciones públicas en zonas de marginación y opción a la especialidad; cambio de la norma que establece que la relación de alumnos: cama censable debe ser de cinco para campos clínicos e internado.
Dr. Arturo Jiménez Cruz
Profesor de la Facultad Medicina y Psicología
Universidad Autónoma de Baja California
Investigador Nacional nivel III